Capítulo 2

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Narra Jesús.

De camino a casa Dani y yo estuvimos muy callados.


Yo simplemente pensaba en Paula, lo que ha cambiado...

Ahora tiene dieciséis años, está más guapa, no es nada de esas niñas pijas, al contrario, llevaba la gorra y el skate, ella ha sido siempre tan ella...

Los ojos se le  han hecho mas intensos, son de un color verde y marrón, y su pelo color castaño intenso.

Simplemente, ha cambiado, pero a mejor.


Llegamos a casa y nos recibe mi madre.


- Chicos, no os lo vais a creer.


- El que?


- Paula volvió a pasar el verano.


- Ya lo sabemos mamá, hemos pasado la tarde con ella.


- Y la noche.


- Qué?


- Que vamos a ir a cenar a la casa, Jose nos ha invitado, así que venga, preparaos.


Subimos arriba.


Narra Dani.

Vale, Paula ha cambiado, mucho.

Sus ojos.

Su pelo.

Su forma canaria de hablar.

Eso me encanta.

Su voz.

Su forma de ser.

Borde pero a la vez cariñosa.

Ella.

Se ve que Jesús y  todos los demás se han quedado igual.

Antes éramos unos críos, íbamos a jugar al parque, le tiraba de las coletas a Paula, ella se enfadaba, yo le regalaba una flor y luego me daba un beso en la mejilla.

Dios, que tiempos...

Ahora conoceré a su hermanastra Ainhoa.

Me ha dicho que no se aguantan, pero que se parecen en casi todo.

Me ducho, me pongo unos pantalones por las rodillas azul, una camisa blanca y mis playeras.

Jesús igual pero con los pantalones rojos.

- Mamá, ya estamos listos.

- Pues venga, vámonos.


Estoy nervioso, por qué?

Ni que fuera la primera vez que cene con Paula, bueno, es la primera después de tanto...

-Bro, tas nervioso?

- Un poco Dani, y tú?

- Demasiado.


Narra Paula.

Llegué a mi casa y me fui directamente a la ducha, mientras millones de gotas chocaban contra mi piel, Ainhoa entra al baño.

- Jose dijo que te prepararas, que iban a venir a cenar unos amigos.

- No me lo podías decir cuando saliera?

Se larga y salgo de la ducha.

Me seco el pelo, me lo plancho.

Voy hacia el armario y cojo un vestido blanco de tiro, que termina en punta haciendo escote.

Es por encima de las rodillas.

Me hago la raya de arriba, para resaltar el color de mis ojos, me pinto los labios de un rosa palo, me pongo mis tacones negros, y lista.

Tocan el timbre, y todos se están preparando, pues nada, voy yo.

Abro la puerta y veo a esa mujer con la que tanto tiempo pasaba, la que me decía que algún será mi suegra, Eva.

- Paula!! Que grande estás, como has crecido.

- Hola Eva, bueno, la verdad es que he pegado un estirón jeje.

- Que va, sigue siendo una enana

- Hombre, hola Jesús, pasad, mi padre ya termina. Chicos subid conmigo, que todavía estoy colocando ropa y esas cosas.

- Vamos.

Subimos arriba y entramos a mi habitación.

- Vaya, no ha cambiado nada eh...

- No, mi padre no me toca la habitación.

- Todavía tienes la foto.

Es verdad, una foto que me regalaron ellos antes de irme a  Canarias.

Salimos los tres en la piscina de mi casa, yo hablando con Jesús y Dani enfadado porque a mí me gustaba Jesús, que recuerdos...


- Paula me dejas el secad... Hola?

- Ainhoa, Daniel y Jesús. Jesús y Daniel, Ainhoa.

- Bueno, si eso, hola, paula déjame el secador

- Que está en el baño, cógelo tú.



(...)

Juntos de la mano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora