El día en el que todo ocurrió transcurrió como un Sábado más, me desperté y comencé mi día normal y aburrido, como siempre desde antes siquiera de darme cuenta, tenía la sensación de que algo me observaba, para mi ya era normal y aunque siempre hacía que me despertara con un mal cuerpo me acostumbraba a lo largo del día. La hora de la comida ya había pasado por lo que mi madre ya estaba pensando en la cena, pasadas las cinco de la tarde me mandó a hacer unos recados, sin pausa pero sin prisa me dirigí a la tienda de que había a la entrada del pueblo. El camino hacia la tienda era monótono, terreno llano sin asfaltar, casas matas a ras del suelo con su jardín mal podado custodiado por cancerberos de todas las clases, el mas odioso de todos sin duda era un chihuahua que tenia una bocina por cuerdas vocales, a tres calles de mi casa y ese estridente sonido me seguía chirriando en el oído. En la tienda me atendió una mujer de años echados, canas pronunciadas y un rostro que parecía derretido; sin perder la sonrisa del rostro la vieja Petunia me entrego el pedido y me dispuse a salir de la tienda, de vuelta hacia mi casa.
Cuando salí de la tienda un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, en un instante la sensación de que me estaban observando había aumentado considerablemente, la cabeza comenzó a darme vueltas por lo que me apoye en la pared de la tienda de la doña Petunia. Después de un instante mi cabeza se recupero aunque el sentimiento seguía latente. Comencé el recorrido de vuelta a casa sin muchos problemas mas el mencionado, todo estaba tranquilo, quizás demasiado, no había ruidos en la calle ni tampoco podía escuchar los estridentes ladridos de la rata del vecino.
Al llegar a casa no era diferente, tanto el salón como la cocina estaban vacíos, no había un solo ruido además del ruido de las luces al encenderse. Sin darle importancia dejé las bolsas en la cocina,
"estarán dormidos" Pensé mientras abría la puerta de mi cuarto y me sentaba delante del Pc. Para mí jugar era un lujo, mi familia prácticamente me lo tenía prohibido a no ser que fuera festivo o fin de semana. Como era costumbre avise a un amigo para echar unas partidas y pasar la tarde, Kuro era de la ciudad, su conexión era mucho mejor que la mía por lo que se pasaba el día metiéndome puyas sobre mi tostadora. Las horas pasaron sin darme cuenta hasta que mi colega decidió romper la monotonía.
- Oye Jak, desde cuando te dejan tus padres jugar hasta las tantas?- pregunto Kuro sorprendido ante la situación inusual.
- bueno, creo que se fueron a dormir hace un rato, además, no creo que digan nada por estar un ratillo de mas...- respondí algo confuso, las palabras de Kuro me hizo replantearme que no haya ningún ruido en casa, ni siquiera de mis dos hermanos pequeños.
- ya pero normalmente no te dejan jugar a más de las ocho de la tarde- Me contestó entre suspiros
- Como? Ya han pasado las ocho?- Agarre mi teléfono y miro la hora -¡Son casi las 12!-
Me levante de golpe de la silla, ignorando las risas de Kuro de fondo por mi despiste, guarde mi móvil en el bolsillo y salí disparado hacia el salón, mi preocupación aumento considerablemente al ver que no había nadie, corrí hacia la cocina y el panorama era el mismo que seis horas atrás, ahí seguía la compra, en la mesa.
Mi cuerpo se paralizo al completo y comenzó a temblar en el momento que un olor metálico rancio invadió mis fosas nasales, después de unos segundo mi vista se tambaleó desde un sitio a otro, apenas pude moverme fui directo hacia el lugar donde procedía el olor, el cuarto de mis padres
- No, no, no...-
Monosílabo que se quedo en bucle en mi cabeza hasta que lo siguiente que salió de mi boca nada mas abrir la puerta, con mis rodillas clavadas en el suelo, mis brazos colgando y mi mandíbula a punto de descolocarse, fue un grito seco nada mas ver la grotesca escena que tenia delante. En un instante todo mi cuerpo fue llevado al suelo, poniéndome a gatas para poder expulsar todo lo que había comido el ultimo día, mis manos estaban viscosas por una pasta producida por la fusión entre mi vomito, mis lagrimas y la sangre, sangre de mi padre el cual lo tenia a pocos centímetros de mi, al levantar la vista mas allá del cadáver desfigurado de mi padre se encontraban mis dos hermanos colgando del techo cual lamparas y mi madre sentada debajo de la ventana, todos con el rostro desfigurado y las ropas rasgadas.
Me lleve las manos a la boca para evitar seguir expulsando jugos gástricos pero fue peor aun, el hedor se hacia mas fuerte y lo único que pude hacer fue escapar de ese antro al que llamaba hogar.
- No puede ser, no puede ser...-
Todo mi ser se puso en bucle mientras corría desesperado por la calle, sacudiendo mis manos de aquella pasta mal oliente, en cuanto me canse me recosté sobre un poste de luz para recuperar aliento y secar mis lagrimas hasta que una vez mas, al recuperar la compostura, me vino ese hedor nuevamente, ojiplático mire a mi alrededor; como no me había dado cuenta antes, todo mi mundo cedió en cuanto vi la cabeza de ese maldito chihuahua colgada de la verja de uno de los vecinos, el dolor de cabeza se volvió demasiado intenso, el mundo me daba vueltas, con las manos en la cabeza apunto de perforarme el cráneo con los dedos, comencé a reír, descojonándome vivo como si todo fuera una mal chiste contado por ese profesor que te tiene manía pero necesitas que te apruebe, la sensación de que me miraban había desaparecido, bueno no, había sido sustituida por la sensación de que tenia a alguien a mi lado, mirándome, en un punto sentí que algo me ahogaba, aunque no se si era por el ataque de risa que me dio, eran los mocos que estaban tamponando mi garganta o era el ente que sentía a mi lado, que se decidió por hacerme lo que les hizo a los demás. Finalmente cuando no pude mas caí al suelo, perdiendo el conocimiento.
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El mundo creepypasta (en proceso)
General FictionGran parte de los creeepypastas nombrados aquí provienen de la comunidad, con una historia y un trasfondo, únicamente me he dedicado a meterlos en un mundo y se metan de ostias. No busco ningún problema con esta historia, mu único objetivo es entret...