Capítulo 2

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Me desperté cinco minutos antes de que sonara la alarma, como de costumbre. Me levanté de la cama, tomé mi uniforme y apagué el pequeño artefacto, que ya había comenzado a sonar. Todos los días era lo mismo, tener que levantarme para ir a un lugar en donde la única persona que me dirigía la palabra era un niño rico con problemas de adicción y donde los maestros te restregaban su autoridad cada vez que se les daba la gana. Muy en el fondo odiaba a mis padres por haberme sometido a un sistema educativo de mierda sin mi consentimiento. Tomé mi uniforme con desdén y lo tiré dentro del baño, mientras metía desesperadamente mi cuerpo a la regadera. Debo admitir que lo único que me motivaba a ir a clases era la ducha matutina. Al momento de sentir como el agua caía lentamente sobre mi cuerpo mi mente viajaba a otro universo, uno alterno, en donde la escuela, los maestros y las preocupaciones no existían, sólo paz y armonía. Cerré el grifo con pesadez, me coloqué la ropa y emprendí mi habitual viaje, sin ánimos. Media hora después me encontraba afuera de la escuela, no faltaba mucho para que dieran inicio las clases por lo que me apresuré a buscar el aula que me correspondía para la primera hora.

Al entrar al salón vi que todos mis compañeros estaban apresurados terminando un trabajo, me acerqué y vi escritas unas cuantas ecuaciones. Tomé asiento y saqué mis cuadernos, estaban completamente destruidos. Noté que todos se sentaron rápidamente porque el profesor de matemáticas había entrado. Tragué saliva, no sabía cómo explicarle lo de mis apuntes.

Me alegré porque íbamos pasar a entregar el trabajo de uno en uno por orden de lista, así podría explicar mejor mi situación. Cuando el maestro me llamó tomé mi libreta y la oculté lo mejor que pude entre mis brazos, no quería que mis compañeros hicieran preguntas al respecto. Me esforcé en poner cara de preocupación, aunque en el fondo me pasara esta clase por los huevos. Lo que en verdad me atemorizaba era la reacción que tendría mi padre al enterarse de que había suspendido una materia, ya había pasado una vez y no pude ver la luz del sol todas las vacaciones.

-No me digas que ese es tu trabajo – se me había olvidado agregar que mi profesor era un ogro, literal. Desde que empezamos el año se la ha pasado llamando mi atención cada que puede e incluso me ha llegado a regresar varios trabajos que tenían un solo error.

-Si tengo el trabajo, pero... - no me dejó terminar.

-Si no lo tienes retírate, no sirve de nada que te excuses.

-Ayer de camino a casa unos chicos me atacaron y rompieron todo lo que había en mi mochila, no pude hacer nada – cuando le señalé el cuaderno su expresión cambió por completo, tenía el ceño fruncido y su mirada daba a entender que estaba bastante molesto.

-¿Crees que voy a creer eso? No tienes ni un solo rasguño – estudió mi expresión, intentando encontrar algo que me delatara, pero no se lo iba a dejar tan fácil.

-Fueron unos chicos de una escuela que está por mi casa, no sé qué tienen contra mí pero no es la primera vez que me hacen algo así. Estoy seguro de que hoy me golpearán – había mentido dos veces en menos de 24 horas y me sentía con la adrenalina a tope. Mis padres nos habían inculcado a mi hermana y a mí el valor de la honestidad, aunque ellos mismos fueran los que nos orillaran a mentir constantemente.

-Ve a buscarme a la sala de profesores a las 6 en punto, quiero el trabajo en hojas de máquina, a mano y sin errores.

-Gracias – le dediqué una pequeña sonrisa y regresé a mi asiento tratando de ocultar mi felicidad.

Mi yo interior estaba dando brincos de alegría, el maestro había accedido a aceptar mi trabajo a pesar de mi lamentable excusa. Creo que me estoy haciendo un experto en el arte de mentir.

Las clases siguieron con normalidad, los maestros se la pasaron hablando de temas que no me importaban, mis compañeros se la pasaban dormidos y yo me apresuraba en terminar el trabajo de matemáticas. Faltaban dos meses para terminar el semestre y los profesores ya no nos exigían con tanto ímpetu como antes, lo que menos querían era tenernos en clases de recuperación y mucho menos de nuevo el siguiente ciclo escolar.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2016 ⏰

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