Capítulo 2

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Nuestro instituto es prácticamente nuevo, lo que significa que todas las instalaciones son totalmente modernas, las duchas, la cafetería... todo.

Es el típico instituto con los típicos niños pijos y populares, nada que no hayais visto antes.

Lea y yo vamos a nuestras taquillas, que son contiguas, mientras charlamos sobre el chico nuevo. Está muy emocionada, espero que no se lleve una desilusión al verle.

- Ojalá sea castaño con ojos almendrados y sea alto-. Empieza a decir Lea con ojso risueños.

- Sí claro, ¿algo más? -La cojo del brazo y nos vamos a clase, mientras ella sigue otros cinco largos minutos contándome como será el chico nuevo.

Me siento en mi sitio en primera fila, como siempre, al lado de Lea y empiezo a sacar mis cosas. De repente se me cae el cuaderno al suelo y se abre por la mitad, en uno de mis bozetos, es un ángel con las alas blancas y el pecho desnudo.

- Vaya, vaya-.Llega Mila y coge el cuaderno manteniéndolo alejado como si tuviera la peste. Lo mira con desdén.- De verdad que dibujas de pena, debe de ser horrible eso de no saber hacer nada bien.

Le cojo el cuaderno de las manos-.Dejame en paz Mila, ¿no tienes que ir a vomitar el desayuno?

Me mira con odio, se da la vuelta hacia la mesa del profesor y al rato vuelve con el Sr. Baner sonriente.

-Andy, Mila dice que lleva un tiempo sin ver bien desde la última fila, así que tiene que ponerse en la primera, ¿serías tan amable de cambiarte a su sitio en última fila?

La miro estupefacta. Es mentira. Mila tiene la vista perfecta, yo lo sé, Mila lo sabe y hasta el Sr. Baner lo sabe también. Pero como el padre de Mila es el diretor de esta mierda de colegio siempre se lleva lo que quiere. Mila sabe que odio estar en última fila, si en la primera no me entero imagínate en la última. Echo una última mirada de odio a Mila, recojo mis cosas, le hago un gesto a Lea y me voy a última fila. Probablemente para siempre. Mi día no hacía más que mejorar.

Cuando llevabamos más o menos una media hora de clase de Literatura, entró un chico, la mitad de las chicas se quedaron alucinadas. No iba con el uniforme reglamentario, llevaba una cazadora de cuero, ropa negra y una botas de motero que debían pesar por lo menos lo mismo que yo. El chico podría llegar al metro ochenta y cinco fácilmente y tenía el pelo tan oscuro que no podía ser natural, lo llevaba corto a los lados y le caía un flequillo que le cubría la mitad de la cara. Se le veía un tatuaje saliendo del cuello de la camiseta. Me sorprendí preguntándome que sería. Era guapo, de eso no había duda, pero había algo en él que hacía que me estremeciese.

El Sr. Baner que se había quedado mudo un mometo se repuso y miro al chico de arriba a abajo con mala cara.

El chico en ese momento se dignó a hablar- Soy Dareon Knight -Dijo como si fuese la explicación a todas las preguntas del universo. Tenía una voz grave y seductora, sacudí la cabeza aturdida. El Sr. Baner le miró estupefacto y le hizo un gesto con la cabeza para que se sentara en el único sitio libre de toda la clase. El más cercano al mío. No me puedo creer la suerte que tengo, notese aquí la ironía.

Mientras el tal Dareon se acercaba al asiento me echó una mirada extraña que no pude identificar. En ese momento me quedé sin respiración. Sus ojos, eran negros. Negros, profundos e increíbles. Nunca había visto unos ojos iguales. El resto de la clase no pude concentrarme en nada más.

Al terminar la clase, Mila se acercó descaradamente al chico nuevo y empezó a coquetear con él. No pude evitar escuchar la conversación. Vale, tal vez si podía evitarlo pero no quise, pensad lo que querais.

- Hola Dareon, yo soy Mila-. Dijo ella con la voz más melosa que pudo poner.- Si necesitas cualquier cosa, aquí me tienes.- No sé porque pero me pareció que no se refería a nada relacionado con el instituto.

Miré a este con una sonrisa en los labios. Ningún chico se había resistido nunca a Mila y él no creo que fuese a ser la excepción. El extraño chico recogió sus cosas y salió de la clase dejando a Mila con la boca abierta.

Me dieron ganas de salir corriendo y abrazarle pero descarté esta idea rápidamente al recordar que seguramente sería un capullo. Nunca he tenido novio, no es que ningún chico me lo haya pedido pero nunca he querido salir con nadie. Todos son idiotas, o al menos en eso se basa en mi experiencia con los ligues de Lea.

Mila vió mi sonrisa y se acercó a mi con mirada amenazante.- Más vale que ni tú ni tu estúpida amiga intenteis nada con el nuevo, es mío.

Miré a Mila decidida a comentarle detalladamente a donde se podía ir de paseo cuando cerré la boca y desistí. Recogí rápidamente mis cosas y me acerqué a Lea sin decir nada.

- ¿Qué te parece? Es guapo -Dice Lea en cuanto llegamos a clase de Matemáticas.

- Sí, no está mal-.Me encojo de hombros aunque no puedo dejar de pensar en esa mirada penetrante.

- ¿Qué no está mal? Por favor, algún efecto tiene que haber causado en ti. Por mucho que lo niegues.

Pongo los ojos en blanco y sonrío-. Da igual, parece un poco siniestro, ¿no?

- Sí, eso le hace más sexy. Eso y que además ha pasado de Mila.

Decido que es mejor que Lea siga haciéndose sus ilusiones y la escucho sin parar hasta la hora de comer.

Llegamos a la cafetería y nos sentamos en nuestra mesa de siempre al lado de la ventana. Al ser un instituto tan pijo nos traen la comida a la mesa, no hace falta que nos levantemos, así que esperamos a que nos sirvan.

Lea empieza a contarme una cosa muy importante,o eso supongo la verdad es que no la estaba escuchando, empiezo a centrarme en la conversación cuando de repente se calla de golpe y mira a mi derecha con la boca abierta. Giro la cabeza y me encuentro a Dareon con una sonrisa burlona señalando la silla que hay libre en nuestra mesa.

- ¿Está ocupado este sitio?-. Dice mientras se sienta sin esperar respuesta

Le miro con odio. No se de dónde me salía este sentimiento hacia él, de momento no me había hecho nada. Pero no podía, ni quería, evitarlo.-Da la casualidad de que sí, está ocupado.

- No, tranquilo, está libre-. Dice Lea mientras me da una patada en la espinilla y yo ahogo un grito.

Dareon observa la escena divertido y al rato nos traen la comida.

Comemos en silencio hasta que Lea lo rompe diciendo tan tranquila.

- ¿Tienes novia Dareon?-Pone su sonrisa más seductora, casi me atraganto con los tortellini.

- No -Dice mirándome fijamente- Yo no tengo novias -Me entra un escalofrío mientras me mira y me muerdo el labio inconscientemente. Bajo la vista maldiciendo por el rubor de mis mejillas.

- La verdad es que nos da igual, además ¿Por qué te has sentado aquí? Nadie te ha invitado y te has sentado creyendo que a Lea y a mí se nos caerían las bragas. No cuela, odio a los tíos como tú. Eres un gilipollas.- Acto seguido me levanto dejando la comida en la mesa y salgo de la cafetería echando humo con la mirada de todos en mi coronilla. Me voy al baño directamente y jadeo con violencia. No entiendo que me pasa, nunca doy tanta importancia a un chico como para que me saque de mis casillas, me limito a ignorarles y punto, a excepción de Mark Konor, que a los 10 años me dio mi primer beso y después me dejó sola en ese columpio cutre, nunca me he fijado en un chico. Pero este...,es guapo no hay duda, pero tiene algo que me atrae y desagrada a la vez, es algo intenso y me cabrea sentir esto.

Al rato llega Lea con cara de pocos amigos- ¿Pero a ti que te pasa? -Pregunta con voz chillona- Eres muy desagradable con él

- Lo sé, lo siento. Es que no me gusta, eso es todo -Me muerdo el labio

- No le conoces, no puedes decir que no te gusta, y ahora vámonos. La comida ya ha acabado, todos se han quedado mudos cuando te has ido -Me mira de reojo- No es tan malo, ¿sabes? Es agradable hablar con él

-Vale, me da igual. No me da buena espina, eso es todo. Vámonos a clase -Gruño mientras veo la mueca que hace. No tengo intención de llevarme bien con este chico, ni ahora ni nunca.

Simplemente, yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora