Parte 1

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Las personas suelen tomar decisiones, todos tenemos sueños y la mayoría de ellos se basan en un futuro perfecto, pero ¿Qué sucede?, todos los humanos tenemos miedo a equivocarnos y es ahí donde radica "El problema", las personas esperan demasiado de la vida, del tiempo e incluso de los que nos rodean pero, rara vez se detienen a esperar demasiado de sí mismos. "Mi problema" es que toda la vida estuve consciente de que yo nunca sería "demasiado" y aún así esperaba que algo cambiara las cosas. 

Cuando mi psicólogo de cabecera me pidió que escribiera un libro de autoayuda explicando mi situación internada en el Hospital Nacional General Psiquiátrico Dr. José Molina Martínez, supe que estaba un paso delante de mis compañeros y estaba segura de que me sentía más hundida que ellos. Llevaba dos años internada y se estaba hablando de que fuese posible mi alta y me mandaran al mundo "normal" al finalizar el año. Cuando ingrese al hospital era claro que mi problema no podía ser controlado por mis padres ni por mí misma.

Desde que nací mi complexión no era la de una niña delgada, siempre tenía problemas con mis "libritas de más", y mis compañeros del colegio me tildaban como "la gordita", y la verdad no me molestaba, tenía sus ventajas, podía enfrentarme ante niños y niñas que por temor a que los lastimará se doblegaban ante mí, mis padres no tuvieron más hijos por lo cual me resigné a vivir sola y autoexigirme para cumplir con las expectativas de ambos, quería que los dos se sintieran orgullosos de mi, trataba de ser la mejor en todo, estudiar más, ser la mejor en deportes, el mejor promedio, comportamiento, todo, quería ser perfecta. 

Con el pasar de los años notaba como mis amigas llamaban la atención y yo solo era la niña que salía bien en sus exámenes, notaba sus figuras delgadas e iniciaba una comparación entre mi cuerpo con el de ellas, era evidente a simple vista que yo estaba "gorda", empecé a alejarme de mis amigas, puede que por envidia o por decepción, nunca estuve segura, me alejé de ellas enfocándome en mi simple deseo de ser "perfecta", empecé a aislarme y a sumergirme en libro tras libro y es ahí donde inicio el verdadero problema, al iniciar mi adolescencia con solo 15 años, las burlas iniciaron a afectarme, ya no era esa niña que usaba su fuerza, era la niña que temía de sus compañeros, de las burlas e incluso de uno que otro golpe que debía recibir. 

Recordar esos días me causa el impulso de vomitar, de agravar mi problema mientras muero en las paredes blancas de un hospital psiquiátrico, pero no puedo rendirme tan fácil, no después de todas las humillaciones.


Autoayuda: Historias de una anorexica enamorada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora