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Para cuando LuHan se hubo ido a la cama, SeHun no había llegado. Ni siquiera se molestó en esperarlo, después de haber llorado por lo molesto que se encontraba, cayó rendido.

A la mañana siguiente SeHun se despertó por el sonido de la alarma. Buscó como de costumbre el trasero de LuHan para palmearlo pero se encontró con la cama vacía. Se levantó para buscar al castaño que en ese momento salía del baño ya listo para ir a trabajar.

-Esto si es un milagro. -SeHun intentó bromear. -No puedo creer que estes levantado tan temprano.

-Ni yo, siempre recibimos sorpresas de la nada-LuHan esquivó la mirada del pelinegro. - Deberías descansar un poco más, ayer trabajaste hasta tarde- Se giró a mirarlo inocentemente.

-Oh, no te preocupes, sólo me faltó poco. -SeHun parecia nervioso -¿Qué te parece si esta noche salimos a bailar? Conozco un buen lugar. - SeHun se acercó por detrás.

LuHan sintió su estómago revolverse. La bilis amenazaba con salir antes de que desayunara. SeHun le seguía mintiendo.

-Me encantaría- Sonrió por el espejo.-Confirmame a que hora nos iremos para que esté listo -Se acomodó el cabello. Debia recortarlo un poco.

-¿Estas bien?- SeHun se percato de que esa mañana el castaño parecía molesto. Esa sonrisa era diferente.

-Si, sólo estoy un poco nervioso. Entregaré el trabajo final y espero que no tenga que hacer más cambios. -Se apartó del pelinegro para buscar sus zapatos.

-Ok, me iré a duchar, espero que el desayuno sea chocolate y algo dulce como tú -SeHun trato de dispersar el ambiente tenso que se respiraba.

-Oh, Hunnie - LuHan terminó de atarse los zapatos -Hoy no podré hacerlo. Debo llegar temprano al trabajo -Se puso el saco -Pero puedes pasar a comprar algo en el camino. -Se acomodó la corbata -Me iré primero ¿No te importa, cierto? -Se armó de valor para mirarlo a los ojos.

SeHun estaba perplejo por las palabras frías y hastiadas del castaño.

-No, pero...

LuHan lo interrumpió.

-Perfecto -Se vio una última vez en el espejo antes de salir - Nos vemos más tarde.

-No olvides lo de esta noche.

LuHan ya estaba en la puerta a punto de salir. Se giró hacia él y le dijo:

-No lo olvides tú.

Cerró la puerta y lo vio desaparecer. Para estar nervioso por una presentación, LuHan se había portado distante, esto alertó al pelinegro de que algo no estaba bien.

¿De qué me perdí?

***

Kai hubo llegado a las diez de la mañana como de costumbre. Las del servicio ya habian limpiado y ordenado la habitación principal. Ese día le correspondía hacer la lista para salir a comprar lo que hiciera falta. Se dispuso a hacerla.

Estaba perdido en sus pensamientos, que no escuchó cuando la puerta principal se abrió y LuHan caminó hasta quedar parado frente a él.

-¿Desde cuándo?

La voz suave del castaño lo asustó. Levantó la mirada y le sonrió.

-Hola, LuHan. Es bueno tenerte tan temprano.

-Responde Kai - Lo miró friamente - ¿Desde cuándo lo sabes?

El moreno no tenía más remedio. LuHan ya lo sabia, no tenía caso seguir mintiendo.

All Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora