Episodio Segundo: Tiramos de la caña

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Terminó de entrenar, quedando casi al borde de un golpe de calor, casi sin poder levantar los pies para subir al Beta Julieta amarillo con decorados cianes. Se hizo un ovillo en los asientos de atrás y,mientras Rias y Akeno se sentaban a su lado, él fue cayendo lentamente en los brazos de Morfeo, luego de explicar al choffer donde estaba su casa.
Luego de media hora en ese lujoso vehículo,llegaron a la casa del platino. Era una casa bastante normal. 2 pisos, 3 cuartos, 1 baño enorme ,un gran salón y una cocina titánica. Silver entró sin hacer ruido a la ducha. Mientras él regulaba la temperatura,las chicas se acomodaron en los sofás. Cogieron el mando del equipo de sonido y reproducieron el audio. El CD colocado era música Jazz del juego TouHou Project. Llegaron a la pista número 13, Bad Apple, que estaba en su versión en inglés. Desde la ducha, la voz de Silver se escuchaba acompasada de las gotas de agua.

-Ever on and on I continue circling, With nothing but my hate in a carousel of agony, Till slowly I forget and my heart start vanishing, And suddenly I see that I can't break free~.

Ellas escucharon la letra que fue clavada a la perfección. Se notaba que era una de las canciones favoritas del chico. El sonido del agua cesó,dando lugar al ruido de la puerta abriéndose,dejando ver a un Silver medio mojado con los bóxers puestos y el pelo recogido en una pequeña coleta. Se movió sin hacer un solo rechinido. Ni siquiera el golpe de las piedras de las paredes lo delataban. Pero al momento de abrir la puerta de su cuarto,el horrible ruido de su puerta descubrió el pastel.
Las cuatro jóvenes se giraron por inercia para averiguar de donde procedía el ruido y vieron al pelo-plata, únicamente con sus bóxers negros tratando de abrir la puerta. Se fijaron en los músculos bien definidos del chico,sobre todo los brazos y los abdominales.
Akeno se acercó lentamente a él, que se seguía peleando con la puerta para que abriese. Se puso detrás del platino y pasó por encima sus brazos,abrazándolo por el cuello y acercó su boca a la oreja del chico, mordiéndola suavemente. Silver dejo escapar un ligero y agudo jadeo. Volvió a girar el pomo, en un nuevo y, esta vez exitoso, intento de abrir la puerta de sus aposentos.

Ara,ara.-Dijo la morena.-¿No quieres prestarnos tu cuerpo?

El platino no contestó a la insinuación de la joven. Se puso la ropa más negra que tenía a mano y se puso un brazalete rojo, con varios pinchos de metal, acabada su punta en diamante. La camiseta tenía un colmillo con la punta manchada en sangre que caía sobre el nombre "Tears of the hells" escrita en sangre carmesí. Se estalló ligeramente el cuello y los nudillos y salió de la habitación con un bono de entradas. Allí estaban Akeno y Rin durmiendo sobre los sofás, hechas una pelota sobre ellas mismas. Rias y Miku andaban por el mismo camino,pero al ver que el chico iba a salir, bostezaron en voz alta para llamarle la atención.

-!Hey,Silv!-Llamó la Idol.-¿A dónde vas?

-Hoy es el último concierto de otoño, y no me lo pierdo. Viene mi grupo favorito, Tears of the hells. La cantante y bajista Marceline es demasiado linda para mis ojos. Además, su antigua amiga Bubblegum vendrá a hacerle compañía.

-¿Y qué género de música cantan?-Preguntó Rias

-Principalmente Rock y algo de Hardcore,pero mi canción favorita es una balada, "El rojo de tu piel". ¿Venís?

Las chicas asintieron y se pusieron unas chaquetas que les prestó el platino. Llegaron al pabellón público, donde Silver presentó el bono y pasaron a sus asientos, en primera fila porque el resto de la gente no había llegado. Y allí estaba todo el grupo: Jake, su manejo de la viola era magistral. Era el más veterano del grupo con 23 años, pelo rubio oscuro y  facciones caninas. Finn, su mejor amigo y un grande en el uso del ritmo callejero. Tenía piel un tanto morena, pelo rubio tapado por un gorro en forma de oso. Y ayudando en la iluminación estaba Marceline. Piel sumamente pálida rozando el blanco,un tatuaje en el cuello en forma de un mordisco de vampiro,y ropa ligera de color negro y roja. De cuando en vez, su mirada se deslizaba hacia un banco en el que estaba otra mujer. Era, también, de tez muy pálida pero al contrario de Marceline, usaba colores claros como es el rosa. Al poco, se empezó a llenar de gente, estando el trío de personajes entre 136 personas, el máximo del lugar. Empezó a cantar sus canciones más actuales (Ninguna de estas canciones pertenecen a Marceline): Great Escape, Bad Apple!!, American Idiot y Just Gold. Tomó un trago de agua de un botellín que trajo y se aclaró la voz alejada del micro. Y entonces empezó:

Helado de higo y pistachoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora