Aprendí a conocerte - (GOTH/Jainico)

Capítulo 1

Nicolás.

Abrí mis ojos lentamente con algo de dificultad, me estiré un poco hacia el velador, logrando alcanzar mi móvil, 6:30, me levanté despacio y me dirigí lentamente al baño, sentí una punzada en la cabeza, me sostuve del lavamanos para no caer, y las lágrimas no tardaron en llegar, me miré al espejo y vi como parte de mi ojo derecho comenzaba a tornarse de un tono morado, me solté del lavamanos, dirigiéndome a la ducha, cosa que me tomó 20 minutos y luego de salir, me vestí, me quedé un rato observándome al espejo, tratando de disimular el golpe que mi padrastro me había dado ayer, se me olvidó contarles, vivo con mi madre y mi padrastro, soy hijo único, la convivencia con mi madre es muy buena, la amo, aun que esté casada con un hijo de puta. Y bueno, mi padrastro como podrán haberlo notado, cuando mi madre debe salir, me veo obligado a quedarme con el, por lo cual aprovecha de desquitarse conmigo ya sea de cualquier cosa y recurre a golpearme.

Tomé mi celular para ver la hora 7:10, estaba bastante bien en la hora, tomé mi mochila y salí dirigiéndome hacia la cocina, bajé las escaleras en completo silencio, no quería despertar a nadie y ocasionar mas problemas de los que ya tengo, tomé una manzana y rápidamente salí, no quería ver la cara de mi padrastro ni la de mi mamá ya que no tardaría en preguntarme que me había pasado en el ojo, y no estaba de humor para excusas, caminé silenciosamente por las vacías calles, esta vez no llevaba audífonos, ya que los había olvidado en casa, iba con la mirada clavada en el suelo, y comencé a escuchar  unos acelerados pasos en mi dirección...

-Nico! -exclamó una agitada voz, muy conocida para mí, mi mejor amigo...-

-Hola Edgar -dije en un tono bajo, apenas audible, con un intento de sonrisa, no me atreví a mirarlo ya que se daría cuenta del golpe-

-¿Pasó otra vez cierto? -dijo triste mirando el suelo-

-Sí -susurré-

-Mírame -me ordenó, se le podía notar como su tono de voz iba cambiando a uno, enojado-

-Edgar...

-Mírame -volvió a ordenarme-

El Edgar era mi mejor amigo, lo conozco hace mas de 6 años, es el único que sabe todo de mi, de todo por lo que eh pasado, y lo aprecio demasiado, me protege cuando alguien me molesta, y cuando suelo tener problemas en casa, no duda en acogerme en su casa, cosas que aprecio mucho... Levanté y Giré lentamente mi cabeza en su dirección, quitándome los lentes que estaba usando, en un intento de ocultar el golpe.

-¿Se nota demasiado? -pregunté angustiado al ver su cara sin expresión, mientras lágrimas amenazaban con salir de mis ojos-

-Nico... -me abrazó con todas sus fuerzas y mis lágrimas comenzaron a salir de a poco- No sé como puedes soportarlo, todos los golpes, no sé como tu madre no hace nada

-Es que no le eh contado nada Edgar, y siempre logro ocultar los golpes, estoy tan cansado, ayer no pude ni dormir -hice una pausa para respirar- apenas puedo pensar y n...no lo sé.

-Sabes que no soporto verte así Nico -continuamos caminando-  tienes que decirle a tu mamá

-Es que no puedo -respiré- es tan complicado.

-¿Por qué?

-Es que ella es muy feliz al lado de ese bastardo, no soportaría arruinar todo lo que ella construyó, desde que mi padre murió, ah sido el único hombre que ah conocido, no soportaría cargar con la culpa de que arruiné su "amor" con mi "padrastro", aparte se le ve muy feliz -suspiré frustrado-