Compañeros de Amor.

14.

Informamos a las autoridades, a nuestras amistades e incluso alguien logró poner un mensaje a Bryan, amenazándole para que devolviese sano y salvo a Lucas. El drama estaba afectando mi vida, mas que siempre. Y necesitaba volver a ver a Lucas.
Era tarde al día siguiente, estaba revisando el celular de Lucas, el cual tenía el mensaje de advertencia. Necesitaba encontrarle.
Escribí un mensaje: «Devuélvanlo. Tómenme a mi, no lo quieren a el».
Respondieron 12 horas después: «El claro, 12 medianoche». El claro era un lugar al lado del mar, pero era un cañón. Era el lugar donde todos saltaban, y pocos lograban vivir para contarlo.
Tomé mi auto y fui sin pensarlo dos veces. Faltaban horas para que fuera medianoche, pero necesitaba ir.
«Si vemos policías cerca, tu novio muere». Otro mensaje. Pero obviamente iba a llamar a la policía. En el momento en que fueron las 12 medianoche, un auto negro llegó, de el, 7 hombres armados bajaron. Llamé a emergencias:
-7 hombres armados en El claro, dense prisa- dije y colgué. Salí de mi auto. No había rastro de Lucas.
-¿Donde está?- pregunté.
Los hombres enmascarados permanecieron en silencio, luego uno habló:
-Sáquenlo- dos hombres entraron en la camioneta y luego salieron con Lucas atado de manos y pies, al verme en sus ojos vi miedo. El me gritó:
-¡¿QUE HACES AQUÍ?!
Lo ignoré.
-¿Que quieren? Tengo dinero- dije.
-No queremos tu dinero. Queremos la vida de Matthew de vuelta, y tu se la quitaste.
-El se suicidó, luego de el intentar matarme- exclamé.
-¡PORQUE LO VOLVISTE UN MARICÓN!- gritó una voz increíblemente conocida. La misma voz que me había dicho que me amaba. La misma voz.
-Bryan- dije.-¿ Te debo recordar las veces que nos acostamos y que gemiste de placer?
-¿Sabes lo que es la viagra?- me respondió.
-Ni tu te lo crees, imbécil- dije.
Otra voz habló, el chico del restaurante, otro de mis compañeros de cuarto. El mismo chico que había visto el último día que vi a mi madre en persona.
-A ver. Lo que queremos es venganza, y por eso escogimos este lugar. Vas a saltar.- dijo.
-Primero, pongan a Lucas dentro del coche.- dije. Ellos lo hicieron. Me aseguré de que estuviera bien. Y cuando lo estaba, me acerqué al límite del gigantesco precipicio. Había posibilidades de vivir, me refiero, abajo había agua. Podía nadar a la orilla, podía lograrlo... ¿No?
Estaba a punto de saltar cuando las patrullas llegaron.
-¡AL SUELO!- le grité a Lucas el cual había salido del coche. Las balas comenzaron a volar por todo el Claro.
Me tiré al suelo cubriendo mi cabeza con mis manos, aunque fuera inútil.
Los oficiales dispararon, los delincuentes también. Cuando se detuvo. Los policías llegaron a nuestro lado.
-¿Están bien?- preguntaron. Asentí, vi al rededor. Los delincuentes estaban arrestados, algunos sangrando de una pierna. No habían disparado a matar, si no a herir.
Me acerqué a Lucas y lo besé. Lo besé por que me di cuenta, de que mi vida sin el. No era vida. Que el... El era mi compañero de Vida.

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Holaaa :D
Espero les guste, (subiendo un lunes :o).