Animals {Larry Stylinson.

parte dos.

Jadeos constantes salían de entre mis labios. Louis Tomlinson hacía maravillas con aquella boca perfecta que poseía. Jalé su cabello un poco hacia atrás para verle unos instantes en los cuales cruzamos miradas. Mordí mi labio dedicándole una ladina sonrisa para luego volver a empujarlo hacia mí para que siguiese dándome placer. Él no se negaba a mí, no podía ni quería hacerlo, pero lo detuve apartándolo de mí porque correrme en su boca en medio del pasillo no estaba en mis planes.

—Vayamos a mi habitación —digo más como orden que como sugerencia.

— ¿Qué hay de tu compañero? —Cuestiona limpiando su boca y lo atraigo hacia mí para besar sus labios una vez más mientras subo mis ropas y abrocho mis pantalones.

—Él no molestará —aseguro y tomo su mano para que recorramos los pasillos a paso ligero el cual sigue sin problemas.

Una vez llegamos a mi habitación, lo suelto para colocar la llave en la cerradura y así abrirla cediéndole el paso. Cuando ambos estamos dentro, vuelvo a pasar llave y apenas volteo, estas caen de mis manos por la sorpresa de tenerlo devorando mis labios como si no existiese un mañana.

Sigo aquel candente beso bajando mis manos al final de su remera la cual levanto a prisa quitándola con su ayuda. Solo unos instantes nos separamos pero una vez más nuestros labios vuelven a unirse. Nuestras bocas chocan con fervor al igual que nuestras lenguas deseosas de degustarse la una con la otra.

Se dedica a desabotonar mi camisa la cual abre recorriendo mi pecho con notorias ganas de sentirlo y la deja caer por mis brazos sintiendo mi musculatura al presionarlos levemente.

Lo guío de espaldas hacia la cama sin separarnos y puedo sentir la presión que hay bajo mis pantalones, lo empujo sobre esta y se acomoda viéndome lujurioso mientras me arrodillo en la cama posándome sobre él haciendo que nuestros miembros se froten por sobre la ropa. Toma mis caderas y ambos disfrutamos de esa fricción mientras devoro su cuello con necesidad. Sus manos bajan al cierre de mi pantalón el cual baja para introducirse dentro de mis bóxers tomando mi miembro con su mano haciéndome gruñir de placer. Rasguño su cuello con mis dientes y bajo por su pecho con mi lengua caliente deseosa de su sabor. Me detengo en sus tetillas para lamerlas y jugar con ellas notando el placer en su rostro que es algo que me termina por encender. Desabrocho sus jeans los cuales bajo con su ayuda cuando levanta sus caderas y sin rodeos también quito los bóxers para comenzar a masturbarlo con mayor facilidad.

Beso su abdomen y desciendo por su pelvis pero antes que nada, me deshago de su ropa por completo quitando su calzado también para tenerlo desnudo frente a mí. Las ganas de poseerlo aumentan y me dispongo a tomar su miembro lamerlo como si de una paleta se tratase y oír sus gruñidos mientras se acomoda apoyándose en sus codos para verme mientras lo hago. Cuando siento que ya lo he hecho desear demasiado, lo introduzco en mi boca lo más profundo que me es posible una y otra vez mientras balancea sus caderas en busca de más lo cual no le niego.

—Oh Harry —jadea mientras se retuerce de placer ante mi por lo cual llevo mi mano hacia su boca y la relame introduzco dos dedos en ella y el solo sigue mi juego relamiéndolos y mordiéndolos apenas mientras suelta gemidos que no puede contener.

Lo saco de mi boca y sin preámbulos, introduzco un dedo en su entrada comenzando a moverlo para dilatarla por lo cual gruñe apretando sus labios. Abre sus piernas facilitándome el trabajo y dos dedos mas están moviéndose de afuera hacia adentro de él haciéndole maldecir de placer.

—Jodido Harry —jadea rasguñando mi pecho en una caricia desesperada. Tomo mi miembro para masturbarlo y cuando estoy lo suficientemente erecto saco mis dedos para posicionarme en su entrada y fácilmente, penetrarlo. Suelta un agudo gemido que retumba en la habitación pero sé que le gusta, aquello le encanta y lo comienza a disfrutar tanto como yo. Enrosca sus piernas en mis caderas y me inclino hacia él para besar sus labios sin dejar de moverme dentro de él. Nuestros labios se juntan salvajemente en un intercambio de saliva que parece desesperado pues ninguno para de jadear. Apoyo mis manos a los lados de su cuerpo para estar firme y embestirle con mayor intensidad.

Gemidos, todo lo que se escucha en aquella habitación y el sonido de nuestros cuerpos impactando con fuerza.

En cuestión de minutos aquella posición ya no me parece suficiente, salgo de él para así de costado, posicionarme tras su cuerpo, tomo su pierna la cual levanto y vuelvo a apegarlo a mí penetrándolo duro una vez más. Beso su hombro y degusto su cuello al que tengo fácil acceso sin frenar un solo momento el vaivén de mis caderas. Toma su pene para comenzar a masturbarse mientras aprieto su muslo para no empujarlo alejándolo de mí con cada intensa penetración que doy.

Su abdomen se contrae y sé que los espasmos están apoderándose de él pues cierra sus ojos y sus deliciosos labios se entreabren dejando salir desde lo más profundo de su garganta gemidos para en cuestión de segundos, correrse sobre su mano y torso.

Mientras se recupera, salgo de adentro de él posicionándome sobre su cuerpo para besarle. Entonces, comienza a masturbarme ágilmente, pues sabe que también estoy por llegar a mi tan deseado clímax, al cual me lleva y me dejo caer sobre su cuerpo respirando con profundidad.

Pulsos acelerados, respiraciones entrecortadas, orgasmos brutales y placer extremo era todo lo que quería esa noche, y a Louis Tomlinson a mi merced.

Me hago a un lado y cruzamos miradas mientras su mano recorre mi torso desnudo.

—Eso fue bueno ¿Verdad? —Cuestiono con una sonrisa ladina y me acerco a besar brevemente sus labios.

—Eso fue jodidamente bueno, Styles —me mira de reojo sonriendo de igual manera.

—No volverás a resistirte a mi ¿Verdad? —Apenas si río.

—Esa respuesta me la guardaré para una próxima ocasión —ríe y me pongo de lado para posar mi mano en su pecho y volver a besarle.

— ¿Eso es un sí? —Cuestiono burlón sobre sus labios.

—Eso es un; vete a la mierda y deja a mi culo en paz —se burla y ahora es él quien se lanza sobre mí a besarme.