Veiz no se acordó de que había un escalón, ocasionando que casi se cayera. Pero una mano en su pecho y otra en su hombro izquierdo detuvo la caída. El chico, avergonzado, giró la cabeza para ver quién era.
_. ¿Estás bien? -le preguntó el chico de ojos oliva, preocupado-.
Veiz se levantó avergonzado. Afirmó con la cabeza y seguido abrió el portón de su casa.
Transcurrieron 3 días completamente normales. Sin nada de especial. Veiz y Allek habían planeado ir a las tiendas de nuevo, pero esta vez a apartar los muebles, lo cual fueron a hacer después de acabada la semana.
Veiz fue a casa de Allek para tomar la estación de metro más cercana a otras tiendas, lugar donde iban a apartar los muebles.
._ ¿Cuáles piensas llevarte? -preguntó Allek-.
._ Los grises.
._ ¿Se puede saber por qué te gustan tantos los colores oscuros?
._ Nada... -dijo con algo de desánimo-
Apartaron unos muebles grises con blanco, llegando al acuerdo de dejarlos en casa de Allek mientras tanto. En el metro.
._ No quiero ocasionarte molestias con lo de los muebles. Mejor lo llevamos a mi casa.
._ No. -negó de inmediato Allek- No tienes espacio.
._ Pero no son tuyos, son míos.
._ No me importa, insisto en ayudarte.
Veiz se quedó callado ante esas palabras ya que no tenía respuestas.
Llegaron a la estación y tuvieron que despedirse, pero antes de eso.
._ Oye, toma. -Allek tenía una sudadera en sus manos, entregándosela al otro chico- Olvidé entregártela.
._ Te dije que te la regalaba, no la necesito. De todos modos ya me estaba empezando a quedar pequeña.
._ ¿Pequeña? -Observó a Veiz de abajo para arriba-. ¿Con ese físico de Lalaloopsy que tienes? -constestó sonriendo mientras colocaba la sudadera en su hombro derecho-.
Veiz cruzó los brazos tratando de parecer serio, ocultando la gracias del comentario de su compañero, ya que él mismo reconocía que era verdad.
._ Soy mas fuerte que tú.
._ Ajá.-rió un poco-. Eso ya lo veremos.
El colorido chico se dió la vuelta y lo despidió con una mano.
Veiz se devolvió a su casa y fue directamente al cuarto de su hermana.
._ Toca la puerta, inútil. -dijo la hermana menor de Veiz, Olivia, en un tono furioso.
El mayor, ya dentro de la habitación de su hermana, tocó la puerta en un intento de hacerse el gracioso. A lo que la chica suspiró.
._ Dime.
._ Tu amigo Noth tiene una camioneta, ¿cierto?
._ Ajá.-Respondió colocandose un audífono en la oreja izquierda-.
._ Pregúntale si puede venir a buscarme a mi y a un amigo mañana para traernos los muebles
._ ¿Por qué no le dices a Papá? -Continuó observando a otro lado-.
._ De seguro se va a poner la criticar lo que escogí.
Al padre de Veiz nunca le ha gustado los gustos de su hijo.
._ De acuerdo.-Sacó su teléfono y comenzó a escribirle a su compañero-. Y ese amigo... ¿Allek, verdad?
._ Si. ¿A qué viene la pregunta? -empezó a sentarse en un banquillo, a lo que su hermana le lanzó un pequeño cojín que tenía cerca a la cara-
._ ¡No te acomodes! Pues, no sé, pero ese chico te mira con ojos.
Veiz le lanzó el cojín de vuelta a la nuca de la de cabello corto.
._ Qué ojos ni nada, apenas nos vamos conociendo.-Contestó a la defensiva.
._ Si pero uno nunca sabe, quizás ya te hayas ganado su confianza.-respondió lanzando el mismo cojín al suelo-.
._ ¿Con que confianza, ah? Pues si le pasara algo, no creo que me llame.
El teléfono del chico comenzó a sonar apenas acabada de pronunciar esa oración. Era Allek. Contestó.
._ ¿Hola?
._ Es el destino, los caminos de la vida, Cupido, algo, no sé.
._ Shh... ¡Ah! ¿Pero está todo bien?... iré para allá, no se preocupe... si, si. Avisaré, gracias.
._ Deberías hablarle con más cariñito.
._ Era su madre, al parecer Allek acaba de sufrir un accidente, por lo que voy al hospital.
._ ¿¡Que le pasó!? -soltó su teléfono al instante-.
••••Continuará••••
~Curiosidad: A pesar de las apariencias, Veiz es más potente y ligeramente más fuerte que Allek.
~Curiosidad2: Noth está saliendo con Olivia, pero solo Savannah lo sabe.
