Wild Heart (The Vamps) [TERMINADA]

~CAPÍTULO 29 - Ataques~

*Narra Marta*

(Al día siguiente...)

Me despierto temprano. Ayer estaba muy cansada y quise dormir con Brad. Me levanto y me dirijo al baño. Estoy bastante dormida pero no puedo pasar por alto unas letras que veo en el espejo: «Voy a hacer tu vida miserable Marta...»

Me voy corriendo a despertar a Brad. Lo llevo al baño y por desgracia mía, las letras han desaparecido.

Brad: Tu vista te ha jugado una mala pasada, descansa.

Marta: Te digo que en el espejo ponía eso.

Brad: Vale... Duerme.

Y se va. Yo me quedo mirando fijamente el espejo. Es imposible que alguien haya entrado en los pocos minutos que he estado fuera. Entonces, ¿cómo han desaparecido? Y... ¿Quién quiere hacer mi vida miserable?

Salgo del baño y me siento en el sofá. Amy se acerca.

Amy: ¿Te preparo un colacao?

Marta: Em... Sí... Supongo.

Va hacia la cocina, si se puede llamar así, y me lo prepara.

Amy: Toma.

Marta: Gracias...

Bebo un poco y me doy cuenta de que el sabor es raro.

Marta: Amy, ¿has mirado si la leche está caducada?

Amy: No - lo mira - Vaya... Parece que si... No bebas mas.

Marta: No, no... - aunque ya empiezo a notar mi estómago revuelto.

Me levanto y me voy a mi cama.

Amy: ¿Te encuentras mal? Ahora me siento culpable...

Marta: No tranquila... Solo necesito descansar - lo ha hecho a propósito seguro.

Amy: Bueno pero para cualquier cosa aquí me tienes.

Marta: Aha...

Me tumbo en mi cama y intento no pensar en mis tripas.

X: Cariño ¿estás bien? - es Brad.

Marta: Me duele un poco la tripa.

Brad: ¿Te llevo a un médico? - niego - ¿hospital? - niego - ¿Quieres un polvo?

Marta: ¡¡¡Brad!!!

Brad: Era broma - me besa la frente - Si necesitas algo estaré en el sofá.

Marta: Vale.

Brad: Te quiero.

Marta: Te quiero.

Irina: Que si tortolitos - dice desde su cama.

Miro a Brad y le sonrío. Se va y se sienta en el sofá.

Después de un rato tengo ganas de vomitar y voy al baño. Vomito y me estoy un buen rato.

Brad: ¿Estás bien? - dice apareciendo en el baño.

Marta: Si...

Brad: ¿No hay nada que pueda ayudarte?

Marta: No lo sé.

Brad: Tu eres mujer, deberías saberlo...

Marta: Pregunta a alguna otra o busca en internet.

Brad: ¡Voy! - y se va.

Marta: ¡Pero no me dejes aquí sola!

Me conformo con estar un rato sentada por culpa de que me vienen vómitos constantemente.

Brad: Una manzanilla - dice entrando al baño de nuevo.

Marta: ¿Quién te lo ha dicho?

Brad: Irina, pero Amy te la va ha hacer.

Marta: No. Que la haga Irina.

Brad: Pero si... - no le dejo acabar.

Marta: Nada. Irina.

Brad sale y oigo como discute con las dos chicas. Pero al final, cuando decido salir a sentarme en el sofá, veo a Irina haciéndomela.

*Narra Irina*

Irina: Toma Marta - le doy la manzanilla.

Marta: ¿Está rica?

Irina: No te mentiré, está asquerosa.

Marta: Vale...

Se la doy y empieza a beberla a sorbos.

Marta: Decs...

Irina: Bebe.

Marta: No.

Irina: Bebe.

Marta: Vale...

Bebe la manzanilla poniendo caras de asco. Pero no la culpo. Está asquerosa.

Irina: Ahora descansa.

Marta: Gracias - me sonríe.

Me voy al otro sofá y Amy no tarda ni un segundo en venir a molestar.

Amy: ¿Te apetece hacer deporte? - dice antes de que pueda hablar.

Irina: Sola si.

Amy: Vamos... Así nos conoceremos mejor...

Irina: Está bien...

Nos vestimos las dos para hacer deporte y salimos de la furgo.

Amy: ¿Por dónde vamos?

Irina: Por donde voy siempre.

Amy: ¿Y si cambiamos un poco?

Irina: Está bien...

Vamos por donde dice ella. Yo suelo ir por el paseo de la playa pero ella me lleva por la montaña. Vamos corriendo sin rumbo, simplemente porque debo confiar en ella, no conozco el camino.

Amy: Una carrera hasta la cima.

Irina: Tu quieres que me pierda.

Amy: No tonta. Va. Uno. Dos. Tres - se echa a correr.

Irina: Eh - empiezo a correr yo también.

Sigo corriendo pero esta chica siempre desaparece.

Bien. Y ahora me he quedado sola, en un lugar que no conozco. ¿Cómo se supone que voy a volver?

Irina: ¡¿Amy?! - nadie responde.

Sigo subiendo hasta llegar a arriba de todo. No hay nadie.

Miro hacia abajo que hace bastante pendiente a ver si la veo. En un segundo, sin que que de tiempo a reaccionar, alguien me empuja y caigo. Cuando consigo parar, noto que me duele todo, excepto la cabeza que me la había protegido con los brazos. Pero aun así no me muevo, no soy capaz.