(Nota del autor: siento no haber continuado la historia, aqui debería de poner una razón super-mega-hiper-convincente pero... pereza. disfrutad de la historia, gatitos :3)
... Me gustaría pensar que todo esto es un sueño, que tengo un hogar, una familia, y una vida normal. Me gustaría pensar que en realidad vivo en una casa normal, sin cámaras, sin secretos, sin puertas que pegan calambres cuando las abres, sin continuas peleas entre los que viven aquí, sin ratas, y sin cuervos...
Todo el mundo sabe cosas sobre esta mansión. Este lugar tiene muchos esqueletos en el armario, en todos los armarios y en alguno igual hasta más de un esqueleto. Al parecer, yo soy la única persona que no sabe nada de ello, y por alguna razón nadie me quiere contar nada, aunque todos tienen formas distintas de callarse las cosas. Algunas personas reconocen a otras por su forma de hablar. Yo aprendí a reconocer estilos de callar, Jenny, por ejemplo, hace como que no sabe nada en absoluto o que no se acuerda; Jack, si preguntas algo a lo que él no quiere contestar te cubre de insultos o hace como que no lo ha oído y sigue pegando, soldando o atornillando cosas; Jim tiene una forma exquisita de hablar, sin decir nada. Si le preguntas, y no quiere contestar, simplemente te va a cambiar de tema, o te va a decir mucho, sin decir nada de valor.Los demás habitantes de la casa hacen como si yo no existiera, a menos que necesiten algo de mi. El titiritero nunca responde directamente, las veces que responde.
La única forma que me queda para saber algo, son las paredes. Las paredes de la mansión dicen mucho más que sus habitantes. Las inscripciones grabadas en ellas eran de las más variadas, algunas se podían leer con mucha claridad, otras han sido borradas por el tiempo o deliveradamente por otras personas, unas estaban escritas con pintura, otras estaban grabadas... Eran frases horribles, escritas con mala letra, que se mezclaban entre ellas formando una mezcla de colores, palabras e ideas que podía hacer que hasta la persona más cuerda enloquezca.
... Me gustaría pensar que todo esto es un sueño, que puedo despertar en cualquier momento, pero por alguna razón no lo hago. Me gustaría pensar que en realidad nada de esto es real, el titiritero, la mansión, las inscripciones en las paredes, los fantasmas del pasado de esta casa, las ratas y los cuervos...
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El precio de la libertad
Hayran KurguSiglo XIX, En la mansion del titiritero hay dos clases de personas: los que siguen sus pasos hacia la libertad, y los que buscan un camino alternativo. A pesar de sus diferencias, ambas facciones tienen el mismo objetivo: Conseguir la libertad. Yo l...