MIÉRCOLES

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 — ¡Natalia a levantarse! —Gritó mi abuela para levantarme e ir al Colegio.

Entre medio dormida le respondí,— Ya voy —. Me senté en la cama y me quedé mirando hacia un punto, estaba tipo muerta en vida — ¡Le cogió el día! —Volvió a gritar, 

—Mierda — Dije saltando como grillo, me levanté y me fui al baño, puse la ducha en agua tibia y me bañé. Salí directo al cuarto y prendí el televisor, ¿Qué? necesito ver la hora. Me puse el uniforme y fui a cepillarme el cabello. 

Sonó la puerta.

 Fui hacía ella, —¿Quién es? — Medio grité.— Nati, soy yo — Respondió mi tía.

Abrí la puerta y la abrace, — Hola tía — La saludé y le ayudé a entrar las maletas.

Ella entró al cuarto y se acostó mientras yo desayunaba.

De nuevo, la puerta. Sabía exactamente quien era, mi primo. La abrí y el entró.

— Dani, cojo mi bolso y nos vamos — Se limitó a asentir.— Todo listo, vayámonos. 

Mi primo, ojos verdes, rubio y tierno. Nunca ha tenido novia y es super cansón. Es malísimo escuchando y buenísimo interrumpiendo, aveces se puede decir que es difícil de soportar. Dan ganas de que un pulpo venga y se lo coma(? Bien, esos pensamientos no están bien o soy yo la que no está bien(? 

La mañana en el colegio transcurrió normal, mañana superada.

Cuando llegue a casa, comí y entré a mi cuarto directamente al computador.

Twitter, Facebook, Mi blog... nada interesante. 

desvié mi mirada hacía mi bella y hermosa cama, me hacía ojitos. No lo dude ni un minuto y fui hacía ella y me acosté. Puf, adiós mundo.

Me levanté asustada porque tenía un bulto encima, y se reía. El. bulto. se. reía. ¿Qué carajo?

Tratando de recuperar mi vista la fije hacía el fastidioso bulto que me había despertado y que aun se reía. ¿Podría otro pulpo venir y llevárselo?

 — Juanjosé, largo ¿No ves que estoy durmiendo? ¡Largo! — Definitivamente no me hacía caso, dios, ayúdame.— ¿Podrías salir de encima mío, por favor? — sin reproches, ni derroches, salió.

Juan josé es mi hermano de 5 años de edad.

— Nata, ¿me llevas a la tienda? — dijo con una voz manipula hermanas.

 — No, ahora largo y déjame dormir.— No me voltee hasta sentir que estaba llorando, puaj. 

— Esta bien, vamos. — cuando llegamos a la tienda, solo tenía para una banana, una puta banana. Me había despertado de mi delicioso sueño por una puta banana. 

Linda la vida y ¡Que viva el sarcasmo! 

Volvimos a casa y estaba mi tía en el cuarto.

 — Entonces nati, ¿Lista para el viernes?— dijo con una sonrisa.

 — Obvio tía, más que lista.

Era poco lo que había escuchado de The mills, pero me había interesado esto de ver diferentes lados de la música y no limitarme.  Estaba más que lista y preparada para el viernes. 

Un golpe de Suerte /CANCELADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora