Capitulo 3: El chico de ojos bonitos.

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Tras dos kilómetros de viaje, me doy cuenta de que por fin hemos llegado a la fraternidad, la cual esta infestada de gente, bueno más bien adolescentes de la universidad, reconozco algunos pues tenemos clases iguales, pero no creo que ellos conozcan a una persona como yo, la persona que se la pasa hasta delante de la clase, la típica persona que se la pasa leyendo y estudiando.
Sin embargo al salir del auto todos se me quedan viendo, no se sí es porque el vestido es muy casual como dijo Clove o sólo porque soy nueva en estas fiestas, las chicas que me observan me siguen por dónde voy con una mirada de cazador, esto me esta dando miedo, no creo que allá sido bueno haber venido, justo cuando me doy la vuelta veo que Clove me sujeta del brazo y me mete a la casa de fraternidad, al entrar nos encontramos con su novio Mario, debo aceptar que es muy atractivo, con su cabello peinado a la perfección, largo pero encantador, color café llegándole a caoba, sus músculos que se ve ha trabajado mucho para desarrollarlos, su gran sonrisa blanca, pero sobre todo lo que le hace ser muy atractivo es la forma como ve a Clove, se le iluminan las pupilas al verla entrar su sonrisa es más brillante que nunca, sin duda su relación es hermosa.
Cuando Mario me ve, me recibe con un alegre "Hola" y me dice que estoy en mi casa, toma a Clove de la mano y justo antes de irse Clove me dice que nos vemos luego y que no acepte bebidas de nadie, lo cual hace que me de cuenta que estoy en un grave error al aceptar haber venido.
Al irse por el pasillo, saco mi celular y marco a un sitio de taxis para que me envíen uno y me lleven a casa. Pero al sacar mi celular un descuidado chico que supongo que estaba borracho me tira el celular, claro por accidente, pero ni siquiera me pide disculpas, sólo sigue caminando, como loco.
Al recogerlo me doy cuenta que tengo una mano enzima de la mía, al voltear a ver quién es, me encuentro con unos ojos azules como el mar, me quedo perdida en ellos, son tan relucientes, pero justo en ese momento recapacito y me doy cuenta de que debo levantarme, apenada lo hago, el chico también se levanta, al hacerlo me doy cuenta de que es muy lindo, sus ojos azules, sus labios perfectamente delineados y su sonrisa blanca como la nieve, me doy cuenta de que físicamente es perfecto, es alto, con una piel blanca y un cabello increíble, al verme se queda intonito, creo que yo también me veía así al verlo, me saluda con su perfecta blanca sonrisa y con una voz ronca, inigualable y perfecta para mi, enseguida se presenta:
-Hola soy Juan Pablo-
Yo, penosa le digo:
-¿Qué tal?, yo soy Daine-
Ambos nos vemos a los ojos por unos minutos, sonriendo...

La noche que Juan Pablo cambió mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora