Piero estaba en el avión pensando en Valeria. La había conocido hace unos meses en uno de sus conciertos. Todo en ella le gustaba: sus ojos azules, su piel blanca, su pelo negro...pero lo que realmente le llamó la atención fue su timidez. Desde aquella vez no dejaron de hablar y conocerse hasta que los celos hicieron acto de presencia. Sus viajes, sus ausencias en momentos importantes y los celos rompieron esa relación. Y Piero aún estaba sufriendo las consecuencias.
- ¿Estás pensando en ella hermanito? - le preguntó su hermana Mariagrazia que estaba sentada a su lado.
- ¿¿Qué?? - respondió Piero un poco atontado
- ¡Si que estás atontado! Pues a ver si se te pasa porque así eres un muermazo.
- ¡¡Jajaja!! Gracias por tu compresión hermanita. Tienes razón, voy a dejar de pensar en eso - aunque en el fondo sabía que era imposible.