Parte 2 (fin)

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Ya había pasado un tiempo desde la muerte de aquél pirata ruidoso conocido como Takao.
Midorima, el capitán del barco, ordenó de una manera casi violenta, que no tocaran las pertenencias del difunto pirata. Todavía no superaba el hecho de que se haya ido, ya no escucharía esa fastidiosa manera en la que usualmente le llamaba "Shin-chan~" ya no tendría que soportar sus continuas bromas, que tranquilamente podía frenar, pero nunca lo hizo... ya no podría escuchar su melodiosa risa y no podría volver a ver esa hermosa sonrisa que tuvo el placer de disfrutar en el corto tiempo que estuvo junto a él.
Un día, en el que se dio cuenta de que iba olvidando a esa hermosa persona de a poco, entró en pánico y desesperado decidió ingresar al camarote de dicho pirata para poder recordarlo con mas claridad.
Por más que le doliera en el corazón y en el alma Midorima necesitaba a Takao ¿para qué mentir? lo extrañaba mas que a nada y necesitaba recordar más de él y siempre tenerlo presente.
Entró a aquel lugar desordenado, el cual mostraba mucho sobre la personalidad que poseía Takao. En las esquinas del pequeño camarote se podía divisar un poco de polvo ya que nadie había ingresado para limpiar el lugar. La cama estaba revuelta y las ropas esparcidas por el suelo.
Sonrió al recordar el día en el que le otorgó este camarote a Takao, porque no quería que durmiese de las mismas maneras deplorables que los demás tripulantes, aunque no era necesario...pero quería darle lo mejor.
"-Nee, Shin-chan, no necesito esto- Takao ladeo los ojos hacia un pequeño camarote perfectamente ordenado y limpio.
Midorima lo miro de reojo, por unos segundos pensó en no darle tal privilegio como dormir en un lugar propio y no en un espacio compartido. Pero le desagradaba la idea de que Takao tuviese que dormir junto a todos eso hombres.
-Es una orden, Takao. Y no me llames de esa manera tan amistosa, nanodayo-"
Miro el lugar detenidamente, éste tenia la esencia de Takao por todas partes. Camino lentamente hasta la cama y así poder sentarse.
Sintió un nudo en la garganta, no había llorado aún, no se podía permitir tal cosa, no había sido lo suficientemente fuerte como para protegerlo, era su culpa de que Takao no este allí, no tenía el derecho de llorar.
Pero los recuerdos venían y le daban los mejores golpes que jamás había sufrido, y las ganas de gritar de dolor y tristeza aumentaban.
Era suficiente por ese dia, no estaba dispuesto a seguir sufriendo como idiota teniendo en claro que ya nada podía hacer.
Al llegar a la puerta de aquel lugar dio un último vistazo, recordando todo lo que vivió y sintió en tan poco tiempo por culpa de una persona que no había terminado de conocer. Antes de salir por completo del lugar pudo divisar una especie de bolsa de trapo, algo sucia, le llamó bastante la atención ya que recordaba que el primer día que conoció al pequeño pirata éste llevaba una bolsa similar.
Sí, recordaba ese pequeño detalle ya que Takao no quería que nadie tocase la dichosa bolsa, armando peleas sin sentido que, obviamente, él tenía que frenar.
La curiosidad le ganó a Shintarou esta vez, haciendo que se acercara a la bolsa agarrándola con sumo cuidado, por si contenía algún objeto frágil, la abrió completamente para ver su contenido con más claridad, habían alajas, una brújula, un hermoso collar plateado con un dije en forma de halcón y un cuaderno de tapa negra, se quedó viendo el cuaderno por un largo rato, debatiéndose mentalmente si leerlo o no.
Lo dejó sobre la mesa mirando su tapa en silencio, luego de un rato agarró el cuaderno de forma rápida y violenta abriéndolo con cuidado, después de todo no quería romperlo, comenzó a leerlo en voz alta bajando el volumen de su voz con cada hoja que leía, hasta quedar en un completo silencio.
"-Mes 1
Ellos me recibieron muy bien en el barco, tuve unos pequeños inconvenientes por culpa de la bolsa que me regaló el jefe."
Midorima no entendía ¿jefe? ¿Se refería a él? Pero Midorima no recuerda haberle regalado una bolsa a Kazunari
"-Mes 2
Luego de un tiempo logré que los tripulantes me acepten, no todos confían en mi, pero la gran mayoría esta en mis manos.
Me estoy adaptando con facilidad.
Los tripulantes son muy fieles a su capitán, no encontrarás a algún traidor o a alguien que se venda por una cuantas monedas.
No los podrás comprar."
¿A qué se refería Takao con "la gran mayoría esta en mis manos"? ¿Qué quería decir con "no los podrás comprar"? ¿A quién le estaba hablando? Midorima estaba impactado ante dichas palabras.
"-Mes 3
Se rumorea que el capitán podría tener una enfermedad.
Tripulación: actúa de forma nerviosa y torpe sin su capitán presente"
El peli verde recuerda que hace un año estuvo gravemente enfermo y que tuvo que aislarse en su camarote.
"-Mes 4-5
El objetivo sigue en un muy mal estado
Tripulación: Lograron recuperar el ritmo mediante algunas palabras del pirata Ōtsubo."
¿Objetivo?
"-Mes 6
Logré ver al objetivo de cerca, características físicas:
-Cabello largo y de color verde
-Cicatriz en el brazo derecho
-Ojos verdes
-Sonrisa brillante
Tripulación: muy bien organizada después de la recuperación de Midorima Shintarou"
¿Qué era esto? Midorima seguía sin entender, o mejor dicho, no quería entender ni creer lo que estaba leyendo.
"-Mes 7-8
Logré hacerme más cercano a Midorima, se ve que es un muy buen capitán, con muy buenas habilidades, muy difícil de vencer.
Tripulación: con gran nivel estratégico
Debilidad: puntos ciegos"
Midorima siguió leyendo con una mueca de disgusto y decepción posada en su rostro.
Simplemente no lo podía creer.
"-Mes 9
Shin-chan me otorgó un camarote en el cual dormir, se ve que es muy buena persona.
Tripulación: nada nuevo"
Midorima se sorprendió por el cambio brusco en la manera de referirse a él.
Ahora lo llamaba Shin-chan.
"-Mes 10
Shin-chan nos enseñó su talento ¡Tiene una asombrosa puntería! Es genial, quedé completamente sorprendido.
Dispara con mucha elegancia y precisión.
¡Shin-chan es genial!
Tripulación: Nada Nuevo"
Midorima olvidó por completo lo leído antes de este mes, sonrojándose levemente con una sonrisa llena de ternura al imaginarse a Takao emocionado cual niño con juguete nuevo.
"-Mes 11
Shin-chan es un excelente capitán, es algo mimado pero eso no importa, me invitó a pasar una cena junto a él porque soy un tripulante con un muy buen rendimiento.
Estaba algo nervioso al principio, pero me fui soltando y ¡me di cuenta de que Shin-chan es muy penoso y vergonzoso!
Hice una cuantas bromas hasta que terminó la cena, me despedí de él dispuesto a irme a mi camarote, pero antes de poder salir del lugar Shin-chan me sostuvo del brazo derecho, me giré con la idea de golpearlo ya que me había hecho doler... Pero lo único que pude hacer fue corresponder al beso"
Midorima comenzó a llorar, lágrimas del tamaño de pequeños diamantes brillantes comenzaron a caer por sus megillas.
Estaba triste.
No quería creer esto, él quería quedarse con la imágen del pequeño pirata que lo seguía a todas partes y hablaba maravillas de él, no quería creer que todos esos momentos que él creía hermosos y perfectos eran sólo una cruel mentira. Dejó el cuaderno a un costado, lo miró con tristeza y melancolía, estaba dispuesto a irse y no volver más a ese lugar hasta que se dio cuenta que le quedaba un mes, una sola hoja, la última hoja que él escribió antes de que pasara aquel terrible suceso.
Dio vuelta la hoja lentamente, no quería saber nada más sobre el tema, pero algo en él le decía que debía leerlo.
"-Mes 12
Lo siento, pero no puedo seguir con esta misión, sé que yo sólo debía sacarle información a Shin-chan...pero no pude, algo en mi ya no puede seguir.
Todo de él me parece perfecto.
Su actitud mimada, su egoísmo y orgullo son algo encantador.
Su rostro sin ninguna imperfección.
Su hermosa sonrisa.
Su todo.
De verdad lo lamento, capitán, pero me retiró de esta misión. Cuando reciba este cuaderno voy a estar muy lejos, no logrará encontrarme, lo lamento mucho pero yo amo a Shin-chan y no puedo hacerle esto."
Un minuto de silencio... Y Midorima sólo lloró, de rabia, de felicidad, de rencor, de odio, de tristeza, de amor...
Porque Midorima se había enamorado de Kazunari Takao, un Pirata sin coronar.
Porque Takao se había enamorado de Midorima Shintarou, un pirata Milagro.

"Y Midorima se dirigió a la salida y se despidió de Takao, como si el pequeño pirata estuviese en aquella habitación"

Un pirata Milagro y uno sin coronarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora