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A la hora de la salida del colegio, como todos los dias, me forme donde el transporte.

Llegaste a formarte conmigo, me sonreíste y te devolví la sonrisa.

Cuando subimos buscaste un lugar y te sentaste. Yo no te seguí, me senté en otro lugar.

"¿Qué haces, Lydia? ¿No quieres sentarte conmigo?"

Lo pensé, nadie se hubiera sentado conmigo de todas formas. Asentí y fui a sentarme contigo.

Cuando puse mi mano en el asiento, sentí tus dedos rozar los míos. Supe que me sonroje porque tu reiste.

Y es que me encanta escucharte sonreír.

Silly Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora