Miro por la ventana el avión por fin esta aterrizando, agarro mis cosas cuando se detiene y salgo por la puerta, me alegra la idea de ver a Darío nuevamente, hace 8 años no nos vemos, lo hecho de menos sinceramente.
Hay un enorme pasillo, al final de el esta mi hermano esperando, me acerco a el y me abraza fuertemente.
-¡Valla cuanto has crecido hermano!
"¿Cree que seré el mismo chico que iba en segundo de primaria?"
-Si, como puedes ver ya no tengo 8 años, ¡Que fue la edad que tenía cuando te fuiste!-Digo alzando la voz.
-Hermano algún día entenderás por que tuve que irme, discúlpame-Me abraza esperando a que me tranquilice, me suelto y camino hacia la salida corre detrás de mi pero sabe que no quiero hablar de ello, cruzo la gran puerta de cristal y ahí delante de la puerta un auto deportivo negro muy lujoso, Darío abre la puerta trasera y mete mis maletas.
-Valla si que te va bien-Digo sorprendido al ver el auto-Veo que la gastronomía deja mucho.
-Sólo cuando eres uno de los mejores cocineros de México- contesta y comienza a reír- Bueno vallamos a dejar tus cosas y luego a comer, muero de hambre.
-Vale
Salimos del aeropuerto, tomamos una avenida y mi hermano pisa el pedal, dejamos detrás a todos los carros a nuestro alrededor, valla que corre este auto, es muy rápido.
Aproximadamente media hora después estamos en el estacionamiento del edificio, mi hermano sé a adelantado con algunas maletas para abrir el departamento.
Entro al ascensor, me dijo que subiera al sexto piso, creo.
Mientras tanto disfruto de la música típica en los elevadores, es muy relajante, se abren las puertas, delante del ascensor se encuentra una chica, más o menos de mi edad, tiene cabello castaño, unos ojos café oscuro muy grandes, viste con un short muy sexy y una blusa pegada.
Sonrió al verla y al parecer ella hace lo mismo, salgo del ascensor y ella entra, como la puerta es pequeña, rozamos nuestros cuerpos al intentar pasar, mi boca esta a pocos centímetros de la suya es muy excitante, el aroma de su perfume es muy rico, huele muy dulce.
Volteo para mirarla, ella sólo esta sonriendo, antes de cerrarse las puertas mueve su mano despidiéndose de mi, comencé a sentir una atracción física hacia ella, ni siquiera la conozco, pero siento una gran atracción.
"Espero sea de este edificio" voy diciendo mientras caminó hacia la puerta.
Me deje de tonterías y entré al departamento el cual es inmenso, tiene una cocina color café oscuro, con blanco es muy moderna, una pantalla enorme en la sala, dos mesas una de futbolito y la otra de billar, tres recamaras y un pequeño bar hasta el fondo. Este lugar es muy lujoso.
Me va a gustar mucho vivir aquí.
