" Es hora de que aprenda yo también a volar "

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- ¿ Por qué estáis todos tan tristes ? El abuelo lo ha hecho por nuestro bien - no lograba comprender el niño. Es cierto que se sentía un poco vacío sin él, sin sus historias y su ronca voz, pero simplemente se había ido a otro lugar, y allí , el abuelo les seguía queriendo.

Encerrándose en su cuarto, se sentó en el poyete de la ventana y, mirando al cielo , susurró pensativo :

- Gracias y adiós abuelo. Ha llegado la hora de que, por mí mismo, aprenda yo también a volar.

El vuelo de las mariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora