Narra Camile:
Después de una larga noche, desperté sentí los ojos demasiado hinchados, me dirigí hacia el baño de mi habitación, me mire al espejo y pude notar las ojeras que tenia debajo de los ojos, me enjuague el rostro y al sentir la frescura del agua mi cuerpo se estremeció y los recuerdos de anoche llegaron a mi cabeza como lluvia de estrellas fugases.
Sentí mareos y me desplome en el suelo, fue una experiencia rara, ya que era capaz de sentir y percibir lo que pasaba a mi alrededor pero no era capaz de hacer ni un solo movimiento.
Empece a inhalar y exhalar lentamente hasta que pude recobrar las funciones físicas de mi cuerpo, Lo primero que hice fue sentarme un momento en mi cama, y pensé en mi madre, sentí una punzada en el pecho y el vació de mi corazón se hizo presente.
Trato de no llorar, pero no puedo el perder a mi madre no se me esta haciendo fácil, y la verdad dudo mucho que así sea.
Me seco las lagrimas con la manga de mi pijama y me recuesto en mi cama de nuevo, no me provoca ver ni hablar con nadie, pero en eso mi móvil empieza ah sonar, decido ignorarlo las 3 primeras llamadas, pero pese a la insistencia lo cojo y veo que es Gina, mi mejor amiga a la cual conozco desde pequeña, no estoy segura en si contestarle o no, a ella nunca le eh ocultado nada y no quiero que esta sea la primera vez, me decido por contestarle.
-Camile! por que no me cogías el teléfono? pensé que estabas enfadada o algo así- la hoy decir casi gritando con su voz chillona por el auricular del teléfono-
-Gina, perdona me eh quedado dormida-Dije suavemente-
-Entonces todo esta bien ?- Dijo ya mas calmada-
-Si, no te preocupes-Dije soltando un suspiro-
-Camile Phoenix Garcia te conozco así que suéltalo -sabia que no se lo podría ocultar-
-No creo que sea bueno comentártelo por teléfono- Dije ya mas calmada-
- Dentro de 30 min, me tendrás en la puerta de tu casa, mueve el trasero y cámbiate-Dijo en broma-
-¿Como sabes que no me eh cambiado aun ?-Trato de ponerle "Buena cara al mal tiempo"-
-Te conozco demasiado bien, hablamos cuando llegue-Dijo y colgó-
La verdad es que no me apetece ver ni hablar con nadie , pero a Gina no importa asi le digas que no, de todos modos la tendras merodeando en tu vida, decido darme una ducha para ver si este insoportable dolor de cabeza desaparece.
Entro al cuarto de baño, me despojo de lo que llevo puesto, sin pensarlo dos veces me meto, jalo la manija y el agua cae directamente hacia mi espalda, y repentinamente me siento bien, trato de apresurarme ya que aun asi el agua sigue siendo fria.
Me pongo un brasier de encaje negro y unas bragas igual, me decido por unos jeans, una sudadera y mis converse negras.
Me desenredo el cabello y me hago ligeras hondas con los dedos , mientras espero a que llegue Gina, bajo a la sala de estar y me encuentro a mi padre, sentado en la barra de la cocina con una tasa de cafe y un sandwich, no se como puede tener estomago para comer, sinceramente al ver el desayuno , no me provoca ni siguiera provarlo.
-Cariño, sientate para que tomemos desayuno juntos-Dijo amable-
-Papá la verdad es que no me apetece comer algo ahora mismo, quizas mas tarde- dije normalmente-
-Nada de eso, se que no es facil , para mi tampoco lo es pero Lidia me obliga a comer y ya sabes que ah ella no se le niega nada- sonrio-
-Enserio no me apetece-Dije frustrada-
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Solo nosotros♥
Teen FictionCamile y Leonardo han pasado por mucho, se muestran fríos, pero entre ambos sacaran el mejor lado de cada uno, de ellos depende que esto nos lo lleve a la ruina, su historia no es ni sera fácil nunca. -Yo no te quiero, no te hagas ilusiones conmigo...