La fría noche congelaba las pequeñas gotas que la lluvia había ocasionado. Hacía frío y eso me encantaba desde que tenía uso de razón.
Salí de la ducha y coloqué una toalla sobre mi cuerpo cubriendo éste por completo. Una melodía conocida fuera del baño me hizo salir a comprobar que lo que producía el sonido era mi teléfono móvil.
-¿Sí? -Respondí peinándome con los dedos el pelo todavía mojado.
-¡Asómate al balcón, Hannah! -gritó mi amiga aun sabiendo que si hablaba normal también la podía escuchar.
¿De verdad era necesario?
Arrastré los pies hacia el balcón después de cubrir mi cuerpo al completo con la bata que se encontraba tirada en mi cama y al abrirlo me arrepentí por completo de tener una amistad con Michelle.
-¿Qué demonios quieres Mich? -Grité viéndola abajo.
-Hay una carrera en la Calle 93.
La calle 93 es como llama la gente a el territorio en el que se hacen carreras ilegales.
-Como todos los días ¿Qué hay de malo en eso?
-Quiero ir
-Ve -Espeté
-Pero quiero que vengas conmigo.
Sabía que esa iba a ser su propuesta así que abrí la puerta del balcón y estaba dispuesta a entrar cuando una piedra golpeó el cristal que se encontraba en frente de mis narices. La piedra cayó y di gracias a que su tamaño fuese pequeño ya que no había ocasionado ningún rasguño.
-¡Michelle! -Grité
-Hannah, escúchame, por favor. Hace que no pisas la 93 desde que Logan murió y eso fue hace tres años.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y cuando pude darme cuenta éstas ya estaban cayendo por mis mejillas dejando sobre ellas un camino mojado. Eran lágrimas que caían inconscientemente.
-No quiero ir -Susurré lo suficientemente alto como para que mi amiga me oyera.
-Hannah, por favor, supéralo.
Apoyé la cabeza sobre el cristal de la ventana del balcón que Michelle había golpeado anteriormente. Logan fue mi novio, su muerte tuvo lugar en la 93 y el recuerdo seguía intacto en mí. Era una de las mejores personas que tenía y cuando se fue el vacío interior era tan profundo que no sabía si algún día sería capaz de superarlo.
Desde que Logan murió no había pisado la 93, es más, la tenía como palabra Tabú, cada vez que alguien la nombraba algo se rompía en lo más profundo de mi persona. Había sido capaz de hacer todo lo demás, iba a fiestas, a clubs y hacía cosas que una adolescente a estos años haría; pisar un terreno donde se hacen carreras ilegales ya no pertenecía a este conjunto; Y Michelle lo había aceptado, lo había aceptado hasta el día de hoy.
-Hannah solo una hora, te lo prometo.
Miré a mi amiga desde arriba y sus ojos eran lo más parecido a los de un niño pequeño cuando se le antoja algo que claramente no puede conseguir. Pellizqué el puente de mi nariz y miré a mi habitación, lucía tan aburrida en esos momentos que pensé que quizás una hora fuera no me vendría mal.
-Si te quedas en casa pensarás más sobre el asunto -Insistió
-Es mejor ir allí, que es donde ocurrió ¿Verdad?- Contraataqué
-No, pero...
-Olvídalo, bajaré. -Fue lo último que dije antes de entrar en la habitación
Dejé caer la bata que sostenía mi cuerpo al suelo y me vestí para después secar mi pelo rubio y agarrarlo en una coleta para que después ésta cayera sobre mi espalda.
ESTÁS LEYENDO
93 | Louis Tomlinson Fanfiction
Actionuna persona solo muere cuando deja de ser recordada. -Advertencias: Esta Fanfic puede contener lenguaje fuerte, escenas violentas, contenido sexual, uso de alcohol.-