Narra Alba
Ya estaba preparanda para ir a casa de María, habiamos quedado a las 7:00 p.m baje abajo y me despedí de mis padres
-adios Carlos, adios Blas- le doy un beso a cada uno en la mejilla
-adios cariño- me responde Blas mientras me acaricia el pelo
-no vengas muy tarde- me dice Carlos
-no tranquilos, llegaré pronto- le respondí para que se tranquilizara
-¿a donde ibas?- volvio a preguntar
-a casa de María- respondi -y después vamos al cine con Fran, Albert y Nico- le explique -no te preocupes por mi, ya tengo 14 años
-lo sé cariño, pero no quiero que te pase nada- ne acaricia la mejilla
-Carlos dejala, ya es grande sabe cuidarse- le respondio Blas
-si tienes razón
-bueno adios, que me voy- me despedí de ambos
Sali de casa dirigiendome a casa de María, ibamos a ver la última película de miedo que ha salido en cine.
Cuando llegue a casa de María llame y ella me abrió, me dio un abrazo al verme y luego dos besos, al darnos los dos besos nuestros labios razoron por error y senti algo dentro que bo sabia explicar, como mariposas en el estómago, seguro que eran cosas mias
Al llegar a su habitación esperamos a los chicos que faltaban por llegar y luego nos iríamos los cinco al cine
-¿hasta que hora te dejan Alba?- preguntó
-Carlos dice que vuelva pronto- respondi
-¿eso hasta que hora es?- preguntó confusa
-para Carlos...- me quedo pensando -la 10:00 p.m, pero Blas luego le hace la pelota para que no me riña asi que hasta las 00:00 más tarde no o si no me quitan todos los pelos d ela cabeza uno a uno- le explico
-ya... Te entiendo- se rio -Carlos es demaciado sobreprotector ¿no?
-si, solo demaciado- me quejo
-¿te puedo hacer una pregunta?- preguntó
-si, dime- respondi
-¿no te gustaría sentir el cariño de una madre alguna vez?- preguntó
-no necesito una madre para nada- respondi muy segura de mi misma -me alegro de tener la familia que tengo, no cambiaría a mis padres por nada del mundo
-pero nose... A una madre le puedes contar cualquier cosa que ella te ayudará siempre- me respondió
-Blas y Carlos me ayudan siempre que tengo un problema- respondi -de echo, si tubiera una madre no sería ni la mitad de feliz que soy ahora mismo- le conté feliz
-quizas tengas razón, lo importante es que estés agusto en tu familia- me respondió
-bueno vamos a llamar a estos chicos ¿no?- le sugerí