Me observa.

Asier.

Corría muy rápido, no era normal, no podía ver nada, hacía frío, no podía respirar bien, acerqué mi nariz al cuello de su chaqueta, para coger su calor y poder respirar.
Estaba disminuyendo el ritmo ahora iba a una velocidad normal, giró un poco el cuello para ver si estaba bien y se encontró con mis ojos.
-Vamos a parar un poco, no tengas miedo.
Se paró despacio al lado de una árbol y me dejó apoyada en él, yo me encogí agarrándome de las rodillas para aprovechar el calor corporal, el me observaba, se quitó la chaqueta para ponermela encima y entrara en calor.
No quería mirarle aunque sabía que él si lo hacía, miraba el suelo mientras removía las ramas con el pie.
-Soy Asier.
Le miré para comprobar que me lo decía a mí, lo susurré para ver como sonaba y volvía a mirar al suelo.
-Yo....yo Sandra.
-Lo sé, te he estado observando.
-Tú mataste al padre de Elena.
Él paro de mirarme, se levantó y se dió una vuelta.
-Voy a buscar agua para que bebas, no intentes escapar te estaré vigilando.
Se desvaneció entre la oscuridad, seguía teniendo frío, no había forma de escapar, cogí unos pocos troncos y encendí un fuego.
Cogí piedras y las apoyé en el árbol, sobre ellas dejé la chaqueta de Asier, para hacer un señuelo, que pensara que era yo, mientras yo me iba por los árboles dirección a Grandvill.
No tardaría en darse cuenta, tenía que darme prisa el era más rápido que yo, no tardaría en cogerme. Me turnaba, al principio en los árboles pero otras veces por el suelo, ya oía el río que estaba a unos kilómetros del pueblo.
-¡Sandra, Sandra contesta!
Era la voz de Isaac, ya lo estaba viendo, miré hacia atrás, tenía un problema, Asier estaba detrás de mi a unos metros, corrí con mucha velocidad hasta tirarme al lado de Isaac, al momento que el levantó su arco y le tiró una flecha en el lado del corazón.
Pensé que ya todo había terminado, que Isaac lo había matado, pero estaba equivocada se levantó como si nada, sacándose la flecha del pecho, mientras se acercaba a nosotros para darnos caza.