Una vida que recién comenzaba, me decía mi abuela, no quería pensar en que más podría yo pasar, creo que eso aún más me dolía; mi vida no era tan fácil como todos lo pensaban simpre me preguntaba como alguien podía sufrir tanto teniéndolo todo. Mi vida eran constantes lágrimas, bajadas, problemas conmigo misma, eso era yo me resumía en absolutamente nada; mis padres decidieron dármelo absolutamente todo o ya lo tenían, no lo se, el punto es que su vida giraba alrededor de su trabajo, sólo había tiempo para el trabajo, las pequeñas pláticas que podía tener con alguno de ellos eran sobre lo que les interesaba, contadas eran las horas que pasaba con ellos, días enteros podían pasar hasta que alguno me daba señales de su existencia, es por eso que cualquier problema o duda que tuviera lo guarde para mi; estaba sola, completamente sola.
Siempre trate de hacer cosas fuera de lo común o sobresalir, hacia todo lo posible por llamar su atención, quería que por un día o tan sólo un rato escucharán todo lo que sentía, que me dieran todo ese cariño que en 17 años se negaron a darme, cada vez me parecía mas difícil poder acercarme a ellos pero no me rendía, había algo que sentía que los necesitaba, quería unos padres, era todo. Me compraban todo lo que necesitaba y quería, hasta más, mi nana decía que eso lo hacían para demostrarme que me amaban y cuanto les importaba, pero eso jamás me basto, lo material para mi fue algo que no considere importante en mi vida.
El colegio siempre fue para mi como una escapatoria a la soledad que se respiraba en mi casa, ir a clases era un gran alivio, era tiempo para poder despejar mi mente de todos los problemas que me cargaba. Gracias a eso, llevaba muy buenas calificaciones, me metía mucho en mis clases mis tareas y trabajos, aprovechaba mucho, lo olvidaba todo, era como un tiempo mágico, además era un arma de doble filo (a mi favor), al llevar mejores calificaciones mis padres tenían que acompañarme a recibir diplomas, felicitaciones que venían del director mismo y ese tipo de cosas.
A falta de cariño llego Noé, el típico niño del cual todas las niñas de mi colegio estaban enamoradas o eso decían, era completamente mío. Noé era un novio realmente atractivo, tenía unos hermosos grandes ojos color miel que te enganchaban al instante, con tan sólo una mirada, su sonrisa ¡Ni se diga! Tenía los dientes más perfectos que yo había visto, cabello castaño claro muy poco ondulado, estatura perfecta de más o menos 1.75, buen cuerpo, Noé lo tenía absolutamente todo.
- Te extrañe - me dijo Noé mientras dejaba un beso en mi mejilla.
- Yo también te extrañe Noé -sonreí mientras quitaba un mechón de cabello que tenía en la frente - Este fin fue muy largo para mi gusto.
- ¡Lo sé! 4 días sin colegio, fue lo más
- Para nada, mi casa es demasiado aburrida, yo simplemente odie este fin.
- ¿por qué siempre eres tan negativa Anne?
- No siempre.
- ¿sabes? Deberías cambiar tu actitud, molesta.
- Si tanto te molesta ¿Por qué simplemente no me dejas?
- Anne, ya hablamos sobre esto, tranquila por favor - dijo con un tono más calmado y una expresión de preocupación. La campana me salvo de llegar a más, de comenzar a dar explicaciones de nuevo, nos acomodamos en nuestros lugares y comenzaron las clases.
En el colegio el tiempo pasaba demasiado rápido, siempre deseaba que no fuera así ya que me aterraba llegar a casa porque me sentía fatal allá.
- ¿Hoy qué harás amor? - me pregunto Noé mientras me ayudaba a guardar mis cuadernos.
- Absolutamente nada, ¿tú?
- Iré a cenar contigo ¿verdad?
-¿Cenar? Mmm.. ¿A dónde planeas llevarme?
- Te quiero lista a las 7, pasaré por ti y lo demás es una sorpresa.
- Esta bien amor, estaré lista.
Noé era un tanto extrovertido, creo que era algo que me gustaba bastante de él ya que yo era todo lo contrario y de vez en cuando me sacaba de mi rutina diaria lo cual muchas veces era un respiro a mis miles de problemas.
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Nunca me dejes.
Teen FictionAnne una chica que podía tener a cualquier cosa e incluso la persona que quisiera se enamora completamente de quien jamás imagino y en el momento en que más necesitaba, ella sentía que por fin una luz había llegado su vida. Una razón por la cual no...