Dicen que el roce hace el cariño, pues eso pasó entre mi mejor amigo y yo. Nat y yo nos habíamos llevado bien desde que nos conocimos por instagram hace un año más o menos. Éramos muy buenos amigos no nos veíamos mucho pero siempre nos escribíamos. Era mi mejor amigo, le quería tanto que, a veces, me planteaba si lo hacía de forma diferente a como se quiere a un amigo. Mi respuesta a esa pregunta era que nunca saldría bien.
Una tarde de verano decidimos ir a tomar algo a un chiringuito y a hablar. De repente, me dijo:
-No entiendo cómo no te tratan como a una verdadera reina, porque te lo mereces.
No sabía que decir, así que me reí. Él no hizo lo mismo y me dijo:
- Lucy, hace tiempo que no sentía algo así y creo que lo nuestro puede ser más que una bonita amistad.
Todo parecía un sueño o una alucinación mía, el también se planteó lo mismo que yo. De pronto, se me acercó para despertarme de ese sueño en el que estaba. Me dio un beso y todo se convirtió en un cuento.
Mi corazón se aceleró tanto que creía que me saldría del pecho. Me cogió de la mano y me abrazó, entonces y solo entonces supe que era real.
