La noche más oscura para el régimen

86 8 0
                                    

Era una noche oscura y solo las tenues farolas iluminaban las angostas calles del centro de Madrid. El frío era intenso hasta para ser Diciembre y el único ruido era un grupo de borrachos gritando y marchándose por el fondo de la plaza de Sol, en la oscuridad de la noche él se sentía tranquilo y confiado, su trabajo era sencillo, buscar y acabar con ciertos miembros de la corrupta clase dominante estatal. Poco a poco se había labrado una reputación en la ciudad, era un hombre que trabajaba por convicciones y no por dinero, aunque siempre venía bien las donaciones generosas que le hacían en ciertos lugares, simplemente actuaba y terminaba con el hombre corrupto. Desde la creación de la dictadura militar implantada en España hacía ya dos años habían salido héroes revolucionarios, pero ninguno tenía el renombre del llamado "Republicano", la clásica bandera republicana tricolor sobre el cadáver era la máxima burla sobre la prohibición de tener otra bandera que no fuera la bandera española con el águila en medio.

Aquella noche no tenía previsto actuar, simplemente había estado junto a sus amigos disfrutando de una tranquila velada, su clásica bandera estaba escondida en una calle adyacente y ahora la cogería en su camino a casa, pero cuando se acercaba al escondite escucho un ruido que desgarro el silencio, un grito femenino sonó en la calle contigua y se asomó a ver. Después de tantos años había cometido el primer error de su vida, guiarse por su corazón y no por su cerebro, nada más asomarse supo el error que había cometido, dos segundos después estaba en mitad de una pelea con tres policías mientras que la chica estaba acurrucada en un rincón sin moverse. Tras cinco minutos de enfrentamiento logró hacer que los policías huyeran y pudo acercarse a la chica, la chica parecía herida pero tenía los ojos abiertos y trato de levantarla, era una chica pelirroja y con bellos ojos verdes cuya ropa estaba totalmente desgarrada. Al acercarse el hombre y cogerla se dio cuenta de que algo la estaba manchando de sangre, y noto la herida que le cruzaba la cara, pero a pesar de ello la cogió en volandas y se la llevó de allí. Recogió la bandera republicana escondida y se la puso a la chica encima, la cual estaba tiritando totalmente debido al frío. Tras veinte minutos de caminata llegaron a la casa del hombre, un pequeño bloque de pisos a las orillas del Manzanares desde el cual se podía ver el Estadio Vicente Calderón. Las piernas de la chica estaban totalmente manchadas de sangre, al igual que la bandera republicana pero él no flaqueaba en su empeño de llevarla hasta un lugar seguro, los ojos verdes varias veces buscaron los ojos verdes del chico pero este ni siquiera bajaba la vista. Una vez entrados ya en la casa la vista empezó a fallarle, pero a pesar de ello logró subir los tres pisos hasta llegar a su piso, y finalmente logró dejar a la chica recostada en el sofá, tras ello cayó totalmente desplomado sobre el suelo y ambos cayeron en un profundo sueño.

Cuando el hombre recupero el sentido vio como la luz solar le daba contra sus ojos, trato de desperezarse pero se encontró con la chica a su lado curándole con un pañuelo la herida de la cara y no se atrevió a moverse para no asustarla, cuando acabo de limpiar la herida la chica le sonrió y trató de hablar aunque su voz aún temblaba un poco.


El Soldado RepublicanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora