ESTAS CON NOSOTROS O EN CONTRA

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-Bien, esto será rápido, tranquilo, no creo que duela...tanto
-dijo una chica de cabellos castaño Tenía un arma en mano y apuntaba en dirección a un chico, un chico llamado Jack Frost.
Jack tragó saliva ¿Moriría ahora? ¿Ahí?
-E-espera...-no sabía cómo, pero articuló una palabra a pesar de que sentía un gran miedo en esos momentos
-...n-n-no t-tienes porque a-asesinarme, n-no le contare a nadie, a nadie. Lo juro.
-Qué pena, pero lamentablemente no te creo.
-y disparó.
No supo él como lo había hecho, pero logro esquivar la bala . Cayó con brutalidad, su cuerpo se encontraba temblando, esa chica solo tenia ganas de matarlo. Tenía que huir de una manera u otra. Se levantó rápidamente, miro a la muchacha unos segundos y notó que esta se había quedado inmóvil.
-Imposible...- Estaba impactada por la rápida reacción de este chico.
Era extraño nadie pero nadia hasta ahora había logrado escapar de una de sus balas, salvo su hermano y Gogo
-Bastardo entrometido.-estuvo a punto de disparar, pero entonces Jack se abalanzo contra ella y la tomo de la muñeca en la que tenía el arma.
Tal vez la mejor opción era escapar, pero por alguna razon no lo habia hecho. No supo cómo o porque había tomado la decisión de enfrentarse a esa maltida asesina.
-¡Suelta el arma, estupida!-grito. Si el ruido que hacían esos adolescentes no habría sido tan escandaloso, definitivamente hubieran oído el grito de Jack.
-C-cierra tu jodida boca, pendejo-trato de soltarse del agarre del que era pricionera, sin embargo no podía ya que este era muy fuerte.
-¡Suelta el arma!-grito.
Mientras tanto, en la fiesta. Elsa estaba de alguna manera "preocupada", su hermano ya se había demorado demasiado. Frunció el ceño y subió los escalones. Ella solo quería largarse de ahí con Jack, odiaba estar en lugares como ese.Se detuvo al escuchar a su hermano gritar cosas raras. Prendió su celular y avanzo con suabidad hasta la otra habitacion, presentía que algo malo pasaba, algo muy malo...
La muñeca de Anna estaba roja y ardía. Jack le abría apretado con mucha fuerza. No le quedaba de otra a la chica de piel bronceada soltó el arma. Jack la empujo bruscamente al piso frio, provocando que Anna cayera en ese gran charco de sangre que había alrededor del cuerpo sin vida de don Hofferson.
-Maldita asesina.-dijo Jack.
Se dejó caer al suelo, estaba cansado a pesar de no haber hecho mucho esfuerzo.

Anna sonrió con burla y alzo la vista
-Nunca debes descuidarte y menos si estas con un asesina profecional...sobretodo si es mujer -Jack, antes de que pudiera reaccionar, este ya se encontraba tirado en el suelo, sobre él estaba esa asecina con una navaja apuntando a su cuello.
-¿M-me vas a matar?-pregunto super nervioso.
-¿Tú que crees?-Jack cerró los ojos preparándose para recibir una fuerte y profunda apuñalada en su cuello. Anna estuvo a punto de clavarle la punta de la navaja en el cuello, cuando derepente...
-Yo no haría eso...si fuera tú.-dijo una voz femenina. La bronceada muchacha alzo la vista rapidamente para encontrarse con una preciosa jovencita de cabellos plateados y preciosos ojos azules
-Aléjate de mi hermano, ahora.
El chico abrió los ojos lentamente.Todavía no lo habían matado. Anna bufó, como diciendo "¿Por qué lo haría?".

Elsa sonrió de una manera que llego a asustar a la joven asesina de don Hofferson

-Veras...no te conviene matarlo.-,Anna se dio cuenta muy tarde. Elsa traía en la mano un iphone celeste que le apuntaba a la cara. Sabía que era lo que tramaba esa pendeja entrometida
-Estoy grabando en este momento...no soy tan tonta como crees.
-Que inteligente-dijo Anna sarcásticamente-,-Pero sabes...no entiendo del todo tu maldito plan. Lo digo porque podría matar al chico...-Jack quedo completamente aterrorizado-Y a ti, antes de que envíes este video a quien sea-Elsa sonrió inocentemente, lo que provoco que a la chica se le frunciera el ceño.
-Como te dije, no soy tan tonta como crees. Si matas a Jack te abalanzaras contra mí, eso lo tenía previsto. Sin embargo eso no te salvaría de que te busque la policía. Este video maltida bastarda...-alzo un poco más su celular apuntando al cuerpo muerto de Cristobal Hofferson-lo podría enviar a quien sea de los que están en la fiesta, antes de que me mates. No será tan difícil...-Elsa sonrió victoriosamente.-No creo que sea tan difícil escapar de ti, lo digo porque incluso Jack logro hacer que soltaras el arma-dijo con burla mientras miraba una pistola Walther P99 tirada a un costado. Anna se ponia cada vez mas nerviosa. Era cierto, el mocoso ese se le había hecho tirar el arma, además que había esquivado una de sus balas.
-Puta.-susurro Anna. Luego algo se le vino a su maravillosa mente-tu crees que me interesa,Jaja, p-por favor. Asesine a muchas personas anteriormente, no me interesa en absoluto.-mentía, sí que le interesaba que conocieran su rostro. Ya que si eso sucedía no habría duda en que el Don(su padre) la mataría de un tiro en la cabeza si exponía a toda su gente.
Jack se sentía como un bichito raro, su hermana estaba arriesgando su propia vida sabiendo que nunca se habia enfrentado a nadie para tratar de salvarle el puto trasero, que patético. Se supone que él es quien debe protegerla a ella no ella a el. Elsa suspiro, pero eso no era señal de que se rendiría tan fácilmente-Eso es mentira-dijo Elsa ¿Qué? Jack y Anna se habian quedado atonicos.
-C-claro que no...-dijo Anna. Elsa apoyo su mano libre en la cintura y la miró a la asesina con aire de superioridad.
-Sí es cierto, si no. No te hubieras molestado en entrar por la ventana para que nadie te viera y se diera cuenta.-dijo Elsa tranquilamente. Jack se sorprendió, ni siquiera él se había percatado de que esa pendeja de mierda había entrado por la ventana, pero ahora que desviaba su vista sin que ambas chicas se dieran cuenta , era cierto. Las cortinas estaban destrosadasy había varios trozos de vidrios esparcidos en el suelo.
Anna comenzó a sudar, maldita hija de puta. Se las sabía todas, era increíble, tenía que reconocerlo-E-está bien, t-tú ganas...-tiro la navaja hacia la pared con tanta fuerza que llego a estar clavada en un cuadro de la familia Hofferson. Se levantó poco a poco con los brazos alzados como si la policía la hubiera atrapado. Jack se levantó cuando sintió a la chica de cabellos castaño lo suficientemente lejos de él. Elsa mantuvo su vista en la pistola (Walther P99), en caso de que esa maldita hija de puta la agarre.
Anna se acomodó la polera roja ajustada que traía, fijo su vista en la ventana. Jack se dio cuenta-Vete de una vez-dijo con asco. El primero, lo iba a matar si no fuera por su genial hermana y El segundo, la jodida asesina era increíblemente sexy ¿Por qué una chica tan guapa se dedicaba a hacer eso?
-Que adorable,idiota......entrometido. Pero no puedo irme, ustedes podrían delatarme.-Elsa negó con la cabeza en señal de "No lo haremos, ahora lárgate"-Que mal por ustedes,pero no les creo nada de lo que me dicen.-dijo con burla. Cogió el arma que estaba tirada en el suelo, su queridísima pistola Walther P99. Elsa frunció el ceño, que coño. Ahora sí, que no sabía qué hacer.-No lo usare con ustedes, soy alguien de palabra.
Jack apretó los puños-Entonces vete de una vez, te hemos dicho que no te dela...-una delicada y blanquecina mano se posó sobre sus labios, impidiéndole seguir hablando.
-Jack tiene razón, no te preocupes. Y si no nos crees...-la joven Frost agarro a su hermano de la mano y lo jaloneó hacia fuera de la habitación-Jack entra al baño.-ordenó. Antes de que Jack pudiera replicar, su hermana frunció el ceño y dijo:-Ahora-Jack trago saliva e hizo caso,ya que recuerda la ultima vez que iso enojar a su hermana, entro al baño, que se encontraba al lado de la oficina del señor Hofferson.
Anna alzo una ceja, no confiaba en esa chiquilla. Era muy inteligente, por lo tanto un peligro, un peligro muy grande-¿Qué planeas hacer?-preguntó, mientras caminaba hacia la pasadizo. Elsa le hizo un alto con la mano para que no avanzara más. No supo cómo o porque pero Anna hizo caso, no dio un paso más adelante.
-Ya verás.-respondió la platinada. Tiro su celular a un lado. Apoyó su espalda contra la pared, quedando frente a frente con Anna-Abre un poco la puerta.-ordenó. Abrió aún más la puerta, algo dudosa ya que ahora se podía apreciar el cadáver del señor Hofferson aún más. Elsa sonrió de lado, provocando un pequeño escalofrió en Anna-Ahora, ve hacia la ventana-Así lo hizo la asesina. Alejándose del rango de vista de la joven Frost. Pasaron unos minutos que parecieron siglos...
Abajo en la fiesta, la "música sin ningun sentido" se había detenido, era la señal. Tenía que hacerlo ahora que se había detenido, tenía que hacerlo antes de que la siguiente canción sonara.
-¡AHHH~!-grito Elsa, aquel grito llamo la atención de todos los que se encontraban en la fiesta. Anna abrió los ojos como platos, ya entendía lo que tramaba esa mocosa. Sonrió maliciosamente y salto velozmente por la ventana. Jack también escucho el grito de su hermana, en seguida salió de ahí y la abrazo, él también había entendido que era lo que planeaba. No le parecía correcto pero lo único que podía hacer era seguirle el juego a Elsa, después de todo ella salvo su miserable vida.
Astrid y Hans corrieron rápidamente subiendo a tropezones los escalones. Algunos de los presentes los siguieron, más otros se quedaron ahí abajo por miedosos. Otros se fueron apenas escucharon ese grito horrible.
-¡¿Elsa?!-grito Hans al ver a la chica abrazando con fuerza a su hermano Jack.
-¿Qué ocurrió?-pregunto Astrid. Jack trago saliva, era injusto, sentía que debía decirle que una jodida asesina entró y mató a su padre. Pero no podía.
Elsa se acurruco en el pecho de Jack, ocultando su rostro "lloroso"-A...Astrid...t-tú p-padre-Jack sintió un rápido escalofrió recorrerle la espina dorsal. Lo que más le asustaba en ese momento no era como el señor Hofferson que estaba tirado en el suelo rodeado por un charco inmundo de sangre. Lo que le asustaba era ver a su hermana comportarse así, era una asombroza actriz. Que hipócrita.
Astrid y Hans se miraron. Presto atención al frente, la puerta que daba entrada a la oficina de su padre estaba completamente abierta. Los ojos de Astrid se abrieron como platos, todo su cuerpo entero comenzó a temblar. Hans también vio a su padre, pero él reacciono de una manera distinta. Se apoyó contra la pared y cerró los ojos reprimiendo sus ganas de llorar. De pronto Astrid entró rápidamente a la oficina y se avalanso junto al cuerpo de su padre. Ahí comenzó a sollozar descontroladamente, no le importaba que su bello vestido se manchara con la sangre color carmesí que emanaba del cuerpo de su progenitor

Que ironica es la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora