CAP. 6 - ¿Alguna vez..?

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Desperté con la respiración agitada y sudando a mares, sentí que alguien me miraba detrás mía y me giré.
- Ian, ¿te encuentras bien? -Era Matt y tenía cara de estar preocupado por mi, que tierno...
- Sí, sí, no te preocupes. -Sonreí y me di cuenta de que estábamos en mi cama, separados por menos de veinte centímatros.- Otra de mis pesadillas.
- ¿Me la quieres contar? Oh, mira, viene Nina. -Mi gatita se subió a la cama y le acarició la mano a Matt con la cabeza, lo que hizo que este la acariciara a ella.
- Hmm... Me desperté a tu lado y me contabas muy brevemente lo que pasó anoche, -decidí omitir el hecho de que él me estaba abrazando- entonces desayunábamos, nos duchábamos y Lucía venía para contarnos de que Silvia había desaparecido. La buscábamos y llamábamos a la policía, unas horas después llegaba una caja de zapatos con una carta y una fotografía de... Silvia muerta; la carta me amenazaba de mataros a todos para hacerme sufrir y... Nos aliamos para acabar con Marcos, el asesino.
- Vaya... Podríamos hacer una peli con esto. -Sonrío contagiándome su sonrisa, hoy estaba especialmente adorable.
- ¿T-Te puedo... abrazar? -No se muy bien por qué dije esto, fue una especie de impulso.
Sonrió de nuevo y movió a Nina poniéndola detrás de él, luego me dio el mejor abrazo que había recibido en años.
Después de unos renconfortables segundos de silencio, me atreví a preguntar por lo que pasó anoche:
- ¿Te acuerdas de lo de Silvia y Lucía? ¿Las llamamos?
- Espera, quiero estar un poco más así...
- Eso a sonado muy gay.
- Yep, ¿puedo preguntarte algo?
- Lo que sea.
- Tú, esto... A ver como lo digo... -Soltó una pequeña risa- ¿Alguna vez has... Besado a un chico?
¿Qué clase de pregunta era esa? Mis latidos se aceleraron de golpe y creó que lo notó porque enseguida se separó de mi y dijo:
- E-Era por curiosidad, si no quieres contestar yo... -Su cara era un poema, mejor dicho, un tomate, y la mía tampoco se quedaba corta.
- No seas tonto, te contestaré sin problemas... ¡Si me haces el desayuno!
- ¡Pero es tu casa! Yo soy tu invitado, no puedes ser tan poco caballero eh, así estarás soltero para siempre.
- Pero me ha dicho un pajarito que cocinas genial, demuestramelo. -Sonreí pícaramente y me levanté de un salto.- Voy a ducharme, dejo la puerta abierta, no cotillees eh; luego te doy ropa limpia y te duchas tu también.
- Ok, pero la elijo yo.
- Menudo invitado más modesto... -Dije con sarcasmo.
Cogí una camisa blanca, un chaleco negro, unos vaqueros del mismo color, unas deportivas blancas y negras, junto con un gorrito negro; luego me colgaría mi cámara digital del cuello y le propondría a Matt ir a dar un paseo para, de paso, hacer unas cuantas fotos.
Me duché, Matty eligió lo que quiso de mi armario e hizo lo mismo después.
- Ya estoy listo, ¿preparado para chuparte los dedos con el "Desayuno Especial de Matt"? -Cambió el tono de voz al decir lo último, que tonto que era a veces... Pero eso me gustaba.
- Tienes acceso todal a mi nevera, mientras, llamaré a Silvia.
- ¡Pon el manos libres!
- Por supuesto.
Me senté en la mesa de la cocina y marqué el número de mi amiga mientras Matt curioseaba todos los cajones.
Sonaron tres tonos hasta que una voz femenina, bastante ronca por cierto, atendió mi llamada.
- Ey, ¿que tal la noche Ian?
- Pues genial, estoy aquí con Matt que está preparándome el desayuno, ¡saluda! -dije refiriéndome al chico, el cual ya había comenzado a cortar varias piezas de fruta.
- ¡Hola Silviaaaaa!
- Jajaja, que tonto... -Contestó ella.- Yo estoy aquí con Lucy, nos acabamos de dar una ducha, teníamos el pelo lleno de césped.
- ¿Y eso?
- Nada, que anoche nos pareció divertido dormir en el parque.
- ¡Y luego me llama tonto a mi!
- Buen- -sonó como un beso al otro lado del móvil, miré a Matt y le sonreí, él hizo lo mismo- perdón es que... Ehm...
- Te has atragantado, ¿no?
- S-Sí, ¡eso mismo! ¿Me estás espiando o algo?
- Ay Silvia, queridísima Silvia, dile a Lucy que estás hablando por teléfono, que luego si eso os besáis, pero ahora no mujer, ahora no... -Dijo Matt mientras ponía la mesa.
- Bueno, te cuelgo que ya ha terminado el idiota este, ¡chau!
- Bye...
Corté la llamada y miré la "obra maestra", una deliciosa macedonia de frutas.
- Se ha quedado muda chaval, ya te vale.
- Tenía que decirlo tío... Y tu tienes que decirme otra cosa. -Sonrió y me miró con picardía.
- Bueno, ¿qué si he besado a un chico alguna vez?
- Eso mismo.
- Pues no, pero siempre hay una primera vez...
Me levanté de mi silla y me senté al lado suyo mirándole divertido y acercándome poco a poco a su boca [...]

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