Encontrándote (fanfic loki)

1.- Un día fuera de lo común

Espero que les guste mi historia, voy a hacer todo lo posible por actualizar lo antes posible y recuerden votar y dejar sus comentarios para así conocerlos y saber sus opiniones, las cuales me van a permitir ir mejorando cada vez más en mis escrituras. Gracias y disfruten ^^

Mi nombre es Aileen Hayes, 18 años a punto de cumplir 19. Vivo en Londres con mis abuelos maternos desde que tenía 3 años, ellos son las personas más importantes de toda mi vida, daría lo que fuese por esas dos personas. ¿Mis padres? Bueno, la verdad es que no sé mucho de ellos, no suelen llamarme y menos enviarme correos electrónicos, ellos viven en Nueva York junto a mis dos hermanos mayores y sólo los visitó en vacaciones de verano, no con muchas ganas en realidad, lo hago sólo porque mis abuelos me obligan y cada año me sermonean de que son mis padres, que debo pasar tiempo con ellos y con mis hermanos, que también son mi familia, pero honestamente ellos ya son como una familia lejana al igual que aquellos primos que uno nunca conoce. Además cada vez que voy a su casa me siento como una verdadera extraña, son tan distintos a mi en su forma de actuar y pensar, no nos parecemos en nada, a veces dudo si realmente son ellos mis padres y mis hermanos pero luego vuelvo a la realidad y sé que si lo son.

Mi padre, John Hayes, es entrenador de uno de los mejores equipos de béisbol, creo que incluso van invictos en las competencias, pero ni idea de que equipo es; mi madre es Brittany Hayes, destacada abogada en la sociedad, incluso la llaman para que vaya a hacer conferencias a otras ciudades y por supuesto también es la representante de mi padre en caso de que se presenten problemas con el equipo; y finalmente quedarían mis dos hermanos mayores... mis insoportables hermanos mayores Sam y Thomas Hayes, ambos reconocidos por ser grandes deportistas y ser excelentes estudiantes tanto en la escuela como lo son ahora en la universidad, no sé por qué pero siempre disfrutaron haciéndome sentir inferior a ellos, se burlaban por como era, por mis gusto, por como lucía e incluso por mi nombre... Aileen, sí, quizás no era un nombre muy común frente a sus oídos pero a mi me encantaba, no sólo por como sonaba sino porque es de origen griego (lo cual ya lo hace fantástico) y porque tiene un significado tan simple como Luz. En fin, cualquiera desearía ser parte de aquella familia, es cosa de sólo verlos, viven en una casa maravillosa en medio de la ciudad, grandes ganancias de dinero, una familia digna de ser envidiada... excepto yo, creo que soy la única que desea no tener relación con ellos y lamentablemente la tengo; pero tengo mis motivos... ellos me habían abandonado cuando apenas era un bebé, se perdieron el crecimiento de uno de sus hijos, de la única niña que tenían y ellos simplemente fueron y me dejaron con mis abuelos (de lo cual no me arrepiento). Mi abuelo Louis año tras año me lo explicaba con la mismas palabras: "Ellos te amaban y lo siguen haciendo, sólo que no tenían los medios para darte todo lo que merecías y por eso te trajeron aquí, para que tuvieses todas las puertas abiertas para lo que desearas"... por una parte quizás era cierto, no es fácil tampoco tener que mantener y cuidar una familia de 5 integrantes, pero aún así les guardaba rencor, cuando comenzaron a tener éxito y a ser envidiados por todos nunca volvieron por mi, aun cuando tenían dinero suficiente como para mantener a más de 10 personas en una casa, me dejaron aquí... olvidada, por eso encuentro injusto tener que ir a verlos yo y a una ciudad que detesto... Nueva York... un lugar tan agitado, tan diferente a Londres, tan diferente a mi personalidad. Pero por una parte les agradezco de dejarme aquí, si no hubiese sucedido no sería quien soy ahora, un a joven de casi 19 años apasionada por el arte y la literatura y decidida a ser recordada y tampoco tendría la posibilidad de estar con las personas que más amo que son mis abuelos, por ellos daría lo que fuese.

- ¿Amor?¿estás ahí?.- Mi abuela siempre tocaba mi puerta antes de entrar ya que sabía como detestaba que anduviesen por ahí como si fuese cualquier otro lugar de la casa.

- Pasa abuela, no estoy haciendo nada importante.- Al instante en que dejé de hablar apareció ella siempre tan elegante, con unos hermosos ojos verdes, su cabello blanco como la nieve tomado en un tomate y su gran sonrisa.- ¿Sucede algo?