El Chico De La Biblioteca

5.Castigo y Mala Suerte

*Una semana después*

Ya era Lunes y tenía que ir a estudiar así que me levante temprano, ya que no quiero que me deje el autobús OTRA VEZ y sufrir haciendo las tareas de Tom. Me vestí, desayune y camine hacia la parada que no quedaba lejos, en la parada estaba Fanny.

-Hola-dice.

-Hola- le digo saludándola con un beso de mejilla.

-¿Cómo amaneciste?- pregunta.

- Acostada jajajaja ¿y tú? -le digo por molestar.

-jajajaja no te hagas la chistosita con migo. Enserio -dice con un guiño en el ojo y algo enojada.

- Okey, muy bien ¿y tu?

- Súper- dice entusiasmada.

-¿Por qué tan feliz?

- ¿Qué no puedo estar feliz? aparte es un día hermoso, amanecimos vivos......- y no paraba (Típico de Fanny) así que la interrumpo y digo.

- Creo que te caíste de la cama.

- No ¿y tú? -dice inocente.

-Estás loca – digo seria, muy seria.

-Pero me quieres así –dice con un guiño.

-Digamos - le digo por molestar.

-Sabes que "digamos" no es la respuesta, y si no me quieres ¿quién te atara las cintas ahora? - dice orgullosa.

-Dave- digo como si nada.

-¿Quién? –pregunta asombrada.

-Nadie- respondo inmediatamente.

-Me dices o si no...- por suerte el bus se asoma. Así que la interrumpo y digo:

-El autobús viene ahora sube o nos dejar.

- Esto no se queda así-dice subiendo.

- Claro, claro –digo distrayéndola.

Subo y me siento atrás así no me pregunta y de paso con suerte se le olvida, todo el viaje es tranquilo. Llegamos y nos bajamos; al entrar me encuentro con Luigi y me dice:

-Hola, la directora te llama- dice asustado.

-Está bien, gracias- le digo.

Luego de eso se va y Fanny me agarra del brazo y me dice:

-¿Qué hiciste ahora Dávila? - dice como que si fuera mi mamá.

-Nada, creo- le digo y me encojo de hombros – Voy a dirección ya vuelvo no te preocupes.

Asiente con la cabeza y dice- Suerte- y se da media vuelta.

Camino hacia la dirección toco y desde adentro dicen:

-Pase.

Entonces giro la perilla y entro. Cierro detrás de mí la puerta le digo a la directora:

Emmm ¿me necesitaba? – digo nerviosa pero trato parecer lo más normal posible.

-Si, siéntate.

Asiento y me siento en frente de ella entonces ella decide volver a hablar:

-¿Te acuerdas de tu castigo que dije la semana pasada verdad?

-Si - digo aunque en realidad hasta ahorita me acorde.

-Pues, te había dicho que tenias que ayudar en la cafetería durante una semana; pero decidí cambiarte de castigo ya que la señorita de limpieza necesita ayuda, así que recogerás la basura de cada salón, pasillos, baños, la cocina, y donde haiga basura y sea necesario , después lo separaras y lo dejaras en los contenedores de basura ¿entendiste?