El orfanato era un lugar dónde Lía y su hermano Dominic se habían acostumbrado a vivir, no era un lugar muy sobrio, todos los niños que habían allí eran huérfanos o simplemente sus padres no los querían y eso se le quedaba siempre grabado en la menta de Lía, era una pena que hubieran tantos niños sin padres pero ella personalmente no podía hacer nada. Tampoco se encontraba sola porque ella ya era un poco antisocial y solo hablaba cuando era conveniente, solo hablaba con llena confianza con la señora Victoria, la encargada del orfanato. Cuando tenía hambre sabía perfectamente que por el pasillo cerca de los baños de chicos, detrás de un cuadro encontrabas un pasadizo secreto que te conducía a la cocina o si algún día no querías ir a clase y no querías que te descubriesen, en la entrada de los dormitorios de las chicas, en la espalda de una estatua encontrabas una puertecita que te llevaba a la antigua habitación de la princesa, que estaba llena de polvo, pero era preciosa, la cama matrimonial tenía un elegante dosel, la ropa de la cama era roja al igual que la del dosel, y las sabanas eran blancas con puntillas hechas a ganchillo, aparte de eso la cama estaba encima de una sofisticada tarima de caoba. Delante de la cama se podía ver un precioso escritorio de la misma madera de la tarima y a demás, había una robusta estantería con muchos libros de la edad media, esa habitación era tan solo increíble, y lo más magnifico que tenía era que tan sólo Lía conocía su ubicación, pero si un día la adoptasen, diría a Victoria la existencia de esa habitación y se lo enseñaría.

Cuando acababa de comer Lía siempre se iba al patio y miraba magnificada la maravillosa estructura del castillo que tenía delante, Victoria le había contado que allí había vivido una princesa que quedó huérfana cuando solo tenía 14 años, pero como sus padres ya le planearon el matrimonio con otro chico de 16 años pudo casarse con él y así no quedarse sin hogar, con él tuvo 2 hijos y en su lecho de muerte la princesa pidió a su marido que el castillo lo convirtiera en un orfanato y que él y sus hijos lo fundasen y que los descendientes que viniesen se ocuparan de este orfanato como muestra de que todos los huérfanos pueden tener un techo bonito donde vivir. Pero eso, solo era una fabula que se contaba allí, nadie sabía si era verdad, aunque Lía supiera que Victoria era una de los descendientes de esa princesa, Victoria se lo había contado.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2015 ⏰

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