Revelaciones

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Cuando desperté el sol ya había salido, con la mano en la cabeza me senté apoyando mi espalda en la pared de un edificio, aun aturdido me puse a darle vueltas a los sucesos previos antes de darme cuenta de que no estaba en el mismo lugar donde me desmaye. Me mire las manos, estas estaban aun sucias pero ya secas, con un color anaranjado, para evitar la acidez que me volvía a subir por la garganta observe mi alrededor, estaba en un callejón, apenas daba la luz del solo matutino, había cajas que me obstruían la vista a la calle principal y unos contenedores que me separaban de la pared que ponía fin a ese pasillo.

Saqué el móvil para mirar la hora, eran apenas las 11 de la mañana, suspire y aflojando mis brazos sobre mis rodillas mire al cielo desconcertado. Mi cuerpo volvió a temblar levemente al recordar las escenas de la noche anterior, algo mas calmado intente mantener una respiración constante mientras exploraba detalles que se me habrían podido pasar por alto y que me puedan decir donde estoy, mi móvil no recibía señal por alguna razón por lo que supuse que sería un pueblo vecino del cual no tendría constancia, el problema era: ¿como llegue ahí?

Guarde el teléfono nuevamente y me lleve las manos a la cara para secar las lagrimas mientras recordaba el desastre que había en el cuarto de mis padres, como mis dos hermanos, de 7 y 13 años estaban colgando del techo y mis padres por el suelo, con la habitación pintada en carmesí pero sin ninguna mancha fuera de esta, eso era lo que mas me inquietaba, ¿porque no había señales de hurto por la casa?, ¿acaso no fue un asesino en serie? quizás uno de mis cónyuges se volviera loco... Toda clase de pensamientos brotaron en mi cabeza mientras me secaba las lagrimas y me decantaba por salir finalmente de aquel pasillo.

- Es imposible que fuera una casualidad... Fuera quien fuese, me las va a pagar.- 

Con esa mentalidad salí del callejón, recibiendo los rayos de sol en mi rostro. Me puse la capucha de mi sudadera y comencé a caminar. Enseguida me percate de la poca población de esa aldea, la calle estaba desierta de no ser por un par de chavales de una edad cercana a la mía y algún que otro adulto con pinta extravagante. 

Un poco nervioso me acerque a un señor que estaba en las cercanías, necesitaba urgentemente saber donde estaba para poder investigar el como había llegado ahí.

- Disculpe señor...- 

El hombre se giro y con una sonrisa algo espeluznante que hizo que sus pómulos se levantasen, levantando incluso el monóculo que llevaba 

- Dime chico ¿querías algo?- Contesto el hombre vestido de gala

Trague saliva atónito por su extravagante pinta con su sombrero de copa y sus pronunciadas patillas y bigote, paso unos segundos hasta que por fin pude articular unas palabras    Jak: S-si, q-quería saber donde estamos...-

- Que muchacho mas extraño, debes de ser nuevo por aquí eh, Me presento, la gente me llama Jack y sobre donde estamos...- El hombre tras una breve risa casi en silencio, inhalo, cogió su sombrero con una mano y alzando al aire ambos brazos, gritando al cielo con una sonrisa de oreja a oreja confesó: - Ante ti, y todos los aquí presentes, la mejor villa de las novelas de terror, la mas espeluznante y aterradora aldea que el ser humano...- Acercándose a mi oído haciendo barrera con su mano en un susurro - y cualquier mujer de calle- Procede a seguir su monologo en voz alta. - haya conocido jamás, ¡Tolham! La ciudad donde los demonios bailan, patrocinada por nuestro héroe, Slenderman- Su risa cada vez se salía mas de control mientras mi dolor de cabeza aumentaba cada segundo.

Todo mi cuerpo se erizó un cuestión de mili-segundos, mi vista se nubló por un instante y cuando volví estaba más pálido que la leche. Finalmente le di las gracias con una sonrisa disimulada y comencé a caminar cabizbajo, sintiendo una mirada fría, superficial y escalofriante en la nuca a medida que me alejaba de él.

Al doblar la esquina me lleve las manos a la cara y suspire -Que diablos esta pasando- dije mientras le daba vueltas a lo que acababa de ocurrir. -Tengo que salir de aquí de alguna manera- refunfuñe entre dientes a paso lento.

El sol se estaba poniendo mientras buscaba la forma de salir de ese sitio, hasta que finalmente llegue al clímax del pueblo, la zona donde se fusionaba con un bosque de altos pinos de hoja caduca que parecía aún mas tenebroso de lo que era por la tenue iluminación del atardecer. Cuando me disponía a salir una voz proveniente de un callejón cercano me detuvo en seco.

- Oye muchacho- Dijo una voz joven pero a la vez ronca, como si su garganta estuviese atorada por una tormenta de arena seca. 

-D-Dime?- Me gire hacia el lugar de donde provenía aquella voz, limpiando el sudor de mis manos en los pantalones

- eres nuevo por aquí...¿verdad? no me suena tu rostro- Dijo la voz ronca mientras se acercaba lentamente a mi, con una capucha cubriéndole la cabeza y el rostro bajado, siendo imposible de verlo por la iluminación horrible que había.

- eh...?- voltee la mirada hacia otro lado, evitando hacer contacto con él mientras le respondía -Algo así ¿Por qué lo preguntas? -

- Porque todo creepy sabe que salir de la villa es peligroso, a no ser que seas de un pueblo enemigo que entonces...- interrumpí su dialogo con una risa disimulada mientras me llevaba la mano a la cabeza

- No, no, solo quería ver mas de cerca el bosque... por eso de que soy nuevo y tal- 

Mi corazón bombeaba cada vez mas rápido mientras el chico se acercaba a mi lentamente con aires de grandeza, levanto su rostro hacia mi y nada mas hacer contacto mi corazón se salto un par de latidos, la sangre se me congeló en seco y empecé a sudar como nunca. Tenía una mirada fría, piel blanca como la nieve, tenía los labios carcomidos y... ¿una sonrisa? tallada de oreja a oreja, sus ojos eran grandes, redondos y blancos rodeados de un contorno negro azabache que pareciera que pueda ver en lo mas profundo de tu ser.

- A que viene esa cara tan larga ¿Acaso tienes miedo? ¿Porque no sonríes? ¿No te parezco bello?- Su rostro se movía alrededor del mío de un lado a otro mientras me hacia unas preguntas las cuales esperaba que fueran retoricas. Trague saliva nuevamente y trate de sonreí lo mejor que pude para ocultar mi pavor. 

- Eh? ¿miedo? que va, que va, simplemente me quedé atónito por semejante musa- Desvié la mirada rascándome el cuello a la vez que retrocedí un paso. 

Mi cabeza volvía a dar vueltas, ese rostro me sonaba, y tanto que me sonaba. Pero era real, no se trataba de una imagen o un vídeo mal editado, tenía al mismísimo Jeffrey Woods delante mía. Trate de darme la vuelta pero me agarro del hombro.

- A donde crees que vas? aun no he terminado de hablar contigo- El asesino serial clavo su mirada en la mía. 

No podía mas por lo que me zafé de sus manos y salí corriendo como si no hubiera un mañana, no llegue a durar dos minutos corriendo, sus piernas eran mas largas que las mías y era mucho mas rápido. Se me abalanzó encima y en un "pestañeo" me vi tumbado en el suelo boca-abajo, con mi brazo colocado a mi espalda siendo presionado por una de las rodillas de Jeff mientras sentía el filo de su cuchillo abrazar mi garganta y con la otra mano estaba tirando de mi pelo hacia atrás.

- ¡Por-favor no me mates! tengo que cumplir mi objetivo- Le supliqué al borde de las lagrimas mientras escuchaba su risa demencial de fondo. 

Por un momento pensé que había llegado mi fin, no tenia forma de escapar, sin embargo, nuestro momento romántico fue interrumpido por un hacha voladora la cuál Jeff desvía con su cuchillo, liberándome de su acero.

- Suelta al chico Sullivan, nosotros lo vimos primero- Dijo un chico de estatura media mientras se acercaba con otros dos chicos con capuchas a sus costados. Mi día iba de mal en peor, la noche se había echado ya y las figuras que habían venido a "salvarme", las conocía y tanto que las conocía.

El mundo creepypasta (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora