Estábamos en el último año de la preparatoria, y las fiestas en Halloween eran un deleite. Llegué aquella noche con unos amigos y sus novias. Todos decían: "Hey Calum, es hora de que te pongas a conseguir una chica". Yo tan solo las observaba con detenimiento, unas muy mustias, otras muy zorras, y es la verdad, chicas, no se quejen de que yo piense eso de algunas. ¿Por qué son tan extremistas las chicas, acaso no hay alguna que sepa comportarse? Como sea, estaba yo ahí, sentado con mi vaso rojo, tomando sabrá Dios que mierda. La multitud bailaba y mis amigos me dirigían la mirada para ver alguna muchacha. Yo solo negaba con la cabeza. No necesitaba de una chica para divertirme en una fiesta. Fui por más alcohol y una chica con cabello castaño, color de piel dulce y canela se paró a mi lado, nada pretenciosa. Sirvió en su vaso algo de brandy. No me miraba a pesar de que yo la veía de reojo. Joder, se había puesto un vestido con algo de encaje, al parecer venía vestida de una momia, la momia más sexy que había visto. Me sonrío y entonces me jaló hacia ella.
Mi amigo me interrumpió:
—Hermano, ven...—me arrastró hasta nuestro lugar.
—Espera—me zafé de él.
—No me digas que Calum, no quiere pasar una noche con alguna chica de esta fiesta—se reía.
—Jamás dije que no, pero mira... Observa a esa momia—le indiqué discretamente con el dedo.
Abrió sus enormes ojos, casi se le saltaban de las cuencas—Muy buenas carnes Hood, ¿qué esperas? —me aventó y se siguió de filo.
¿Qué le voy a decir? Me quedé plantado ahí, miraba a todos lados y me debatía por ir... Al reaccionar ya me hallaba frente a la tierna chica.
Ella me miró y sonrió, se le cerraban un poco los ojos y su sonrisa era tímida y sensual. ¿Qué combinación no creen?
—¡Hola! —agité mi mano.
Sus amigas me miraron y la codearon, esperaba que no trajera a su novio. Pero ella respondió, levantándose y ajustándose su vestido. —Hola...
—Hola—repuse—Quería... saber... Bueno quiero saber, ¿cómo te llamas? —nada inteligente pasaba por mi cerebro.
Me miró confundida—¿Querías?. —
—No, aún quiero saber.
—Soy Marian. ¿Y tú? —bebió un poco de su vaso, traía un poco de lipstick y lo dejó en su vaso.
—Yo... Calum—me encogí en hombros.
—¿Nadie te dijo que se trataba de venir disfrazados? —me escaneó.
—Éste es mi disfraz—quería resultar gracioso. Pero fallé. Ella solo asintió.
—Entiendo. Pues tu disfraz me gusta—me guiñó el ojo.
¿Le gusté? Ok sé que hubiera sido ridículo usar algún disfraz o traje. Pero no me van los disfraces. Ahora me siento como un completo freaky por no estar como ellos.
Anduvimos caminando, mientras bebíamos un poco de soda y alcohol. Estudia en una escuela que ni siquiera sabía que existía. Dice que eligió vestirse de momia porque era el vestido que encontró en una tienda de disfraces y era el que menos parecía de una zorra. Solo se ve sexy con el vestido, le entalla bien y no luce como las miles de rameras que hay. Lo siento. Tengo que decirlo.
Charlamos de la escuela, ambos coincidimos en que detestamos las matemáticas y de hecho aceptamos que nunca las ocuparemos para algo. Como para elegir un buen disfraz o como para hallar la forma de acercarse a alguien. Estuvimos ahí, sobre una fuente de esta casa.
Minutos más tarde me dijo que se tenía que ir, afortunadamente no tuvimos que bailar ya que tampoco me gusta bailar. Y a ella tampoco. Llegamos a donde se supone que debían estar los invitados.
—Demonios, se fueron—se tocaba la cabeza, mirando a todos lados.
—No te preocupes, seguro deben estar por ahí—trataba de tranquilizarla, pero soy pésimo en ello.
—Hood—gritaban mis amigos—¡Vámonos! —se tambaleaban un poco.
Ví sus ojos de preocupación, pueden creer la lindura chica que es. No pensaba dejarla aquí varada, me ha caído bien y me agrada. No es una chiquilla odiosa y debo comportarme como un caballero.
—Espérame, de acuerdo—la miré. Y ella solo asintió, sentándose.
Habían ya muy pocos invitados.
—¿No te la has tirado aún? Eres lento—me golpeó el hombro mi amigo.
Puse los ojos en blanco—Vamos hermano, deja de decir idioteces. Voy a esperarme con ella—la señalé.
—Como quieras, estaremos en casa de Fletcher, alcánzanos—se siguieron de filo todos.
Yo regresé con ella. —He marcado muchas veces y me mandan a buzón—colocó sus manos sobre su regazo.
—¿Quieres que salgamos a ver si sus autos aún están afuera? —propuse.
En serio estaba preocupada.
—Gracias Calum, salgamos de aquí—cargó su bolso, salió caminando y yo iba a su lado.
Los únicos autos que quedaban era el mío, y unos cinco más. Pero ninguno era de sus amigos.
—Se fueron... Mi madre me va a matar—se sentó en la banqueta.
—No... Si quieres yo te puedo llevar—.
—¿De verdad? —sonrió. Y se marcaron sus hoyuelos. Regularmente me fijaba en el trasero o las bubis de una chica, pero ella en serio que tiene algo muy sensacional. Y quiero saber que es.
Subimos a mi auto, y es todo lo que recuerdo...
En realidad no.
Ella prendió el estéreo y en cuanto sonó la primera canción de mi banda favorita, el ambiente se puso tan relajado. Le pedí que se tapara las piernas con mi chaqueta, ya hacía frío y pienso que siente incómoda al dejarme ver el color de sus piernas.
Me indicaba por donde era el camino. Me estacioné a unos metros de su casa.
—Gracias Calum, eres tan lindo por haberme traído—se disponía a salir del coche.
Y no le había pedido ni su número, solo sabía su nombre.
—Espera... Por favor.
Ella me miró—¿Ajá? —cerró la puerta.
Guardé silencio, y ella me contemplaba entre las penumbras de mi auto.
—Me debo ir, ya es tarde...
La jalé del brazo, y espero que no me meta a la cárcel, pero necesito besarla.
Me acerqué a ella, y continuó mi beso. Estaba luciendo como un completo desesperado y no era caballero, sin embargo no sé si la vuelva a ver, quiero pensar que sí.
Temblaba un poco del frío y entonces fundí mi mirada en la suya. Estaba perpleja ante mi reacción.
—Debo entrar—susurró.
—Tan sólo bésame—mis labios seguían unidos a los suyos—dime que te volveré a ver.
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Fanfiction (5sos's songs)
FanfictionTodas las canciones tienen una historia, alguna anécdota. Pero tal vez hay otras que detrás de ello, esconden nuestros más profundos deseos. ¿Estos serán los suyos? Acompaña a los chicos y las historias que podrían encerrar esas letras. Créditos a D...