Prologo.
"7:30 otra hora en esta misma pocilga" sentencio Kate colocándose una camisa azul. Al tenerla puesta se dio cuenta que esta tenía una mancha de café. "La ropa heredada en mal estado, como siempre".
En silencio se encamino afuera del lugar cuando en su camino fue detenida por una botella estrellándose contra el piso junto a sus pies.
-¿A dónde crees que vas?- la cuestiono Mark, su padre.
Como todas las mañanas, este ya se encontraba en un estado etílico avanzado. Ese día por la mente de Kate paso el pensamiento de que se veía aún más asqueroso. Traía una polera gris con una mancha de grasa justo en el medio de su espantoso estomago inflamado, tenía un pantalón que le quedaba pequeño, color rojo y unas botas de caucho para empeorar el conjunto.
-Me dirijo al colegio- respondió cortante Kate tratando de hacer el más mínimo contacto visual.
-¿Cuál colegio? Si no hay dinero para pagar esa mierda que además no te sirve en la vida- afirmo a gritos el enfadado borracho.
Kate rodo los ojos y suspiro.
-El colegio público, donde no hay que pagar...- contesto la muchacha agobiada de la misma conversación todas las mañanas.
-Sin igual no deberías de asistir, has cosas que sirvan para traer comida a la mesa, eso de llenarse la cabeza de conocimientos no nos sirve ¿Acaso crees que ahora necesito saber cuándo murió Isaac Newton? No.- carcajeo Mark.
-Como si lo supieras- murmuro Kate saliendo de la casa.
Ya acostumbrada a la misma rutina camino hasta la parada de autobús cerca a su casa y se sentó. Las calles como siempre estaban vacías. Su barrio era un pueblo fantasma dentro de la ciudad. Pasaban uno o dos autobuses cada dos horas, un taxi que en su mayoría eran conductores perdidos y de uno a tres autos según el día de la semana. Los lunes por ejemplo, llegaban a pasar hasta cuatro automóviles si era festivo.
-Lo único bueno de este horrible sector- dijo en voz alta Kate -Es su tranquilidad-
"Más allá del tráfico de drogas y los prostíbulos en cada esquina" pensó un poco desanimada.
Miro al horizonte y vio su bus, el único y vacío número 599 que iba directo al centro. Extendió la mano para llamar la atención del conductor. Sorpresivamente al subir ella, una persona bajo. Era la primera vez en 2 años que eso sucedía.
"Creo que hoy será un día fuera de lo común" afirmo en su cabeza Kate mirando al muchacho que ahora caminaba en dirección a alguno de los prostíbulos de la zona.
Felipe quien no conocía muy bien el barrio en donde se encontraba reviso de nuevo el papel con la dirección escrita que un compañero de su clase le había dado.
"Eres el único del salón que aún es virgen" repitió irritado Felipe recordando a su mejor amigo, Tomas, haberle dicho eso. "Espabílate de una vez y ve por unas putas, tienes 17 años, estas en el último grado del instituto ¿no crees que ya es hora de ser todo un hombre?"
-Si...- respondió para sí mismo.
Doblo en la segunda esquina de la tercera cuadra desde el paradero como le había indicado su conocido. Miro con atención todas las casas buscando algún letrero pero todas se veían muy normales. Felipe por tercera vez leyó el papel para orientarse y miro el nombre que había escrito.
"No veo en ningún lado algo que ponga 'Bocas de dragón' " suspiro entristecido. Camino un poco alrededor del lugar hasta llegar a una casa con un gran jardín lleno de 'Bocas de dragón'.
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Invisible
RomanceKate corrió a toda velocidad. No paro de llorar lo cual nublaba su vista. La calle como siempre estaba desierta así que no se molesto en correr por la acera. Cubrió su cabeza con la capucha de su viejo saco de ejercicio y huyo de su casa, de su mad...