Natsu no podía soportar verla temblando de frío. Sabiendo que lo primero que necesitaba era un poco de calor, hizo varios viajes al porche para buscar leña. La pequeña estufa los calentaría estupendamente, pero no sabía si la palidez era por el frío o por el dolor en el hombro.
Una vez encendida, acercó la silla y la arropó con la manta. A pesar del frío, empezó a sudar al sentir las curvas femeninas bajo sus manos. A ella no la afectaba, incluso parecía agradecer el contacto. Pero Natsu dio un paso atrás.
-Enseguida entrarás en calor -dijo, con voz ronca.
Los enormes ojos marrones se clavaron en él.
-Siéntate aquí, a mi lado. Tú también tienes que entrar en calor.
Él negó con la cabeza, apartando la mirada.
-Quiero sacudir las sábanas y colocarlo todo antes de que se haga de noche.
-¿Qué traes en esa bolsa de papel?
-Algo de comer.
-¿Tienes chocolate? -preguntó ella. Natsu sonrió.
-Llevo fruta y algunas barritas energéticas.
Lucy arrugó la nariz.
-Qué asco. Cosas sanas.
Natsu supuso, por el gesto, que aquella era una evidencia más de lo aburrida que le parecía su vida, de modo que no replicó. Una vez colocados los suministros sobre la mesa, encontró una sartén y salió al porche para limpiarla. Después de llenarla de nieve, la colocó sobre la estufa.
-Agua -explicó, antes de que ella preguntase-. Tienes que tomarte una aspirina.
-Gracias. La verdad es que me duele el hombro.
Cuando Natsu había visto el hematoma en la preciosa y blanca piel se puso furioso. Verla herida y helada de frío le encogía el corazón, pero no podía hacer nada en aquellas circunstancias.
Después de sacar las sábanas al porche para ventilarlas hizo la cama con la precisión de un recluta y la arrastró cerca de la estufa.
Lucy tragó saliva, sus ojos clavados en el colchón.
-Supongo que vamos a pasar la noche aquí, ¿no?
-Eso parece.
-Ah.
La cabaña empezaba a estar calentita... y él también, de modo que se quitó la chaqueta. Estaba húmeda por la nieve y se dio cuenta que la ropa de Lucy también debía estarlo.
-Estás mojada -prácticamente la acusó.
Ella abrió mucho los ojos, con expresión culpable.
-¿Qué?
Natsu se puso en cuclillas para explicárselo.
-Las botas, los pantalones, probablemente hasta los calcetines. Tienes que quitártelos para que se sequen.
-De eso nada -murmuró ella, envolviéndose aún más en la manta-. ¡Y deja de tratarme como a una niña!
Eso lo pilló desprevenido.
-Créeme -dijo, observando sorprendido el brillo de beligerancia en los ojos femeninos-. Sé perfectamente que eres una mujer.
Lucy se puso colorada, pero aceptó que su amigo le quitase la ropa húmeda. Primero le quitó la manta y después, el abrigo. Estaba temblando mientras le quitaba botas y calcetines.
Por fin, llegaron al pantalón. Aquello no iba a ser fácil para ella, pero desde luego iba a ser mucho más duro para Natsu, que se aclaró la garganta, incómodo.
-Tienes que quitártelo, cariño.
Ella levantó la barbilla.
-¿Y tú qué?
Natsu se encogió de hombros, intentando aparentar tranquilidad.
-Yo también voy a desnudarme.
ESTÁS LEYENDO
Atrapados en la nieve (NaLu)//Lemon (Fairy Tail)//
Aléatoireesta adaptado a este siglo y si vuelta los papeles lucy es la chica alocada y divertida y natsu el chico trabajador, resplosanble y completamete enamorado de lucy