La apuesta con el chico malo. ~CELLIGNA~

Capítulo 1 (Parte 2)

Parecía que todos estaban todavía dormidos. El problema era que mi estomago exigía comida. Abrí un cajón y encontré una caja de creal. Luego abrí la heladera, recogí un cartón de leche y lo serví en los cereales, me lo comí con ganas. Me moría de hambre.

Leila salió de detrás de la pared que separaba la cocina con las escaleras. Parecía que se acababa de despertar.

-¿Puedo tener yo también?-Preguntó.

-Agarralo tú misma-Contesté. Puso los ojos en blanco y fue a buscar un bowl.

Después de terminar nuestros cereales, nos sentamos en el sofá a ver tele.

***

-Cielos,¡Ven Leila! ¡Vamos a llegar tarde!-Dije desde el porche, papá estaba listo para su entrevista de trabajo y para llevarnos a mi hermana y a mí a la escuela.

Yo suspiré pesadamente.

Besé a papá y a Lei en la mejilla a modo de despedida y bajé del auto. Papá se fue y yo caminé, nerviosa, hacia la escuela.

Todo el mundo me miraba como si fuese una superstar(no mentira). Bueno, soy nueva aquí , así que claro que me observaban con miradas raras.

Rápidamente caminé a la sala de profesores, que afortunadamente estaba en el primer piso. Una prefesora me dio la bienvenida inmediatamente y me dio un horario.

Se ofreció a llevarme a mi primer clase, deporte.

-Como es tu primer día, deberás sentarte y mirar a tus amigos. Además, no tienes uniforme de deporte todavía, ¿no?.-

Solo asistí mientras caminábamos en silencio. La profesora parecía joven. Pelo ondulado, rubio y brillantes ojos azules.

-Me puedes llamar Emma, por cierto-añadió.

-Bueno, Emma-dije, por alguna razón empezaba a gustarme la atmósfera de esta escuela.

Su nombre es Sergio Celli. Las palabras del conductor del taxi estallaron de golpe dentro de mi cabeza.

Eso es. Tengo que tener cuidado. Desearía no conocer nunca nunca a ese chico malo.

Paramos delante de una puerta con la palabra "Gimnasio" tallada en ésta. Emma abrió la puerta de golpe.

Observé que era un gimnasio espacioso donde los alumnos se encontraban jugando baloncesto entretenidos en ello.

-¡Chicos!-Emma aplaudió para tener la atención de los alumnos, que pararon sus actividades inmediatamente. Un hombre de mediana edas vestido con un equipo deportivo negro y una gorra se acercó.

-Buenos días, Emma. ¿La puedo ayudar?-preguntó el hombre con educación.

-Si, Bill. Tenemos una nueva alumna, y su primera clase es deporte. Pero todavía no tiene el uniforme.-explicó Emma.

-Ya veo- respondió ante la explicación de Emma y luego se dirigió a mí con una pregunta-¿Cómo te llamas?-

-Soy Florencia Vigna, pero me puede llamas Flor. Vengo de Londres-me presenté respondiendo su pregunta.

Bill asistió y sonrió con emoción bañada en sus ojos.

-¿Sabes?, ¡Yo también soy de Londres! Encandado de conocerte, Flor. Ahora te presentaré a tus compañeros de deporte, y luego te puedes sentar ahí y verlos, ¿Dale?.- dijo, señalando hacia una fila de sillas en un lado del gimnasio.

-Dale, gracias Bill-respondí.

Emma se fue diciendo que tenía que retirarse para ir a su clase. Wow. Bill me llevó al centro del gimnasio.

-Todo el mundo, ¡Venga aca!- ordenó con voz severa.

Después de que todos los estudiantes estuviesen ahi, se aclaró la garganta.

-Tenemos una alumna nueva, es de Londres, su nombre es Florencia Vigna. Por favor sean simpáticos con ella. ¿Alguien quiere llevarla a hacer el recodido por la escuela?-Bill preguntó hacia la clase.

Sorprendentemente, una chica con el pelo largo levantó la mano.

-Bueno, gracias Paula.- dijo Bill a la única interesada en darme el recodido por la escuela. Luego los mandó a que siguieran practicando baloncesto haciendo equipo de cinco. Me senté en las gradas, aburrida, mirándolos organizándose.

Sentía como que tenía que ir al baño, y supongo que no necesitaba a alguien para que me lleve allí porque lo había visto de camino al gimnasio.

Bill me dejo asi que fui al baño. Abrí la puerta y me encontré un chico y una chica teniendo sexo literalmente.

-¡¡SANTA MIERDA¡¡- exclamé sorprendida.

La chica paracía estuperfacta. Sus labios estaban hinchados. Empujó al chico y corrió afuera, dejándome pactada. El chico que se encontraba de espalda a mí, se giro lentamente.

Mi respiración se quedó atrapada en la Era guapo. Muy guapo. Su pelo marrón oscuro estaba desordenado y los pocos botones de su camisa abiertos, revalando su duro pecho que subía y bajaba rápidamente por su respiración agitada. Sus labios también estaban hinchados haciéndolos parecer más rojos de lo normal y sus ojos eran oscuros. Casi negros.

No sé porqué, pero me sentía asustada.

Se dirigió a unos de los grifos y abrió la llave, cepillándose la boca, tosiendo y gimiendo de disgito.

Di un paso atrás, mi objetivo era la puerta. Estaba apunto de abrirla cuando me llamó.

-¡Espera!

Tragué saliva y estire mi falda. Eso es lo que hago siempre que tengo miedo.

-¿Qué?- pregunté, y de alguna manera me sentí orgullosa porque mi voz sonó firmé.

-¿Quién eres? Nunca te he visto antes- preguntó con interés. Su voz ronca mandó escalofríos por mi cuerpo, y estaba intentando mucho ignorarlo. Mucho.

-Soy nueva aquí.- se hizo un silencio entre nosotros que no me gusto nada. Así que proseguí- Bueno, supongo que voy a volver a mi clase. Nunca, nunca más voy a volver a usar este baño.

Lo oi reir. Oh ¿Ahora que?

-Todos los años de este colegio han sido usado como un lugar para tener sexo por los deportitas, animadoras, y muchos más. ¿Quieres que te los mencione uno por uno?.-preguntó, sonriendo con burla. Sus ojos estaballan de diversión. Ya no eran oscuros. Ahora me daba cuenta de los marrones que eran.

Me estremecí mientras lo miraba con furia y luego gire para salir e irme al gimnasio. Sentía como me seguía todo el camino pero intenté que no me importase. Aunque empezaba a molestarme. Aun cuendo entré al gimnasio me siguió.

Me giré a punto de insultarlo cuando oí a Bill gritar furioso.-¡SERGIO CELLI¡ ¿DÓNDE ESTABAS? ¡¿Y POR QUÉ NO LLEVAS PUESTO TU UNIFORME DE DEPORTE?!

-Mierda- murmuró el chico.

Ehh, ¿Qué?

¡Así que el era Sergio Celli!