Solucionando Problemas. 3/3 #46

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Yara

Desayunamos normalmente. Faltaban pocos minutos, me encontraba ya arreglada para ir a donde me citó Brad.

-¿Sabes dónde queda ese lugar?-negué y mi amiga me mira confundida.

-Pediré un taxi-le resté importancia encogiéndome de hombros.

Bajé las escaleras y me encontré a los chicos en el sofá viendo un partido de fútbol. Típico.

-¿A dónde irás?-Shawn enarca una ceja. Ya sabe a dónde voy.

-Iré a caminar-

-Está bien-apartó su mirada y se concentró en el juego.

-Vuelvo en unas horas-me despedí de cada uno, y a Shawn le dí un pequeño beso en su ceño fruncido.

Salí y agarré un taxi a los pocos minutos.

Shawn

-Ale ¿sabes a dónde fue?-

-A St James'Park-respondió amablemente, no sabía mis intenciones. ¿Para qué la llevaría a un estadio?

-Gracias, saldré-me levanto y busco las llaves del auto.

-No pienses hacer lo que creo Shawn-me advierte mi amiga.

-Mírame-dije saliendo con rapidez a donde se encontraba Yara. 

Yara

Cuando llegue al tal St James' Park vi que no era un parque literalmente si no también se encontraba un gran estadio con ese nombre. 

Decidí escribirle un mensaje.

Yara: Brad, ya estoy aquí.

Brad: Lo sé, estaba por escribirte. Ve hacia tu izquierda y camina hacia el restaurante. Espérame unos minutos allí.

Yara: No demores.

Caminé hacia un restaurante que se encontraba justamente a mi izquierda, como me lo había indicado Brad. Apenas entré me recibieron.

-Señorita, esta es su mesa-insegura lo seguí hasta una mesa que tenía colores dorados y varias flores blancas, era la que mas resaltaba en el lugar.

Vi mi teléfono y marcaban las 2:30pm, alzo la vista y veo a un chico de rizos entrando. Estaba más irresistible que nunca, con su camisa de ARTIC MONKEYS de hace unos años, sus pulseras características de la banda y sus jeans negros. Siempre ha sido fiel a su estilo.

-¿Qué estás pensando?-interrumpe mi ensimismamiento.

-En nada-me ruborizo.

Se sentó a mi derecha. Es un poco extraño ya que normalmente se tendría que sentar enfrente.

-Dicen que si tienes intenciones de algo con alguien trata de no sentarte enfrente de la persona, ya que así no vas a poder tener mas acceso hacia ella y es menos romántico-agarró mi mano y la beso.

-¿The Duff?-sonreí. Era una película que me gustaba mucho, de allí sacó lo de los asientos.

-Te extrañé-me limité a sonreír.

-Disculpe señor Simpson-dice el mesero interrumpiendo-¿Ya saben lo que ordenarán?-el asintió y le indicó que comeríamos. Ya anotados los pedidos se retiró.

-¿Señor Simpson?-solté una carcajada.

-Si, ya sabes-se encogió de hombros.

Cuando terminamos de comer, tomó mi mano e hizo que saliéramos del establecimiento. Me llevaba arrastrando hacia un lago que estaba cerca del restaurante y del estadio. Había como 100 pelícanos por las orillas del lago siendo alimentados por personas.

-¿Quiéres darles de comer?-me mira tiernamente.

-No lo sé-observé como su mirada veía mis ojos y mi boca a cada instante. No me había dado cuenta hasta ahora, yo hacía lo mismo-Si, si quiero darles de comer-aparté mi vista hacia los pelícanos evitando un posible beso.

-Está bien-

Me llevó a un kiosco donde venden la comida especial para esos animales, sin soltarme de la mano. Ya comprada la comida nos acercamos al lago, agarró de la bolsa un poco de alimento y me la extendió, la acepté y nos acercamos a un pelícano que estaba solo, parecía viejo. 

-Toma-le devolví el alimento-dásela tu, que me da un poco de miedo-

-No seas tonta, compré esto por ti-sacudió la bolsa.

Agarró de nuevo mi mano haciendo que nos pusiéramos a la altura del pelícano, el cual era el más grande de todos. Extendió nuestras manos hacia él, el pelícano nos vió y se fue acercando poquito a poco. Fue acercando su boca a nuestras manos. Pensé que ya no tendría mas mano derecha de por vida, miré hacia un lado cerrando los ojos y arrugando mi cara, preparándome para el supuesto dolor que venía a continuación. Siento leves picotazos en la palma de mi mano que no son dolorosos, volteo y encuentro a Bradley viéndome, tratando de no reírse de mi gesto. Nos íbamos acercando poco a poco, rozando nuestros labios. Oímos una especie de graznido por parte del pelícano lo cual hizo que me parara de sopetón, al parecer mi acción lo asusto porque me empezó a corretear por todo el lago.

-¡Ayúdame Brad!-grité. Él parecía que no podía mantenerse en pie, se estaba riendo de mi.

-¡Lo siento!-el animal extendió sus alas, iba a empezar a volar e iba a atacarme desde el aire.

-¡¿Qué hago?!-iba a llorar del desespero.

-Corre hacia el estadio-ya había calmado su ataque de risa.

Corrí como nunca hacia el estadio y me adentré. Volteé y no vi rastros del horrible animal. 

Agitada me adentre más hacia el estadio encontrándome con una batería, un bajo y una guitarra en el medio del campo. Sentí como me agarraban de la cintura por detrás las cuales me dirigían a las gradas que se encontraban enfrente de los instrumentos.

-¿Qué haces?-

-Sólo observa-

Él caminó hacia el medio del campo y salieron los demás chicos.

3 Corazones, 1 Solo Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora