Amnesia || C.H

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Los recuerdos parecen acechar mis noches, para no dejarme dormir. Me muero por despertar sin que todas estas sensaciones se apoderen de mis pensamientos, de mi corazón y de mi piel. Pero es inútil no consigo sentirme bien. No estoy del todo bien...

***

El camino se estrechaba entre las calles y ella veía por el retrovisor, aún la recuerdo. Podía palpar su respiración empañando la ventanilla del copiloto. Mis manos apretaban con firmeza el volante. Y la lluvia se desplazaba entre los cristales, con los limpiadores de un lado a otro, torturante.

La estúpida radio no dejaba de anunciar las próximas tormentas, como si tuviera ganas de tener más en estos momentos. Hemos llegado a éste punto, donde la incertidumbre de nuestra relación nos consume, sin piedad. Estamos cansados.

***

Prefiero montarme mi sudadera favorita y los jeans sucios que he usado durante esta semana, porque siendo honestos no he querido hacer nada de mi jodida vida. La extraño a ella, y a su manera tan meticulosa de ser. Podría jurar que sus risas resuenan en mi mente a cada segundo. Me estoy dando valor para regresar a la escuela, ver los lugares en los que solíamos estar, y no es que quiera yo eso. Sin embargo no tengo alternativa.

-Calum, ¿no piensas ducharte?-mi mamá escupe al ver mi asquerosa imagen.

-No-digo desganado, yendo a la cocina.

Siento sus pasos detrás de mí.

-Al menos deberías peinarte-suspira con mucha molestia. No me importa.

-¿Podrías dejarme hoy en la escuela?-me sirvo un vaso de leche.

-Toma tu bicicleta y llega tú. Tengo muchas tareas hoy en casa. Y tú, ni tu hermana me han podido ayudar.-se cruza de brazos.

-No tengo humor mamá. Tan solo déjame a unas manzanas de la escuela.

Pero ella se niega, saliendo de la cocina. Me quiero morir, no tengo ganas de nada. Siento una debilidad en mi cuerpo, en mi alma y creo que voy a romper en llanto...

-Date prisa, te veo en el auto-grita mi madre, cerrando la puerta principal.

Cojo mis cosas de la escuela, y una sudadera. Al menos me echaré un poco de agua en mi horrible pelo. Subo al auto y ella mi observa con molestia.

-Si no te bañas hoy llegando, te prometo que hago que te vayas caminando diario a la escuela-arranca el auto y nos adentramos a la carretera.

Lo que menos me interesa ahora es mi aspecto. Tengo cosas más importantes en que pensar. No en como luzco.

-Tiene un mes que terminaron con Cristine. Sé que es duro para ti. Pero aquí estoy, contigo hijo-farfulla mi madre, aparcándose a unas cuadras de mi escuela.

-No la menciones-suspiro, abandonando el auto.

Todo mundo habla de ella, mis amigos, mis padres... Jodida forma que tienen de apoyarme, duele demasiado escuchar su nombre, porque vienen a mí sus palabras, su voz y la ternura de su rostro. Éste mes la he pasado mal, cuando rompimos no pensé que doliera tanto.

Todos decían que se sentía del carajo, ahora lo compruebo.

***

-Podríamos seguir siendo amigos-susurraba, pero parecía una voz golpeando mis oídos.

-¿Es lo que quieres?-lo cristalizado de sus ojos me lo negaban. Pero ella se armaba de valor.

-Sí...

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2015 ⏰

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