Algo que odiaba era ser la nueva.
Mis padres se divorciaron y yo había decidido irme con mi madre, mi madre vivía en un pueblo que se llamaba Oaks y eso solo significaba algo, obviamente, cambio de escuela, si me dieran a escoger entre; cortarme un brazo a cambiarme de escuela, sin pensarlo ni un segundo, eligiria cortarme un brazo, lo se sueno muy inmadura pero así soy yo.
No es que yo sea muy social y sea amiga de toda la escuela pero tenía a mi mejor amiga Kels, al menos su abuela vive en ese pueblo y podia ir a visitarme, la extrañaba tanto.
Un horroroso sonido me saco de mis pensamientos, el timbre, que significaba que era hora de entrar al infierno, esta bien creo que estoy exagerando.
Mire mi horario y me di cuenta que me tocaba algebra, sentí algo maravilloso como si pony's hubiesen cagado helado y vomitado nutella solo para mi.
Me dirigí directo al salon de algebra, que por cierto es mi materia favorita, lo que no me gustaba es no saber como era el profesor de esta escuela.
La puerta estaba entre abierta así que la abri, ahogue un grito de asco al ver la horrorosa y asquerosa escena, que mis preciosos y santisimos ojos habían precensiado.
Un tipo para nada guapo, qué parecía ser de los que suelen ser antisociales, sacándose un moco verde y grande, lo se suena asqueroso, hubiese preferido ver a alguien en pleno juego de manitas calientes.
Hasta seria capaz de unirme a ellos, soy una pervertida asquerosa, lo se.
-¿Es el salón de Algebra?.-fue lo único que pude decir.
-Si es este.-dijo el tipo rarito que por cierto, estaba envarrando su moco en un papel, GRACIAS A DIOS, tan siquiera era "limpio".
Me quede parada mientras observaba como poco a poco el salón se empezaba a llenar.
Entraban de todo tipo; los darks, las fresitas, los típicos tipos malos, las normales, los nerds y por último en un rincón la antisocial, ósea yo.
Entró una mujer muy bonita y joven, con un maletín en su mano derecha y en su izquierda tenia una manzana, tarde en darme cuenta que era la maestra.
Le entregue una hoja, que ni siquiera leí y ella solo la firmo.
-Quedate parada un momento, porfavor.-lo dijo en un tono frío y seco, que me dio unos escalofríos de lo peor.-¡SILENCIO!.-grito la mujer que me empezaba a dar miedo.
Todos obedecieron al instante, eso era algo nuevo.
-Sientate a lado de Sofia.-me ordeno la maestra.-¡Sofia levanta la mano, por favor!.-una muchacha muy linda, peliroja y con ojos grandes y azules levanto la mano.
Agradezco que no me haya tocado con un hombre, si no seria capaz de ahorcarme ahi mismo, camine hasta mi lugar, agradeciendo de no haber embarrado mi cara en el piso o en la entrepierna de algun hombre, seria asqueroso.
-Hola.-dijo la peliroja, ¿como se llamaba?, pancha, no alicia, iba con s, zamarripa, "S" alicia no "Z", ya despues me acordare, soy pesima para recordar nombres.
-Hola.-le conteste, me dedique mas a prestar atención.
Ya habian pasado varias clases y era hora del almuerzo, me encotre con Sofia en la entrada, si asi se llamaba al fin lo recorde, me puse a pensar todas las clases en como se llamaba, asi que valio la pena.
Ya habia recojido mi comida, asi que ibamos a una mesa, cuando de pronto una zorra estupida me tiro un jugo rojo, me daban ganas de jalarle sus extensiones.
-Upss, se me resvalo.-dijo la zorra barata.
-Pues deberias usar tu pegamento de pestañas, y ponertelo en las manos para que ya no se te resvale nada.-dije molesta.
-¿Que te molesta rarita? No te preocupes, te hice un favor, esa blusa era horrenda.-me miro como si hubiera estado mas que satisfecha con su comentario, todos decian "ohh", pero yo vi algo que creo que ella no.
-Deberias de fijarte donde compras tus rellenos, al parecer son demasiados resvalosos, igual que tus manos y... ¡Oh! Tambien como tus piernas.-todas las miradas fueron directo a sus pechos y dos cosas como de gel salian de ahi.
Salio disparada de la cafeteria y yo me fui a comer, no me importaba la mancha, me importaba alimentarme.
Al fin habian terminado las clases, al llegar a casa me dirigi directo a mi cuarto, fui al escondite donde tengo todo tipo de dulces y lo demas, tome la nutella y empece a comer.
Hice mi tarea y decidi dar una vuelta para conocer mas el lugar, me sente en una banca a pensar en como habia cambiado mi vida.
Todo habia cambiado, no se si llegue a acostumbrarme, una voz de hombre llamo mi atencion.
-¡Hey!.-dijo un tipo bastante guapo, como si fuera el hermano perdido de Christian Grey, la verdad lo veria todo el dia.
-Hola, ¿Que se te ofrece?.-dije casi sin importancia.
Que te pasa Alicia, este chico guapo te haria ver hasta el universo en las noches y tu le hablas asi, que pervertida y asquerosa conciencia tenia, pero tenia razon, ¡No! Alicia concentrate.
-Solo pasaba por aqui y te vi sola, y queria saber si, bueno si me permitias estar contigo y no se platicar un rato.
Voltee para los lados para ver si no se trataba de alguna broma, y no para nada.
-Lo siento empieza anochecer y tengo que volver a casa.-mi conciencia acababa de hacer una facepalm que hasta a mi me dolio.
-Oh esta bien entido, ¿puedo saber tu nombre?
-Alicia.-dije asi sin mas y me dirigi a casa.
Eres tarada o te haces Alicia acabas de deperdiciar algo buenisimo y ni siquiera le preguntaste su nombre.
Hola espero y les haya gustado, subire capitulo nuevo si me lo piden y aunque no me lo pidan tambienxd
Se que si sigo la historia les gustara:)
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¿Solo amigos?
Teen FictionLa pregunta odiada por todos, pensando que iremos directo a la friendzone. Esta es una historia que demuestra como esta pregunta puede ser usada para otras cosas y no solo mandar a alguien a la friendzone.