Al último respiro, un último beso [Vegeta & Bulma] #DragonBallZChoiceAwards

||Al Último Respiro, Un Último Beso||

Dicen que toda persona posee un destino marcado desde el inicio de sus vidas. Otros prefieren la teoría de que las decisiones de una persona definen su vida, capaz de dar un buen giro en la misma, como uno malo.

Ambas pueden tener la razón, son, prácticamente, lo mismo; pero Bulma Briefs se dejó guiar toda su vida por la segunda.

A los 89 años de edad, le agradecía infinitamente a Kami-Sama por todas las cosas de la que la hizo acreedora.

Ella no se arrepentía de ninguna de sus decisiones tomadas a lo largo de su vida. Se sentía dichosa, ¿quién no lo estaría en su lugar?

Trunks había resultado un magnífico empresario, después de todo, y un hijo maravilloso, excepcional, lágrimas de orgullo rodaban por sus mejillas al verlo en revistas, periódicos, siendo alabado por su inteligencia a la hora de hacerse cargo de la Corporación Cápsula.

Dibujaba sonrisas diarias en su rostro, al igual que Bra, su dulce princesa finalizó siendo una modelo profesional, le emocionaba de sobremanera admirar su rostro en diversas publicidades, bella, radiante.

Y Vegeta... oh, su dulce amargo, su príncipe saiyajin, el hombre de su vida. No encontraba las palabras correctas para describir lo que sentía mediante sus besos, estando en sus brazos, el cariño que le demostraba sin que saliera de sus labios, todo era perfecto.

Hasta que una triste mañana de noviembre, Bulma despertó tosiendo de una manera drástica, pero lamentablemente real.

Hacía unos meses se había hecho examinar con un médico, el mismo le dio un terrible comunicado: su adicción al cigarrillo la estaba consumiendo por dentro, lentamente, desde que no pudo dejar de calmar los nervios con el vicio mortal.

Moriría.

Todos morirán algún día, pero ella se sentía tan joven para abandonar el mundo, quizás fue el capricho que le había hecho pensar toda su vida que la vida era eterna, que la muerte llegaba cuando ya no debías hacer más nada en el mundo.

Joven no era, claro está, a veces el llanto predominaba su ser luego de ver a sus hijos en familia, su cara queriéndose arrugar y ella haciendo infinidad de tratamientos para verse "joven y bonita".

Llanto de felicidad, de tristeza, de emociones mezcladas.

Tal vez lo que mantenía el espíritu de juventud en su ser era ver a Vegeta día a día igual que el momento en que lo vio por primera vez, pero con sus facciones más relajadas, sus ojos un 12% más expresivos que antes. Quizá sólo quería una vida eterna en sus brazos, conteniéndose mutuamente, por más distante que fuera.

El hombre que dormía a su lado, despertó de golpe al sentir el potente sonido de la tos de su esposa.

-Bulma, ¿qué sucede? ¿Qué tienes?- le preguntó algo exaltado y la abrazó cuando sus sonidos calmaron.

-Vegeta... hay algo que no te he dicho- pronunció Bulma pasados unos segundos de puro silencio, lágrimas se formaban en sus ojos cristalinos.

-¿De qué hablas? ¡Al grano, mujer!- exigió Vegeta exaltado, comenzaba a preocuparse, el ki de Bulma descendía y eso era extraño.

Ella no hablaba. Él comenzaba a alterarse y después de varios años, se le formó un nudo en la garganta.

-¡Habla de una vez!- exclamó el hombre subiendo el tono de voz, la situación se tornaba horriblemente exasperante.

Ella comenzó a llorar lastimosamente, sólo quería sentir a su compañero cerca; se aferró a sus brazos como si fueran a arrancarla de allí.