Red Cape And The Woodman

Capitulo I "Haunt Forest"

La obscuridad y el frio de la noche se hacían presentes, una espesa niebla llenaba por completo las calles de Transilvania, las nubes negras escondían a la luna obscureciendo por completo el cielo.

A lo lejos por las largas calles de piedra de la ciudad, se escuchaba un fuerte galope de caballos que tiraban de un carruaje que pronto encontró su camino a las afueras, adentrándose al frondoso bosque de Baciu. Dentro de éste una preocupada anciana envolvía a su nieto con una capa que había confeccionado para él el día de su cumpleaños, sus brazos se aferraban a él y rezaba por la vida que se escapaba del pequeño, se sentía impotente y pensaba ¿Por qué no fui yo? Se debatía mientras sentía como el cuerpo del pequeño se estremecía en sus brazos. Parecía que en cualquier momento la dejaría.

La decisión ya estaba tomada debía llevarlo, había escuchado hace un tiempo las historias acerca de ese pueblo maravilloso llamado "Haunt Forest" este estaba cruzando aquel bosque. Muchas cosas se decían de aquel, tanto buenas como malas pero, ya había intentado por todos los medios, mando a llamar a los mejores médicos de la ciudad, pero estos solo desalentaban el diagnostico, nada se podía hacer. El dinero termino siendo un bien inútil en esos momentos. Ahora ella solo podía rezar por él.

-¡Mrs. Dianne!- Exclamo el cochero –Estamos por llegar al círculo- le aviso.

De pronto este noto que algo raro les sucedía a los caballos, comenzaron a agitarse y a relinchar, cuando se hoyo un largo y tenebroso aullido que hiso eco en todo el bosque. Los caballos se detuvieron de golpe a mitad del círculo. Ahí en frente una gran bestia de ojos amarillos se imponía ante los caballos, el cochero se paralizo, no podía creer lo que veía, pero sabía que debía reaccionar. Tomo con más fuerza las riendas y las azotó fuertemente al lomo de los caballos para que estos pudieran seguir, pero estos no se movían.

La bestia se abalanzo contra el cochero y utilizando sus grandes dientes lo saco del carruaje y se lo llevo. Desapareciendo entre los oscuros árboles.

Mrs. Dianne estaba atónita dentro del carruaje, escucho ese gran aullido de la bestia, el carruaje se meció de forma brusca tanto que crujió la madera de este, y el grito de dolor del joven cochero cuando era arrastrado lejos por el animal. Ahí en su lugar, la pobre mujer estaba tan asustada como desconcertada ahora temía por su vida y la del pobre James en sus brazos, ¿qué iba a ser de ellos ahora? Pero tenía que armarse de valor, no importaba lo que pasara con ella, ya había vivido lo suficiente y su nieto merecía vivir y sobre todas las cosas felicidad, toda esa felicidad que ella creía no había podido darle desde que sus padres fallecieron.

Recostó a james en el asiento de enfrente, se acercó a la ventanilla y corrió la pequeña cortina para mirar a los alrededores, repitiendo la acción con la segunda. Estaba todo en calma, así que reuniendo todo el valor que pudo abrió la puerta pero antes de salir volteo la vista hacia su nieto quien respiraba agitadamente, su frente estaba sudada y sus mejillas ardiendo, lo escucho llamarla, esto hizo que sus cansados ojos volvieran a llenarse de lágrimas y antes de cerrar la puerta dijo: "Te amo Hijo".

Y luego sucedió todo muy rápido, ella corrió hasta el asiento del cochero tomo las riendas y las azoto contra los caballos los cuales esta vez respondieron cabalgando a toda prisa hasta el otro extremo del bosque, cuando logró traspasar por fin los grandes árboles del círculo, una luz la segó por completo deteniendo todo a su alrededor.

Todo daba vueltas en su cabeza y el calor ya era insoportable, no podía formar ningún pensamiento coherente, sus ojos pesaban demasiado, estaba exhausto y su cuerpo se lo decía, se había rendido.

Sintió una mano posarse en su frente, y luego revisar sus signos vitales. Pensó que su abuela había contratado nuevamente a otro médico, pero sabía que solo perdía su tiempo muchos ya habían desistido con él, lo sabía, ya no quedaba nada, nada de lo que hiciera el hombre podría mejorar su situación o salvarlo. Escucho a su abuela estaba junto a él, había tomado su mano le decía que todo iba a estar bien ahora, el medico lo ayudaría, que debía escucharlo.