Enamorado por accidente (Bruno Mars)

Capítulo 59

(Bruno):

Ya había llegado al aeropuerto de Los Ángeles, así que decidí llamar a _______ para avisarle que ya llegué.

La llamé y la llamé, sonaba varias veces, pero jamás contestaba, creo que la llamé miles de veces (literal). Ya me estaba preocupando, así que llamé a Phil.

-¿Aló?- dijo al contestar

-¡Dime que _______ está contigo!- dije desesperado

-Emm, no, ¿Por qué?

-¿No está con Genesis?

-Genesis está conmigo, ¿Qué pasó Bruno?

-Es que volví a Los Ángeles y...

-¿Estás aquí?- me interrumpió

-Sí, pero estoy tratando de localizar a ________ y no me contesta

-Qué raro, ¿Qué pasaría? Mejor ven a mi casa y la buscamos, ¿Sí?

-Ok, voy para allá- dije y colgué

Conduje lo más rápido que pude hasta su casa, llegué y toqué apresuradamente la puerta. La abrió y me recibió con un abrazo.

-¡Bruno, qué alegría volver a verte!

-Phil, te he abrazado como un millón de veces, vamos a la casa de ________- dije desesperado mientras corría de un lado a otro

-Bruno cálmate por favor- dijo Genesis tomándome del brazo

-Lo sé, lo sé, pero no puedo evitar estar preocupado, ¿Ya la llamaron?- pregunté

-Como un millón de veces- dijo Genesis

-Tranquilo hermano, talvez está dormida en su casa

-¿Llamaron a su casa?-pregunté

-Sí, pero nadie contestó ya que sus padres se fueron de viaje- dijo Genesis

Fuimos a la casa de _______, no había nadie así que opté por subirme por el balcón que daba a su habitación, y no estaba. La buscamos en todos sus lugares favoritos de la ciudad, pero nada.

Los Ángeles era una ciudad muy grande, jamás la encontraría yo solo, así que fui a la estación de policía y avisé que ________ estaba desaparecida, ellos me ayudaron a buscarla.

Así, nos comimos toda la tarde buscando, pero nada... ________, ¿Dónde estás?

(_______):

Desperté, tenía los ojos vendados, mis piernas y brazos atados a una silla, mis muñecas estaban apretadas y me dolían demasiado.

No sabía en dónde estaba, tenía mucho miedo. Gritaba pidiendo auxilio, pero era inútil, nadie me escuchaba.

Después de mucho tiempo, sentí que alguien me besó, no era Bruno, pues yo reconocería fácilmente sus labios. Me quitaron la venda y abrí con mucha dificultad mis ojos, ahí los vi, mis secuestradores.

-¡Mishel, Carla, Santiago!- exclamé al mirarlos

-Wow, qué rápido reconoces a la gente- dijo Mishel

-Sí, ah, por cierto, besas muy rico- dijo Santiago

-Eres un idiota, ¿Cómo te atreves?- dije e intentó besarme, le escupí en la cara y recibí una bofetada por parte de él

-¡Qué asco! ¡Eres una estúpida! ¡Tú no eras así, desde que estás con el tarado de Bruno cambiaste!

-¿Por qué me tienen aquí?- pregunté intentando evadir su pregunta al borde del llanto, maldito embarazo que me ponía tan sentimental