Primer encuentro (capítulo 4):

93 7 0
                                    

Después de hacer todo el papeleo como una estudiante de Boston me dirigí al edificio donde viviría los 5 años de mi carrera.

Al llegar me encontré con alguien que supuse que sería mi compañera de cuarto.

-Hola -entre tímida dedicándole una sonrisa-.

-Hola, ¿tu eres Giselle Spiegelman?

-Si...

-Muy bien yo soy Katerine, seré tu compañera de cuarto -todo mis manos y me saludó dándome un beso en la mejilla-

-Mucho gusto Katerine.

-Lo mismo digo Giselle, vaya parece que sos muy callada y tímida.

-Si algo así...

-Venga no te preocupes ¿vale? Yo soy todo lo contrario y espero que pues seamos buenas amigas -me guiño un ojos sonriendo- ¿Que te parece?

-Muy bien seamos amigas -le sonreí y estrechamos nuestras manos divertidas-.

-¿Qué te parece si vamos a una discoteca que esta aquí cerca?, he escuchado que se pone un ambiente muy bueno y así podríamos conocer a más gente -me guiño un ojo esperando mi respuesta mientras yo lo pensaba, era viernes por la noche hasta el lunes comenzarían las clases y quería distraerme un poco con mi nueva y única amiga aqui- ¿Vamos-

-Claro me parece bien.

-Eso me alegra -me abrazó, se separó y sin poder evitarlo las dos reímos- tenemos que estar listas a las 10:00pm...

Pasamos la tarde ordenando nuestra ropa, acomodando un poco la recámara y conociendonos lo suficiente para el primer día.

Katerine realmente era loca y extrovertida como lo era una chica de 19 años que estudiaría psicología, todo lo contrario a mi se la pasaba haciendo bromas y riendo como si nos conociéramos, quizás éramos o aparentabamos ser personas distintas pero parecíamos todo lo contrario.

A parte de su buen sentido de humor, extrovertida y loca era alguien muy guapa de unos ojos realmente hermoso azules, unos labios delgaditos, una sonrisa hermosa, un cuerpo deseable por muchas mujeres y también hombres con sus curvas bastantes definidas, y un cabello rubio bastante lacio.

Justamente a las 10:00pm termine de arreglarme, me había puesto un vestido azul eléctrico pegadito de encaje a la mitad del muslo con unas zapatillas negras altas.

Sólo me maquille un poco, en mi cabello hice algunos rulos caídos y alborotados.

Tome mi bolso y sali junto con Katerine.

Al llegar a la discoteca vi un ambiente entre la gente impresionante había demasiada gente; algunos bailaban, otros bebían, algunos estaban en grupitos hablando y también había una que otra pareja besándose desenfrenadamente.

Karine tomó mi mano dirigiéndose hacia la barra, por lo que al pasar entre la gente muchos hombres al vernos nos decían tonterías y vulgaridades por lo que ni ella ni yo le tomamos mucha importancia, afortunadamente no habia tanta gente por lo que llegamos y mientras esperabamos movia un pie queriendo bailar.

No paso mucho cuando un mesero se acercó a nosotras comiendonos caso con la mirada.

-¿Qué les ofrezco hacer hermosas?

-Dos tequilas para empieza por favor -Katerine le guiño un ojo, un ademán que pareció encantarle al mesero ya que se fue con una enorme sonrisa-.

Llegó el mesero y dejó los tequilas frente a nosotras dedicandonos una sonrisa.

Katerine tomó uno y se lo tomó todo de un sólo trago por lo que la imite sólo que yo puse una cara de disgusto por el ardor que estaba sintiendo en mi garganta cosa que a ella le pareció divertido y se rió fuertemente viéndome.

-¿quieres otro? -estuve a punto de decir que no pero al pasar el ardor sentí una necesidad inmensa de beber más por lo que contesté que si con la cabeza- me parece bien -me sonrió y volvió a pedir 2 tequilas mas-.

Mientras esperábamos bailabamos lento sin exagerar al compás de la música electrónica que se escuchaba por toda la discoteca.

Al otro lado de la barra había un grupo de chicos viendonos descaradamente a Katerine y a mi tan sólo decidí ignorarlos por lo que eb cuanto el mesero deje los tequilas frente a nosotras tome el mio y me lo tome de un trago sintiendo el ardor ya más leve en mi garganta.

Katerine tomó mi mano y me jaló con ella hacia la pista de baile donde empezamos a bailar disfrutando de cada canción mientras sentía una mirada clavada en mi y de vez en cuando volteava a ver quien era y siempre me encontraba con el chico que me veía desde la narrada desde que habíamos llegado.

Después de bailar algunas canciones le dije a Katerine que iría por algo de tomar caminando hacia la barra.

Al llegar a la barra pedí una bebida más fuerte tomandomela de golpe debido a la sed que tenía.

Desde ahí podía ver a Katerine bailando con un chico descaradamente por lo que sin querer John se hizo presente en mi mente recordando las veces que había ido a la discoteca y bailaba con el de la misma manera en que Katerine lo estaba haciendo ahora con aquel chico, sin querer mis ojos se cristalizaton por lo que pedí una bebida diferente nuevamente al mesero mientras sin querer volteó hacia el chico que me veía desde el otro extremo con la barra, me quedé viéndolo extrañanada por lo que el solo me seguía viendo con aquellos ojos verde intenso por lo que decidi desviar la mirada tomar mi bebida y tomando sintiendo una sencion energetica correr por mi cuerpo por lo que pedi la misma bebida y me la volví a tomar todo sintiendo esta vez un mareo.

Sin importar el mareo seguí pidiendo bebidas diferentes durante un buen tiempo hasta que ya no vi a Katerine y salí de la discoteca un poco tomada con la intensión de llegar al edificio donde ahora vivía pero antes de seguir caminando me senté en una banqueta a quitarme las zapatillas.

-----------------------------------------

Desperté por los rayos de sol que radiaban sobre mi cara sin permitirme ver bien, abrí los ojos lento y lo único que vi fue una recámara azul ordenada con decoraciones de hombre y me levanté de golpe intentando saber donde estaba, un dolor de cabeza horrible me tiro de nuevo en la cama intentando conocer este lugat pero esta habitación era totalmente desconocida para mi.

De pronto por la puerta vi a entrar al mismo chico que no me había dejado de ver en toda la noche anterior, lo reconocí por esos ojos verde intenso que me véan de la misma manera fría y desconfortante y su ceño fruncido por lo que le sonreí tratando que quitara ese aspecto pero fue algo en vano.

-Hola -me senté en la cama agarrando mi cabeza por el fuerte dolor que estaba teniendo- ¿Porque estoy aquí, y donde estoy?

-Estas en mi departamento, ¿no recuerdas nada?

-Sólo que salí de la discoteca y me senté en la banqueta para quitarme las zapatillas y hasta ahí mi mente está en blanco.

Se acercó a mi sentándose en la cama a una distancia entre nosotros prudencial viéndome intensamente.

-Te contaré todo a ver si así se aclara un poco tu mente.

Acenti con la cabeza mientras lo veía con la mirada perdida en sus ojos tan hermosos, en lo que vi; frialdad, miedo y decepción...

Miedo a enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora