Snowflake.

10-

Las manos no paraban de temblarme y no podía parar de dar vueltas por el amplio vestuario. No tenía nada que ver el vestuario de la academia con el vestuario de dónde me encontraba. Las paredes tenían un color beige e iban acompañados de varios cuadros de mujeres que habían conseguido sus mayores propósitos y los innumerables premios que habían ganado, más las obras en las que habían actuado.

También había varios tocadores blancos que estaban llenos de todos los potingues que mis compañeras habían dejado esparcidos en ellos. Me senté en una de las pequeñas sillas blancas y me miré en el espejo de mi tocador asignado.

Mi maquillaje era lo más fino y sencillo que había podido conseguir sin que me temblaran las manos. El moño estaba perfectamente hecho gracias a la práctica de años. Estaba perfectamente vestida, mi body rosa palo y mi tutú del mismo color estaban en su sitio, igual que mis medias y mis punteras. Cogí la pequeña cinta que iba a acompañar mi moño y me la coloqué cuidadosamente.

-Jane tu turno, en dos minutos te toca.-Jack había entrado al vestidor avisándome, y se había largado después de eso. Jack era el nieto de la señorita Darbus, él se encargaba de tenerlo todo preparado para nuestro recitales y que todas estuviéramos en nuestros lugares adecuados en el momento oportuno. Era como la mano derecha de la señorita Darbus, por calificarlo de alguna manera.

Me levanté de la silla y me miré completa al espejo repitiéndome una y otra vez que me relajara.

Me dirigí al centro del escenario. Las luces estaban completamente apagadas, la música empezó a sonar y un foco me apuntó, siendo la única cosa visible de todo el teatro.

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Salí corriendo en dirección a la cafetería, Anne tenía que ser la primera en saberlo. Nada más entrar a la cafetería, el olor a café recién hecho se hizo más que presente, acompañado de la pequeña brisa de calor que daba el pequeño establecimiento en un día tan frío. Vi como Anne estaba sirviendo una taza de café a un hombre trajeado que tenía toda la pinta de ser un empresario bastante importante. Anne se giró poco después de oír el pequeño timbre que tenía la puerta color verde pastel cada vez entraba un nuevo cliente. Sin pensarlo dos veces fui a darle un abrazo mientras una sonrisa iluminaba mi rostro.

-He entrado Anne! Me han cogido!!

-Oh Jane, preciosa, no sabes lo orgullosa que estoy de ti.-Dijo cogiéndome las dos manos mientras las acurrucaba entre sus dos manos calientes.

-Tenía que venir a decírtelo antes de irme a casa, no me lo creo aún. Después de tanto, tengo una mínima oportunidad de que la academia Julliard me incluya en el programa del año que viene.

-Todo viene a su tiempo pequeña, ves como todo su esfuerzo tiene su recompensa? Yo confiaba en ti.-Dijo Anne dándome un pequeño toque en la nariz, nariz la cual estaba roja por el frío.-Tienes la nariz helada, voy a invitarte a un tazón de chocolate caliente. Siéntate donde quieras, corazón.

Me senté en una de las pequeñas mesas de madera blanca que adornaba el lugar y me quité el abrigo y la bufanda, para después coger mi móvil. Tenía que avisar a las chicas.

Jane: 'Italiano a las 8? Tengo la casa libre y podemos pedir que nos lo traigan x'

Marie: 'Yo traigo cervezas vale? X'

Alex: 'Quizás llego un poco tarde que hago de niñera hasta las 8 y la casa está a unos 15 min de la tuya, pero contar conmigo xx'

Nina: 'Perfecto perfecto, hasta la noche x'

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Llevaba casi una hora charlando con Anne en la mesa, hacía una media hora que me había acabado la taza del chocolate, pero adoraba pasar tiempo con Anne. Como siempre decía, era como la abuela que nunca tuve.

-Y bueno, que tal con chicos?

-Anne!

-Es una pregunta normal a tu edad cielo, una chica tan bonita tiene que tener a un chico loquito de la cabeza.-Dijo Anne mostrando una pequeña sonrisa de lado.

-Conocí a un chico hace poco, unas semanas nada más, pero es simplemente eso, un amigo. Me presentó a sus otros amigos y tengo que decir que son un encanto. Son muy majos.

-Cuéntame sobre ese chico.

-Pues..-Como definir a Luke? Era bastante difícil definir a una persona sin casi conocerla y con solo haber compartido un par de momentos. Recordé la primera vez que nos vimos, en la biblioteca, como parecía un niño pequeño enfadado por no encontrar su querido libro. O la última vez que le vi, hace unos pocos días, el día que los chicos nos enseñaron por primera vez el establo, cuando nos quedamos los dos charlando en el capó del coche de su abuelo hasta las tantas de la madrugada..

*Flashback*

-Definitivamente Uma Thurman.-Dije convencida dando un trago a la que ya iba siendo mi tercera cerveza.

-Que? Ni hablar, Irresistible es muchísimo mejor.-Dijo Luke dando otro trago a su cerveza. Llevábamos varias horas sentados en ese capó viejo hablando de todo un poco, intentando conocernos un poco más el otro al otro, y así habíamos acabado, discutiendo sobre que canción era mejor del nuevo disco de Fall Out Boy. Básicamente nuestra conversación había ido entorno a la música.

-Por qué no se oye a nadie?-Dijo Luke con el ceño fruncido intentando mirar hacia el interior del establo, cosa imposible desde nuestra posición.

-Voy a mirar.-Dije dejando el botellín de cerveza en el suelo y bajando del capó. Me acerqué al establo y como había podido deducir antes de verlo con mis propios ojos, vi como todos se habían ido.

-Nos han abandonado.-Dije acercándome a Luke y viendo como soltaba una carcajada mientras bajaba del capó.

-Te acompaño a casa.-Dijo cuando estaba en mi posición.

-Oh, no hace falta. Puedo ir yo sola sin problemas.

-No era una pregunta Jane, la llevas clara si crees que voy a dejar que te vayas sola por estas calles a las dos de la madrugada.

Y así fue como veinte minutos después nos encontrábamos los dos en frente de mi casa. No habíamos pronunciado palabra en todo el camino, pero había sido agradable tener a Luke a mi lado, me había hecho sentir más cómoda que yendo sola.

-Gracias por haberme acompañado.

-Sabes que no te hubiera dejado ir sola.

-Te debo una.

-Me voy a tomar eso como una invitación a ir a comer pizza algún día.-Dijo mostrando una sonrisa.

-Buenas noches Luke.

-Buenas noches Jane.-Dijo Luke dándose media vuelta poniendo sus manos dentro de sus bolsillos delanteros de su pantalón negro. Haciendo que eso fuera lo último que viera de él esa noche antes de que diera esquina en la siguiente calle.

*Fin flashback*

No sabía el motivo, o quizás si, pero podía notar un poco de nerviosismo y de cómo mis mejillas se tornaban un en poco coloradas.-Pues..es alto, rubio, tiene pinta de chico malo pero conmigo ha sido muy bueno y sé que el fondo es un poco sentimental.-Dije soltando una pequeña risita.

-Como se llama el afortunado?-Dijo Anne con interés.

-Afortunado?

-Oh vamos, se te han puesto las mejillas rojas solo de pensar en el durante unos segundos. No te había visto así nunca cuando se trata de hablar de un chico.-Dijo Anne con cierta ternura.

-Luke, se llama Luke. Pero es solo eso, un buen amigo.