Un chico especial

Capítulo I: Mi situación

Hola, me llamo Kiriam Sea Welligton, soy un chico huérfano que vive sólo con su hermana. Tengo 18 años y siempre me ha gustado muchísimo el mar y he sentido que soy parte de él pero, he de pensar que eso es imposible ya que soy un humano, o al menos eso creo. Estoy en la universidad estudiando la carrera de biólogo marino, y mi hermana gemela Miriam menor por un minuto, estudia los fenómenos atmosféricos o los seres o cosas paranormales en mi misma universidad. Un día para realizar un ejercicio, fuimos a la playa y, al bañarme en el gran y azulado mar, sentí una muy extraña sensación que nunca antes había sentido, fue como si el mar me hablara y pensé que estaba alucinando y no le dí importancia. Al día siguiente, que era sábado, decidí ir a quedar con mi mejor amiga y fuimos a la playa. Al bañarnos en el mismo y tranquilo mar de ayer, al yo levantar la mano y llevarla hacia delante surgió una gran ola. También pensé que era una alucinación pero para salir de dudas, le pregunté a mi mejor amiga llamada Ángeles.
K (Kiriam): ¿Has visto eso?
A (Ángeles): Sí. ¿Cómo lo has hecho?
K: No lo sé, sólo moví el brazo hacia delante y apareció esa sin sentido e inmensa ola.
A: Esto es muy raro...
K: ¿Y si lo intentas tú?
A: Por intentarlo no perdemos nada.
Narra Kiriam
Ángeles lo intentó pero, no paso nada, el mar seguía en calma. No pensábamos en quedarnos con las manos cruzadas, así que, decidimos ir a mi casa e ir a investigar que podría significar. Al llegar, encendí mi portátil y busque sobre lo que sucedió y lo único que me apareció fue que eso es imposible o que a mi edad, he de hacerme cargo del mar. Ángeles buscó sobre que significaba hacerme cargo del mar y encontró que en leyendas, las sirenas se hacían cargo de él hace millones de años atrás y al llegar los humanos, se desvanecieron para siempre y, dejaron su importante cargo a un chico que al ser mayor de edad, se tendría que encargar de él. Nosotros pensamos que era yo el elegido, pero, no me quise hacer a la idea de que me tuviera que ir de la superficie terrestre para vivir en la inmensa y misteriosa superficie oceánica, ya que echaría mucho de menos a Ángeles, mi mejor amiga y la chica que desde muy pequeño, sabía que me gustaba, ni tampoco podría olvidarme de mi querida hermana, esa chica que siempre me ha apoyado en todo momento aunque me equivocara.