El dolor de un adios

1 de octubre

Abro los ojos y el sol ya esta pleno en el cielo. Ya es muy tarde y aun no suena mi despertador que raro- pienso mientras rectifico la hora -claro apenas son las cuatro- apesar de que ya se la hora verdadera me alistó para salir como de costumbre...son la cinco de la mañana y yo ya estoy en la cocina para prepararme algo de comer, tengo muchas hambre,me duele el cuerpo y tengo los ojos hinchados,no quiero tardar mucho así que solo tomo un vaso de leche y un puñado de uvas, se que no es la mejor combinación pero no encuentro nada mas en la alacena. Desde ayer no les habló a mis papas ni se nada se ellos pero al parecer ni están en casa ya.Subí a lavarme los dientes y a envolverme en una chamarra - a esta hora debe de hacer frío afuera- no pienso tender mi cama ni abrir las ventanas como de costumbre...no tengo mucho tiempo y de todas formas mis papas deberá entender que tenia que ir a visitar a mis amigos aparte siempre cumplí con eso...un día no les debe de enojar. Salí y me puse en marcha hacia la casa de josue, las calles están vacías y hay neblina en todas ellas, no se ve ni una alma en todo lo que camino...todos deben de estar dormidos, en ese momento me puse a pensar que es cierto que tengo que decirle que nos iremos pero el problema es que no se como ni cuando