Capítulo 5: Por fin libres

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A la hora de comer alguien bajó al sótano y abrió la puerta y por fin quedamos libres.

-¡Libres! Grité yo.

-¿Que haciais ahí? Nos preguntó.

- Nos habíamos quedado encerrados: Dijo Anthony.

- Bueno pues ahora correr que ya es la hora de comer y sabes que a tu madre no le gusta esperar. Nos dijo.

- Gracias por salvarnos:Dijimos al unísono.

Salimos los dos corriendo hacia el comedor.

Durante la comida no dijimos ni palabra y en cuánto acabamos de comer fuimos a mi habitación y estuvimos hablando y jugando a prueba o verdad hasta que mi madre nos llamó para abrir los regalos.

Si el amor llama a tu puerta mándalo a la mierdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora