Sólo Consuelo (Kai /Jong In)

I'm sick...

El celular sonaba, miró la pantalla averiguando lo que ya sabía, era él de nuevo, buscándola. Frunció el ceño, ya eran varias veces que ignoraba sus llamadas desde hace días, lo hacía porque no quería seguir metiéndose más con él, algo le decía que lo mejor era alejarse antes de que las cosas fueran peores. Estaba en su departamento sin hacer nada, tenía tiempo que no disfrutaba de días así, en donde el ocio era lo único que hacía, su pequeño perro pug, Jake, le miraba en la cama, lo acarició ya que se sentía culpable con él, desde hace mucho tiempo no le dedicaba tiempo.

-Perdón Jake, han sido meses muy ajetreados - le decía mientras acariciaba a su mascota, en eso la puerta sonó, miró a su perro preguntándose quién sería, fue a abrir la puerta sin antes ver, gran error porque se encontró con la mirada de Kai bastante enojada, se sorprendió de verlo y rápidamente quiso cerrar la puerta, sin embargo él se lo impidió 

-¡Joder Natalie! - gritó empujando la puerta, se dio por vencida y lo dejó pasar, él cerró la puerta y luego la miró con el ceño fruncido, se acercó a ella tomándola de lo hombros - ¿Por qué no me contestas las llamadas? - parecía bastante alterado 

-Perdón, yo - comenzó a decir ella pero él la abrazó

-Creí que algo malo te había pasado - se quedó callada, todo el tiempo creyó que sólo la buscaba para un acostón, jamás cruzó por su mente que él se preocupaba por ella

-¿Estabas preocupado por mi? - preguntó aún incrédula, se separó de ella y la miró serio

-Claro que lo estaba - luego de responder Kai lo pensó bien y luego agregó - somos amigos ¿no? - ella no supo qué decir aunque asintió lentamente 

-Perdona que no contestara pero realmente no tengo ganas de hacerlo además - miró hacia otro lado - estoy en mis días - confesó algo apenada

-Así que era eso - dijo el pensativo, luego se encogió de hombros para pasar a ver el pequeño departamento, era mucho más pequeño que el suyo, miró la mesa llena de libros, la computadora encendida y sólo eso - ¿quieres ir a comer? - ella lo miró frunciendo el ceño

-No puedo hacerlo contigo - le explicó para que entendiera pero él rió

-No te pido que lo hagamos, te pido que vayamos a comer, ¿no quieres? - se quedaron viendo un rato en un juego de miradas, por último ella suspiró 

-Está bien - aceptó ya que se había tomado la molestia de buscarla, espera - ¿cómo supiste dónde vivía? - preguntó mientras se ponía sus zapatos 

-Larga historia - respondió simplemente evitando aquello, no quería admitir que la había buscado tan desesperadamente, lo miró recelosamente aunque ya no insistió con eso

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Esta vez fueron a comer comida italiana en un restaurante cercano, ella notaba cierto cansancio en él, parecía distraído y quizá somnoliento.

-¿Te sientes bien? - preguntó luego de verlo casi caer dormido

-¿Eh? - despertó para verla con los ojos pesados - Sí - asintió pero obviamente no le creyó, tocó la frente de él con su mano

-¡Kai ardes en fiebre! - exclamó preocupada sintiendo lo caliente que estaba 

-¿Ah si? - preguntó al cansado, ella negó molesta y se levantó de la mesa

-Vamos, te llevaré al hospital - él la miró con una sonrisa

-Vengo de ahí, fui a ver a Gina y D.O - comenzó a toser - no tengo ganas de ir de nuevo - ella se cruzó de brazos

-Entonces te llevaré a tu departamento - él volvió a negar - ¿ahora qué?

-Nada - ella suspiró molesta

-Anda vamos - lo jaló del brazo para llevarlo a un taxi

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La fiebre subió más para cuando llegaron al departamento de Kai, rápidamente lo fue a dejar a su cama para luego ir a buscar medicina en su cocina pero no encontró nada, tenía que ser hombre pensó frustrada, así que mejor salió de nuevo rumbo a una farmacia. De mientras él estaba en la cama en un estado de somnolencia, no podía caer dormido ni estar completamente despierto, cuando escuchó la puerta cerrarse se dio cuenta que ella se había ido, bufó internamente, sabía que haría eso, ¿por qué se quedaría a cuidarlo?, bueno, no eran nada así que no tenía responsabilidad alguna con él, aunque pensó que sí lo haría, recordó como le había cuidado cuando estaba borracho, ella era diferente, podía mostrarse fría, dura y distante para evitarlo pero en el fondo era muy amable, considerada y gentil con él. Estaba casi dormido cuando sintió las manos de ella tocando su frente, abrió los ojos ligeramente para encontrarse con ella mirándolo preocupada.

-Te daré unas pastillas - lo levantó ligeramente para meter la medicina en su boca, luego le pasó agua - te sentirás mejor pronto - le aseguró con una sonrisa

Se quedó observándola, había regresado para cuidarlo, pasó un paño de agua fría sobre su frente y eso fue relajante, se durmió sintiendo sus manos quitándole la camisa ya que estaba sudando. 

"Ella es diferente" 

Fue lo último que pensó antes de dormir.