{KYUHAE/EUNHAE/SIHAE}HASTA EL FINAL

20. DESPEDIDA

- Buenos días corazón!!!
- Estoy soñando y voy a despertar en cualquier momento
- No tontito! estoy aquí! a tu lado, de donde nunca debí apartarme- le di un pequeño beso
- Hae dices cosas tan cursiles
- Cursiles??
- Si!!- quise golpearlo pero me detuvo- pero cada cosa que dices me fascina- nos volvimos a besar
- viste la hora?
- son las ocho y que con ello??
- que aún nos quedan muchas horas para estar aquí solos los dos y hacer lo que queramos- me tomo por la cintura y me apego más a su cuerpo
- no conocía ese lado pervertido de mi ángel
- como me llamaste??!!
- pervertido- le di un golpe muy suave en el hombro- jajaja mi ángel- nos besamos

Las caricias sexys y provocativas no tardaron en hacer presencia, así continuamos haciendo el amor casi todo el día. Bueno eso es lo que hubiese querido. Si continuamos nose cuantas veces fui suyo en ese departamento, pero ya no me importaba tal vez después vendrían los reproches, del por qué le perdoné tan pronto, pese a que me entere del engaño y trampas de Hyuk y Sungmin, el día de la fiesta no lo drogaron lo que vi fue porque él quiso, no es tiempo ni el momento para pensar en eso ya después le reclamaría ahora en estos instantes lo único que quiero es morir en sus brazos, llenarlo de besos recuperar el tiempo perdido.

Disfrutamos de ambos un par de horas más, lo hicimos en cada rincón de aquel departamento, cocina, salón e incluso en el baño los dos con el cuerpo mojado recorriendo nuestros cuerpos a besos, caricias, llegar a cada orgasmo fue divino. Aun proseguiríamos con lo nuestro si mi estómago no hubiera hablado.

- jajaja tienes hambre amor??-asentí
- es tu culpa
- eh espera un poco!! Te recuerdo que el que me propuso hacer esto esta mañana fuiste---
- fui yo y lo sé- le mostré un puchero
- no hagas eso que no me contengo y no me importara si tienes hambre
- no seas tonto!! Te lo decía por que no comí nada desde el desayuno de ayer
-¿......?- me miro confundido mientras yo me acomodaba en su pecho para escuchar sus latidos
- estaba tan preocupado de lo que hablaríamos en nuestra cita, si podría contenerme, de abrazarte y no soltarte, pero llegaste y ni salimos a comer, al contrario me dejaste con una angustia
- lo siento- sus labios se posaron en mi frente muy suavemente
- entonces.....preparo el desayuno
- no tú te quedas en la cama mientras yo te traigo algo
- mmmm quieres ser romántico?- se sonrojo- déjame a mi prepararte el desayuno, por tu cumpleañosss siiiii!!!? - lo mire como gatito tierno
- está bien, pero con una condición
- cuál?
- te quedaras conmigo el resto del día, mejor toda la vida
-.....mmm....creo que dejare que tu prepares algo
- qué?? No quieres estar conmigo??
- era broma préstame algo limpio que ponerme
- mmmm prefiero que cocines desnudo
- jajaja que chistosito- le di un empujoncito- préstame algo
- toma lo que quieras- me levante y me dispuse a taparme con las sabanas pero KyuHyun no me dejo- no te tapes déjame disfrutar de la hermosa vista un poco mas
- para!, hoy estas raro
- raro no- se puso de pie y me abrazo por la espalda mientras tomaba un conjunto de deporte para vestirme - te amo y el estar junto a ti, este es mi yo natural- me dio un beso en mi cuello y yo debía de estar más rojo que un tomate

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Me dispuse a prepararle el desayuno, así que me encamine a la cocina, a Kyu lo mande a ordenar un poco el salón pues estaba un desorden total, gracias a las fantasías de mi evilkyu, seguramente quien me viera en estos momentos pensaría que soy un bobo, ya que estaba sonriendo como idiota.

Abrí la nevera, refrigerador, frigorífico como se llame, saque lo que necesitaba, lo mismo hice con la despensa, era increíble cómo me conocía ese lugar a la perfección muchas veces he preparado algo para los dos, desde que lo conocí nos reuníamos para trabajar en contadas ocasiones y cuando comenzamos a salir las venidas a este sitio fueron más seguidas, recuerdo muy bien que no solíamos ir a comer fuera o salir de paseo pues lo nuestro era " secreto "(sacudí la cabeza) es mejor dejar de pensar en esas cosas, que en lugar de alegrarme me deprimían, de repente sentí unos brazos en mi cintura